EL PAÍS Viena, 11.01.84
La decisión del
Patrimonio Nacional español de negar el permiso para la realización y filmación
de la ópera Don Carlos, de Giuseppe Verdi, en el monasterio de
El Escorial, no ha sido acogida, como era de prever, con mucha comprensión por
parte de los círculos culturales austríacos. Por otra parte, la anunciada
reunión del consejo del Patrimonio para reconsiderar su actitud no tiene aún
fecha fija y todo hace suponer, según fuentes de dicho organismo, que tal
reunión no sea tan inminente como ayer aseguraba el consejero-gerente del
Patrimonio Ramón Andrada. Los austriacos recibieron con mucho interés las
películas de grandes óperas que hacen asequible este género a un público que no
puede pagar los exorbitantes precios de los teatros de ópera en las capitales occidentales.
El diario vienés Kurier anunció ayer el fracaso del proyecto,
lo que impediría la filmación que Franco Zeffirelli quería realizar. La
dirección musical, tanto de las funciones como de la película posterior, iba a
correr a cargo del director de orquesta Leonard Bernstein. El diario se limitó
a exponer las razones aducidas por el Patrimonio Nacional español, sugiriendo
que éstas se califican por sí solas.
'Aida' y 'Turandot'
El prestigioso crítico del diario Die Presse, Franz Endler, señaló en un amplio
comentario publicado también ayer bajo el título de "A Madrid no le gusta
la ópera televisada", que esta decisión de las autoridades españolas ha
sido tomada cuando el rodaje en escenarios originales de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini, bajo la dirección
de Herbert von Karajan, ya cuenta con la autorización del Gobierno chino, y la
obra de Verdi Aida va a ser rodada junto a las pirámides de
Gizeh en el otoño del presente año. Destaca Endler que estas dos óperas no sólo
han sido autorizadas por los responsables culturales de los países donde van a
ser rodadas, sino que cuentan además con su pleno apoyo, como en el caso de Aida, donde actuarán como extras miembros del
Ejército egipcio. El crítico de Die
Presse no
entra a considerar la justificación aducida por el Patrimonio Nacional español,
mostrando, sin embargo, comprensión por la preocupación que eventualmente
pudiera existir en cuanto a posibles perjuicios que los trabajos necesarios
para el rodaje pudieran ocasionar al monumento. Endler termina diciendo que, en
todo caso, el éxito económico del ahora frustrado proyecto de la película de Don Carlos estaba asegurado.
Las representaciones de la ópera Don Carlos en el Monasterio de El Escorial iban a
ser también recogidas por TVE para emitirlas a todo el mundo a través de
Mundovisión.