jueves, 30 de marzo de 2017

“NO TENGO NINGUNA INCLINACIÓN AUTORITARIA”

Por HERMANN TERTSCH
El País  Jueves, 08.08.91

ENTREVISTA

El general Wojciech Jaruzelski impuso hace ya casi 10 años la ley marcial en Polonia, poniendo fin a la primera existencia legal de un sindicato independiente, Solidaridad, en un país socialista. En su país y en Occidente se granjeó por ello odios y virulentos ataques como "dictador comunista". Sin embargo, fue el primero de los líderes del ya disuelto Pacto de Varsovia que vio claramente que había sonado la hora de la liquidación del sistema político al que sirvió durante más de cuatro décadas. Hoy, muchos de sus más feroces enemigos reconocen que Jaruzelski recurrió al mal menor en 1981 para evitar una intervención del Ejército de Leonid Bréznev en Polonia.
Casi un año después de ceder la presidencia de la república a su sucesor electo democráticamente, Lech Walesa, Jaruzelski visitó Santander y Madrid para participar en un curso sobre Europa central de la Asociación de Periodistas Europeos. Durante una semana conversó largamente con EL PAÍS sobre el fin del llamado socialismo real, los peligros del nacionalismo y la crisis económica, su papel personal en la crisis de 1981 y la nueva situación europea, con una Alemania poderosa y Yugoslavia en el umbral de una guerra.
Pregunta. ¿Considera lograda la reconciliación nacional en Polonia?
Respuesta. La reconciliación nacional es condición fundamental para la reforma, que es la máxima prioridad del país. Por eso tuvo una importancia histórica la mesa redonda de Santander [en la que hizo buenas migas con su antiguo adversario Adam Michnik], que fue punto de partida para los cambios en Polonia y después en toda la región. Ahora entramos en una nueva fase. Podría parecer que estamos en una situación más fácil que en el pasado. Han desaparecido los antagonismos radicales y estamos en un desarrollo, quizá imperfecto, pero democrático. Sin embargo, la situación es difícil. Antes había un choque entre los sistemas de valores, entre el socialismo, por un lado, y la democracia, por el otro. Era éste el choque fundamental, o se era rojo o blanco.
P. ¿Cuál es actualmente la clave del conflicto?
R. El conflicto entre los sistemas de valores ha dado paso al conflicto de intereses, de los medios, grupos sociales, generados en el marco de la situación económica existente. Cuanto más difícil y dolorosa es la situación, más duros son los choques. Estos enfrentamientos pueden ser capitalizados en la lucha política. Como carecemos aún de cultura política, nos cuesta mucho lograr bases comunes y reglas para todos nuestros litigios. No sé qué político francés dijo aquello de "hay que establecer las normas en que estar en desacuerdo". Creo, por tanto, que el periodo que nos separa de las elecciones [en octubre] va a ser muy difícil.

Consenso democrático
P. ¿Tiene intención de permanecer de alguna forma en la vida política, en alguna labor de mediación?
R. No tengo esas aspiraciones y creo que tampoco posibilidades. Me he apartado de la vida política activa, si bien tengo muchos contactos con diversos medios, partidos, con la Iglesia y otros grupos sociales. Pero, volviendo a la anterior pregunta, no quiero que entiendan que considero imposible la reconciliación. Le contaré por qué no la logramos antes de diciembre de 1981 [fecha de la imposición de la ley marcial]. Entonces teníamos unas contradicciones fundamentales. El poder, el partido comunista, dependía del régimen existente. Entonces nosotros aún queríamos reformar aquel régimen, pero no destruirlo. Hoy, por el contrario, existe un consenso sobre la base de la democracia y la economía de mercado. Por eso considero que sería muy útil una nueva mesa redonda para afrontar la nueva situación, algo como los pactos de la Moncloa. Pienso que incluso el Parlamento democrático que salga de las elecciones próximas será transitorio, porque aún deben cristalizarse los partidos y programas; luego sería muy útil un nuevo encuentro para establecer las bases para una discusión más amplia.
P. En la situación de grave crisis en que vive Polonia se habla mucho ya del peligro totalitario, de que hayan salido de una dictadura para caer en otra. Hay continuos debates sobre la soberanía del Estado, la separación Iglesia-Estado y la división de poderes. ¿Ve usted el peligro de un autoritarismo populista?
R. Quiero diferenciar entre dos elementos. Por un lado está la gente que antes vivía mal y hoy vive peor, que siente la pauperización mientras ve cómo crecen las fortunas y la ostentación está descontenta y espera que la cosa cambie. Por otro lado está el populismo, que creo muy peligroso. Intenta manipular este descontento de forma demagógica para los fines de una u otra fuerza política con el fin de crear odios que pueden ser orientados después hacia distintos blancos, ya sean los judíos, los comunistas, los nuevos ricos. Esto puede crear una psicosis muy grave para la economía del país y la estabilidad del Estado. La situación es propicia objetivamente para estas tentaciones, para un Gobierno autoritario.
P. Usted llegó a representar la imagen del autoritarismo.
R. Le diré algo que puede sonar como inmodestia. Yo personalmente no tengo ningún tipo de inclinación autoritaria. Sin embargo, las circunstancias en que me encontré, en una situación explosiva, con el sentido de defender el sistema que existía, me colocaron en una posición autoritaria. Aquello fue un gran drama personal para mí.
P. Está usted escribiendo sus memorias. Ahora que hace balance y nos ha hablado del gran drama que supuso para usted la imposición de la ley marcial, ¿se arrepiente usted de algo?
R. Todo ser humano se arrepiente de algo cuando hace balance y ve las cosas conociendo las consecuencias. Es evidente que hay cosas que habría hecho de otra manera. Hoy soy más sabio, entre otras cosas, porque conozco las experiencias españolas. Pero sé que me está preguntando si me arrepiento de haber implantado la ley marcial. No me arrepiento. Me arrepiento o lamento que se produjera la situación que me indujo a implantarla. Yo soy responsable, el régimen, y también la oposición. Todos fuimos responsables de que se creara aquella situación, no fuimos lo suficientemente maduros para sentarnos en una mesa, pero eran también otros tiempos históricos. Me arrepiento también de otras muchas cosas después de la ley marcial. De no haber sido más consecuente con las reformas, de no haber eliminado con mayor energía a los conservadores dentro del régimen. Pero ahí también desempeña un papel la situación internacional, éramos un país de herejes (en el campo socialista) y no podíamos ir demasiado lejos en nuestras herejías, no sólo por los peligros físicos, sino también por problemas económicos.
P. ¿Se encontraba agotado el sistema?
R. Había agotado su creatividad. Era económicamente incapaz. El sistema había tenido varios momentos de paroxismo, 1956, 1968-1970 y 1980. Entre dichos momentos, el régimen volvía a unos periodos de calma en que había cierto progreso. Y en estos periodos el sistema creó a sus propios enterradores, millones de personas formadas. Las personas formadas quieren participar y eso es lo que les negábamos. Creábamos apariencias. Les imponíamos el papel dirigente del partido, que era en realidad su monopolio. Pero exigían ya la democracia parlamentaria.

La nueva Europa
P. ¿Cómo ve usted, desde su óptica de militar y estadista, la nueva situación creada en Europa, con su nuevo grave foco de tensión en Yugoslavia, con una Alemania grande vecina de Polonia?
R. Yo creo que todos estamos preocupados. Como militar, sé que toda explosión requiere de un detonador. No quiero decir con eso que Yugoslavia sea ya este detonador. Pero sí nos lleva hacia una situación en que se activan los conflictos nacionales y nos lleva a una revisión de las combinaciones de los contactos entre los Estados. Yo no siento alergia por los alemanes. Pero, desde un punto de vista racional, temo que esa potente Alemania, en el nuevo fermento que se ha creado en nuestra región de Europa (central), entre de una forma natural; no se trata de una entrada física, mucho menos militar, sino de un incremento de su influencia, de una tendencia a la dominación. Croacia y Eslovenia formaron parte de Austria-Hungría y de ese concepto de Mitteleuropa.
P. ¿Tan negro ve el futuro?
R. No. Aunque todo conflicto de este género tiene un carácter contagioso, y pienso sobre todo en Checoslovaquia, puede también tener un efecto disuasorio en la región. Las consecuencias de lo que estamos viendo en Yugoslavia son tan catastróficas para su propia seguridad y sus condiciones de vida, que pueden tener este efecto.
Le daré un ejemplo de nuestra propia historia. En los años 1980-1981, cuando se produce aquella explosión dirigida por Solidaridad, la situación económica se quebró por completo. En las tiendas en Polonia no había sino vinagre. Esto tuvo un efecto disuasorio en los países vecinos.

Por el contrario, cuando, años después, logramos controlar la situación y comenzar las reformas, éstas fueron un empuje para la oposición en estos países. Trasladado a la situación yugoslava, quien sabe si esta conmoción no puede tener finalmente contribuir a mejorar la situación integral en la región.

VARIOS INCIDENTES PUNTEAN EL ALTO EL FUEGO DECRETADO POR LA PRESIDENCIA COLECTIVA EN YUGOSLAVIA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Zagreb
El País  Jueves, 08.08.91

El alto el fuego incondicional decretado por la presidencia colectiva yugoslava para las seis de la mañana de ayer -con mayores visos de cumplirse que los anteriores- fue violado durante la jornada al menos en cuatro ocasiones. No obstante, no se produjeron enfrentamientos violentos y aún anoche se confiaba en su cumplimiento, ya que cuenta con la aprobación del Gobierno croata y las milicias serbias en esta república.
El Gobierno croata denunció las cuatro violaciones, la más grave el bombardeo con más de 100 granadas de mortero sobre la localidad de Topusko y advirtió en Zagreb que "de continuar estas acciones, las fuerzas croatas se verán obligadas a defenderse", dijo el viceministro del Interior croata, Milan Brezak. "Croacia no respeta el alto el fuego y nosotros no nos consideramos en estado de tregua", manifestaron a EL PAÍS fuerzas serbias desplegadas en torno a la ciudad croata de Kosteljnica. Advirtieron de nuevo que sólo aceptarán una solución "entre yugoslavos" y que cualquier intervención extranjera "será recibida a tiros".
El ministro de Exteriores de la república de Serbia confirmó en una carta al actual presidente de la Comunidad Europea, su homólogo holandés Hans van den Broek, la negativa de Serbia a aceptar fuerzas de pacificación extranjeras en Yugoslavia e insistió en que las fronteras internas del Estado yugoslavo no son materia a tratar por la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). Serbia reafirma así su rechazo a una internacionalización de la crisis, que Croacia busca desesperadamente tras los graves reveses militares sufridos.
Brezak, viceministro del Interior croata, expuso la interpretación de Zagreb del alto el fuego, dejando poco lugar a dudas de que, si bien la tregua puede ser algo más larga, al final, el intento de cese de las hostilidades fracasará como lo hicieron los anteriores decretos de la presidencia colectiva yugoslava en este sentido. Según Brezak, el alto el fuego requiere que el Ejército se retire a los cuarteles y la policía croata retome el control sobre el territorio de la república. Esto es totalmente imposible en la actualidad ya que la milicia serbia controla amplias regiones de Croacia donde es mayoría y está dispuesta a defenderlas cuesten las víctimas que cuesten.

Hostilidad hacia Europa
Miembros de la guerrilla serbia declararon que la Krajina jamás será parte de una Croacia independiente de Yugoslavia y que ni EE UU ni la URSS ni por supuesto Europa podrán imponer lo contrario. La hostilidad hacia Europa occidental crece por momentos en los medios militantes serbios.
En la región de Sibenik, junto al Adriático, el fuego de mortero y de ametralladora continuó durante toda la mañana. En Sunja, en la región de Banija, grupos de guerrilleros que retuvieron a varios periodistas al sur de Blinja, manifestaron haber tenido fuertes choques armados con la Guardia Nacional croata después del comienzo oficial del alto el fuego.
Existe la posibilidad de que la tregua ahora decretada sea algo más larga que las anteriores. A Serbia le favorece porque sitúa las fronteras reales que están en el actual frente en Kranija, Banija, Eslavonia y Lika, mucho más cerca de las fronteras étnicas que quiere imponer a Croacia. Para Zagreb, hoy es buena cualquier posibilidad de frenar la continua pérdida de territorio y de hombres en los desiguales combates de sus fuerzas, mal armadas y entrenadas, frente a los grupos guerrilleros serbios, con apoyo cada vez más abierto del Ejército federal yugoslavo.
En la Banija, los ciudadanos fueron testigos de la estrecha cooperación existente entre el Ejército federal y la guerrilla de la milicia de la Krajina. En Mecencani las fuerzas guerrilleras serbias tienen su centro de comunicaciones desde el que coordinan sus ataques sobre posiciones croatas en Kosteljnica y Komarevo. El sistema de radio es muy completo y procede de las Fuerzas Armadas.

Oficiales del Ejército federal entran y salen de las bases de la guerrilla en la región. Furgonetas militares transportan a soldados y guerrilleros.

UN ‘COMANDO’ SERBIO AMENAZA CON FUSILAR A SIETE PERIODISTAS

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Zagreb
El País  Jueves, 08.08.91

Un comando de la milicia serbia de la región de Krajina amenazó ayer con fusilar a siete periodistas españoles e italianos por considerarlos agentes del Ministerio del Interior croata y fascistas, y los liberó dos horas y media después, no sin antes robarles un automóvil Audi 80, un ordenador y varias radios de onda corta y magnetófonos.
Los siete informadores, entre ellos el enviado especial de EL PAÍS y Enrique Müller, de El Correo Español-El Pueblo Vasco, habían partido de Zagreb hacia Mecancani, donde los dos informadores españoles tenían acordada un día antes una cita con el comandante que dirige el asedio serbio a la ciudad de Kosteljnica, que se encuentra bajo control croata.

Oficiales del Ejército

"¡ESPÍAS!", GRITABA EL GRUPO ARMADO A LOS INFORMADORES DE ESPAÑA E ITALIA


Los campesinos serbios que habían conversado amablemente con los enviados especiales se retiraban temerosos a una ladera del monte vecino. Una vez que los siete periodistas estuvieron colocados en fila, varios guardias serbios montaron sus fusiles de asalto, al tiempo que repetían las acusaciones contra los detenidos e insultaron a los campesinos serbios por haber dejado que "estos agentes" cruzaran la primera barricada y vieran la logística interna de la Banija. Durante toda la acción estuvieron presentes dos oficiales del Ejército federal que no hicieron ademán alguno de intervenir. Tras casi una hora de gritos y un largo momento en el que los periodistas se creyeron frente a un pelotón de fusilamiento, y una vez registrados exhaustivamente los automóviles, llegó un vehículo con un oficial del Ejército y un civil que conversaron unos minutos con el jefe del comando de la milicia. Acto seguido éste ordenó a los siete periodistas montarse en uno de los dos coches. Declaró confiscados el otro automóvil y diverso equipo de trabajo y advirtió que el coche no debía parar hasta Petrinja, bajo control croata. Todos los intentos de diálogo con los milicianos serbios recibían como respuesta una mirada del cañón de los kaláshnikov.

DRAGAN DE LOS BALCANES

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Zagreb, 07.08.91

GUERRA EN LOS BALCANES

Ha nacido un nuevo mito en esta tierra tan fértil para leyendas épicas que son los Balcanes. Como las innumerables guerras que en el pasado marcaron la suerte y las conciencias de los muchos pueblos que aquí conviven, las recientes batallas, su violencia, sus muertos y sus gestas ya tienen sus traidores y sus héroes. Entre éstos se halla un hombre con un pasado rodeado de misterio, de coraje proverbial, brillante como militar y estratega. Es el capitán Dragan, el líder militar de los serbios de la región de Krajina que en pocos meses ha creado un ejército disciplinado y de gran poder combativo en la guerrilla que expande día a día su territorio y controla zonas a tan sólo 45 kilómetros de la capital croata, Zagreb.
Los serbios de Krajina rebosan orgullo con sólo oír el nombre de este serbio de Belgrado, de 38 años, pequeño como pocos adultos en este pueblo serbio de tan fuerte complexión. Dragan rechaza cualquier pregunta sobre su identidad o pasado. Tan sólo asegura haber nacido en la capital serbia, haber emigrado con sus padres, estar graduado en una academia militar y haber viajado a "más de 70 países, por trabajo u ocio".
Su inglés con fuerte acento australiano revela que el destino de su emigración fue el de tantos serbios y croatas que buscaron fortuna en aquel continente. La falta de giros típicos de Belgrado en su lengua natal denota que abandonó este país relativamente joven. Sus comentarios y su forma de actuar prueban que conoce el mundo y que en Australia no se dedicó a la agricultura.
Se considera militar y dice que su labor es defender a todos los serbios allá donde se encuentren. No le interesan los debates políticos que existen incluso en una población unida como una piña en su odio al Gobierno de Croacia. "Yo sólo estaré aquí mientras nuestras fuerzas armadas se dediquen sólo a lo que deben, a la defensa. Toda creación de ejércitos bajo mando de los partidos políticos serían una catástrofe", dice.
Dragan apareció un día por Knin, capital de la Krajina, región croata de mayoría serbia, y presentó su "concepto de defensa" a las autonombradas autoridades dirigidas por Milan Babic, un dentista que se erigió en líder de la revuelta contra Zagreb. Ésta fue aceptada y desde entonces ha dedicado sus ingentes dotes de organizador y estratega, su destacada inteligencia y su capacidad de trabajo -según sus soldados, infinita- a consolidar en Krajina un poder serbio capaz de rechazar toda ofensiva croata.
Es un hombre de nervio y vibra cuando explica su labor en lo que califica de "defensa de la nación serbia". Rechaza cualquier sugerencia de que el Ejército le ayuda y asegura no haber tenido dificultad para comprar en el exterior el armamento moderno de que dispone su tropa.
Como comandante en jefe de las fuerzas de operaciones especiales de Krajina, ha dispuesto de 12.000 hombres bien armados y motivados. Sus fuerzas entraron en la región de Banija y en la Krajina de Bosnia-Herzegovina, las controlan y causan diariamente bajas a las fuerzas de Zagreb. Pero hace una semana declaró que su labor en Krajina había concluido. Habían surgido diferencias con Babic, y estaba deseoso de acudir a Eslavonia.
"Nos veremos en Eslavonia", decía días antes de que precisamente allí, en la aldea de Dalj, 85 policías y guardias nacionales croatas murieran en un ataque de la guerrilla serbia.

Serbia va ganando, y él lucha por Serbia. En el pasado fue un mercenario, pero esta vez, quizá la primera, lucha por convicción.

miércoles, 29 de marzo de 2017

LAS FACCIONES ENFRENTADAS ACEPTAN RESPETAR UN ALTO EL FUEGO EN CROACIA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Zagreb
El País  Miércoles, 07.08.91

GUERRA EN LOS BALCANES

Todas las partes implicadas en el conflicto yugoslavo han aceptado un alto el fuego "incondicional y absoluto" en Croacia, anunció ayer la agencia yugoslava Tanjug, que cita fuentes de la comisión federal encargada de controlar esa medida. La presidencia colectiva de Yugoslavia, por unanimidad, ordenó anoche un nuevo alto el fuego que entraba en vigor a las cuatro de esta madrugada (hora española).
La comisión, que ha redoblado sus esfuerzos para evitar más derramamiento de sangre, se reunió ayer, después de varias misiones de observación en las zonas de combate de Eslavonia y Krajina, regiones de Croacia con mayoría serbia. Vasil Tupurkovski, representante en la presidencia colectiva, declaró que "se dan todas las condiciones para que tenga lugar un alto el fuego en Croacia". Por su parte, la guerrilla serbia -que, ayudada por el ejército federal yugoslavo, mandado mayoritariamente por oficiales serbios, controla amplias zonas de Croacia- considerará como invasora y enemiga a toda fuerza armada internacional de pacificación en Yugoslavia. Ayer el alto el fuego decretado por la presidencia fue violado repetidamente en Eslavonia, Banija y Dalmacia septentrional.
El fuego de mortero contra poblaciones croatas, en parte abandonadas por sus habitantes por estar en la línea del frente, continuó en diversos puntos de Croacia. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores croata, Zvonimir Separovic, pidió el urgente reconocimiento de la soberanía de su país y la internacionalización plena del conflicto para evitar un baño de sangre. Las fuerzas serbias en Banija, que tienen rodeada la ciudad de Kostajnica, cuentan con la asistencia logística de oficiales del ejército federal que comparten el mando de las operaciones.
Dos guerrilleros serbios murieron ayer en una refriega cerca de la ciudad, según manifestaron sus superiores a EL PAÍS en Melencani. Los mismos señalaron al mediodía que tenían sometida desde hace horas a la ciudad a un ataque de mortero.

Serbios contra la CE
Mandos de la guerrilla serbia en Croacia, reaccionaron ayer a la convocatoria de una reunión de emergencia de los ministros de Exteriores de la Comunidad Europea declarando su decisión de defender "la soberanía yugoslava" y lanzando fuertes ataques a Alemania y su ministro de asuntos exteriores, Hans Dietrich Genscher por haberla convocado. "Si Alemania continúa con esta política de apoyo al secesionismo croata, no sólo no evitará la guerra sino causará una [guerra] diez veces peor", declaró por teléfono desde Belgrado Dusan Reljic, redactor jefe de la agencia Tanjug, antes panyugoslava y hoy defensora de las tesis serbias. Milovan Djilas, el que fuera lugarteniente de Tito y legendario disidente después, declaró al semanario Vreme que los estados europeos no pueden intervenir en Yugoslavia porque son también prisioneros de su historia, en clara referencia a Alemania, que ocupó Yugoslavia en 1941. Djilas manifestó que sólo las dos superpotencias pueden intervenir en Yugoslavia para frenar los enfrentamientos.
Miembros de la guerrilla consultados ayer en el frente Eslavonia, en la Banija, manifestaron que el alto el fuego deberá ser controlado por fuerzas yugoslavas y la comisión creada por la presidencia federal. Ésta, dominada por Serbia, había nombrado al montenegrino Branko Kostic como presidente de la comisión de vigilancia del alto el fuego. Croacia rechazó este nombramiento al ser Kostic un aliado del presidente serbio Slobodan Milosevic y enemigo irreconciliable de las autoridades croatas a las que ha calificado de "'terroristas".

La última visita de la troika comunitaria a Yugoslavia, que concluyó con un fracaso, ha levantado un fuerte sentimiento antioccidental entre los miembros de la guerrilla serbia que, al parecer, ya con instrucciones de Belgrado por cauces directos, considera a la Comunidad Europea como una organización "títere" de Alemania y Austria para "construir un Cuarto Reich" con Croacia y Eslovenia.

NUEVOS INTENTOS EN ZAGREB PARA LOGRAR UN ACUERDO SOBRE EL ALTO EL FUEGO

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Osijek
El País  Martes, 06.08.91

El fracaso de la mediación de la Comunidad Europea fue recibido en toda Yugoslavia como la última prueba de que se aproxima una guerra entre serbios y croatas que anoche se extendió con fuertes combates y nuevas víctimas por Croacia occidental, en el norte de Dalmacia. Paralelamente, Borislav Jovic, representante de Serbia en la presidencia federal, declaraba en televisión que nadie puede hablar en nombre de los serbios en Croacia, en clara alusión a que no acepta la presencia de observadores de la Comunidad Europea.
Los dirigentes políticos de las diversas repúblicas intentaban ayer, a la desesperada, convencer a la población y a sí mismos de que la paz aún es posible y de que se puede llegar a un acuerdo sobre el alto el fuego. El presidente croata, Franjo Tudjman, que todavía no cree inmediata "una guerra generalizada", se reunió en Zagreb con los representantes en la presidencia colectiva de Macedonia, Vasil Tupurkovski, y de Bosnia-Herzegovina, Bogicevie, para lograr una fórmula aceptable sobre la vigilancia del alto el fuego. Según la propuesta incluida en el comunicado emitido al final de la reunión, la comisión de vigilancia solo acudiría a las regiones conflictivas croatas con la aprobación de las autoridades de Zagreb y la presencia de sus representantes. Además excluye al representante de Montenegro, Branko Kostic, de formar parte de las delegaciones, por los lazos que le unen a Serbia.

Las autoridades serbias bajo Slobodan Milosevic, que con su rechazo al plan de pacificación propuesto por la troika durante el fin de semana hicieron fracasar este nuevo intento de la CE de poner fin al derramamiento de sangre, no hicieron ayer propuesta alguna. Insisten en que la comisión de vigilancia del alto el fuego debe estar compuesta y funcionar según lo acordado por la presidencia colectiva yugoslava, dominada por Belgrado.

SARVAS, EL FRENTE CROATA EN LA BATALLA DE ESLAVONIA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Osijek, 06.08.91

La localidad de Sarvas se convirtió en uno de los principales escenarios de combate entre serbios y croatas

Todos los habitantes han huido de Sarvas, en Eslavonia, una aldea croata de modesto bienestar convertida en un pueblo fantasmagórico. Sólo miembros de la Guardia Nacional croata patrullaban ayer. Disparan esporádicamente sus ametralladoras contra francotiradores reales e imaginarios escondidos en el maíz, que ya está muy alto y promete una buena cosecha que se pudrirá en los campos.

FRENTE A FRENTE, EN LAS TRINCHERAS DE ESLAVONIA

La iglesia católica de Sarvas, en Eslavonia, ya no tiene campanario. El cañonazo de un carro de combate del Ejército federal yugoslavo lo destruyó hace cuatro días, dejando la campana descabalgada, peligrosamente inclinada en lo alto de la ruina. El supermercado de enfrente, con los escaparates cosidos a balazos, tiene aún las estanterías repletas de artículos. Presumiblemente, seguirán estándolo durante algún tiempo ya que en Sarvas ha dejado de haber demanda de alimentos ante la huida de sus habitantes.
La Guardia Nacional croata trajo ayer un camión que portaba una ametralladora pesada protegida por un blindaje artesanal. El arma es moderna y puede que sea efectiva contra una ofensiva de los guerrilleros serbios que se hallan en Bjelo Brdo, a tan sólo kilómetro y medio; pero no servirá de nada contra los tanques de las fuerzas federales que se encuentran inmediatamente detrás de la vanguardia serbia.
En la primera fila de casas, hacia el frente, en un pequeño chalé a medio construir, se ha instalado el capitán Miklos, un húngaro de Vukovar que odia a los serbios tanto como los croatas que forman su unidad de la Guardia Nacional. Miklos es un hombre enorme que fue capitán del Ejército federal y mercenario en Chad y el Congo. "Estos niñatos que nos han traído aquí no sirven para nada" dice refiriéndose a los jovencísimos voluntarios en sus filas. "Pero tengo un grupo de diez que estamos hartos ya de esperar, y esta noche entraremos en Bjelo Brdo. Los cetnik se van a enterar. Yo soy húngaro, pero amo a Croacia y lucharé por impedir que los serbios nos traten a todos como a perros. Que te cuente Zeljo lo que le pasó".
Zeljo Cosic es un croata de 23 años de Boimog, en la Voivodina. Sus desgracias comenzaron hace tres meses cuando compró un escudo croata con el damero rojiblanco y lo puso en su coche. Los vecinos serbios comenzaron a acusarle por altavoces frente a su casa. Cuando el Ejército federal intervino en Eslovenia fue llamado a filas. Una semana después desertó. Fue detenido, y la policía de Bogmoj le propinó una inmensa paliza.

Al otro lado
Terpinja es otra aldea en el frente, pero en el otro lado. Decenas de hombres armados reciben en una barricada al periodista y lo conducen frente al alto mando del pueblo. Milan tiene 25 años y es del pueblo, no como otros que, con uniformes de la reserva, dan instrucciones a algunos jóvenes junto a un nido de ametralladoras montado junto a un camino hacia los campos de maíz. "Esto no es un kalashnikov, es un Zastava. No es yugoslavo, es serbio. Esto es Serbia, y el ustacha que entre aquí es hombre muerto", dice sonriente.

Por la carretera de Trepinja pasaban, al filo del mediodía de ayer, tres tractores con remolques repletos de mujeres y niños. Se van a Serbia, donde estarán seguros. "Nosotros nos quedamos para luchar", dice Milan, orgulloso. Minutos más tarde llega un camión del Ejército federal. Un teniente sale de él con dos civiles serbios armados y, juntos, se dirigen al cuartel general, junto a la estación de teléfonos, que no funciona desde hace tres semanas. "El fascista Tudjman [presidente croata] nos cortó el teléfono y la electricidad" dice Milan. Para el Ejército sólo tiene buenas palabras, lo que se comprende a la vista de la cada vez mayor colaboración en este frente de Eslavonia. "Si quieren pasar hacia Borovo Selo habrán de esperar, porque la situación es muy grave y el Ejército está estudiando con nosotros la situación", dice Milan. Tras dos horas de espera, la vuelta atrás. En ruta hacia Osijek, se oye el ruido ensordecedor de los dos aviones del Ejército federal que, en vuelo rasante sobre el aeropuerto y Osijek, tienen por cometido advertir a los croatas de quién dispone de las armas más efectivas.

FRACASA LA MEDIACIÓN DE LA CE EN YUGOSLAVIA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Osijek
El País  Lunes, 05.08.91

La última oportunidad de evitar una guerra abierta entre Serbia y Croacia parecía ayer perdida al vetar las autoridades serbias la propuesta de la troika comunitaria para la vigilancia conjunta del alto el fuego. La delegación ha admitido abiertamente su fracaso. En la república secesionista yugoslava se produjeron ayer de nuevo fuertes combates entre la policía croata y la milicia serbia en las cercanías de Dalj, donde hace cinco días murieron al menos 85 croatas y siete serbios, así como en otros pueblos de Eslavonia y en la región de Banija.
El jefe de la troika formada por los ministros de Exteriores de Holanda, Luxemburgo y Portugal, el holandés Hans van den Broek, reconoció ayer que este cuarto intento de mediación de Bruselas en la crisis yugoslava ha fracasado. En un tono de franca frustración, la delegación comunitaria concluyó ayer tres días de mediación que la habían llevado a Zagreb, Liubliana y Belgrado con la certeza de que Yugoslavia y Europa se enfrentan a una guerra en la que los centenares de muertos que ya se han producido pueden ser sólo un pequeño prolegómeno. Hans van den Broek declaró que "no existe voluntad negociadora de las partes" y que una de ellas se niega a firmar el plan presentado por la CE para el control del alto el fuego. Aunque no mencionó a Serbia, quedó claro que se refería a esta república, dirigida por el presidente Slobodan Milosevic. Las autoridades serbias ni siquiera acudieron ayer al Palacio Federal de Belgrado a la última fase de las negociaciones de la troika con las repúblicas y las autoridades federales yugoslavas.

La actitud del Ejército
El presidente croata, Franjo Tudjman, y el jefe de la presidencia colectiva de Yugoslavia, Stipe Mesic, se entrevistaron ayer con el ministro de Defensa, Veljko Kadijevic, en un desesperado esfuerzo por lograr un mínimo de neutralidad de un Ejército Federal cada vez más abiertamente alineado con la rebelión serbia en Croacia. Aunque Veljko Kadijevic pasa por ser un federalista convencido, son muchos los observadores que dudan de que controle actualmente el Ejército. La CE había propuesto la creación de patrullas serbo-croatas con presencia de agentes federales y con la coordinación de observadores comunitarios. Eso no implicaba la presencia de una fuerza armada de pacificación extranjera, deseada por Croacia pero rechazada por Milosevic.
El presidente serbio, reforzado tras los éxitos militares de la guerrilla serbia que él financia y apoya, insistió en que el control del alto el fuego debía ser responsabilidad exclusiva de las autoridades nombradas por la presidencia colectiva. Ésta, con una mayoría bajo control serbio, había dejado en minoría al presidente, el croata Stipe Mesic, y nombrado al montenegrino Branko Kostic como presidente de la comisión de vigilancia del alto el fuego. Kostic es un incondicional aliado de Milosevic.
Ayer, la milicia serbia proseguía con lo que cada vez es un más evidente intento de cerrar su cerco en torno a la capital de Eslavonia, Osijek, donde desde hace días las autoridades se preparan para un asedio acompañado por bombardeos aéreos. Por un lado, desde Baranja en el norte, donde amplias zonas están en control de la milicia serbia y el Ejército cuenta con nuevas unidades de reservistas serbios. Por el otro, desde el este, desde las bases guerrilleras serbias de Borovo Selo, Markusica, Tenja, Solodow y Bobota, la tenaza de la ofensiva serbia contra Osijek se podría cerrar en el sureste con el corte de las carreteras a Djakovo y Nesice.

Con la caída de estas dos vías de comunicaciones, la guerrilla serbia dominaría ya casi toda Eslavonia y podría fácilmente unir este territorio ocupado a las otras dos regiones croatas que ya están bajo su control e intercomunicadas: Krajina y Banija.

PERIODISTAS DESAPARECIDOS Y ENCONTRADOS

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Osijek, 05.08.91

Los cuatro periodistas que fueron dados por desaparecidos ayer en Eslavonia llegaron sanos y salvos a Osijek horas después de que alguna agencia de noticias y emisoras de radio occidentales anunciaran la muerte de alguno de ellos. Los periodistas (cuatro, y no seis, como se había informado en un principio) habían sido retenidos en Borovo Selo por la guerrilla serbia, que sospechaba que uno de ellos, el corresponsal de Reuter en Belgrado, Andrzej Gustinic, era un espía de los croatas.
La versión difundida en Osijek sobre el ametrallamiento de una balsa en la que cruzaban el Danubio los desaparecidos a las 23.30 del sábado parece haber sido fruto de la imaginación de algún periodista o policía croata o del nerviosismo que reina entre los enviados especiales de la Prensa internacional por el creciente peligro con que se encuentran en la cobertura informativa de la guerra en Eslavonia.
Hace dos semanas había muerto en la cercana región de Banija el periodista alemán Egon Scotland, tiroteado en su automóvil, pese a estar éste perfectamente identificado como vehículo de la prensa. Scotland se desangró al estallarle una bala explosiva en un muslo.

En la región de Eslavonia, los enfrentamientos entre grupos armados no regulares, los intensos tiroteos entre pueblos vecinos o incluso barrios, la lucha por las carreteras y caminos entre los campos y el fuego de mortero, sobre todo al caer la noche, hacen muy difícil la cobertura informativa sin asumir altos riesgos.

JOSIP, DEL VERANEO EN LLORET DE MAR A LA MUERTE EN DALJ

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Osijek, 05.08.91

Josip Martinovic mostraba muy orgulloso el kalashnikov que le había entregado el Ayuntamiento de Osijek cuando se alistó en la Guardia Nacional croata. Agradecía con un "¡Viva España!" las varias invitaciones a cerveza en el bar Royal de Osijek, y le había encantado Lloret de Mar cuando estuvo allí hace dos años con su mujer y su hija mayor, meses antes de nacer la segunda. De esto hace menos de un mes. Hoy, Josip está muerto. No había cumplido aún los 24 años cuando el pasado jueves murió en la vecina localidad de Dalj, en la mayor batalla que hasta la fecha se ha dado en la cada vez más cruenta guerra serbo-croata en la región croata oriental de Eslavonia. La milicia serbia asegura haber enterrado 82 cadáveres croatas: 35 identificados y el resto en una fosa común. También entregó tres a la Cruz Roja para su traslado a Osijek.
La guerrilla serbia controla totalmente Dalj, si bien ayer aún registraba casa por casa y se oían tiroteos ocasionales en este pueblo de típica población mixta de la región. Croatas y serbios formaban, a partes iguales, en torno al 80% de los habitantes. El resto eran húngaros. La comisaría y la escuela, donde policía y ciudadanos croatas se habían hecho fuertes ante el ataque de la milicia serbia, no son ya más que algunas paredes maestras y montones de escombros ensangrentados.

Capa de sangre
"En la escuela y en la panadería de un albanés católico hay partes que están cubiertas con una capa de sangre de varios centímetros de grosor. Está estancada y coagulada. Hay botas completamente encharcadas de sangre, grumos de sangre pegados por la pared, larguísimos regueros de sangre entre ladrillos, cayendo por escalones, grandes manchas de sangre seca sobre los muebles. Es absolutamente terrorífico", manifestaba Andrzej Gustinic, uno de los primeros periodistas en entrar en Dalj con la milicia serbia. Dirigida desde Borovo Selo, a tan sólo cinco kilómetros, la milicia serbia tuvo sólo siete bajas, según aseguran sus mandos. También insisten en que en su ataque no recibieron ayuda del Ejército, como asegura la parte croata. El Ejército federal controla todos los accesos a Dalj e impide así todo contraataque de las fuerzas regulares croatas para reconquistar esta nueva cabeza de puente que la milicia serbia ha creado en territorio croata, a orillas del Danubio. Según aseguran, su cometido es evitar enfrentamientos.
Sin embargo, el hecho de que las fuerzas militares yugoslavas -compuestas ante todo por reservistas serbios- en esta región nunca hayan impedido los ataques y las conquistas de territorio croata por las fuerzas serbias ha hecho perder toda credibilidad al Ejército entre la población croata.
"Son todos cetnik ", dice la joven Ilia, de Osijek, amiga de Josip Martinovic, equiparando el Ejército a los grupos serbios nacionalistas que dirigen la insurrección armada de la población serbia en Croacia oriental. "Éste es el nuevo símbolo del Ejército yugoslavo", dice un cartel en la plaza central de Osijek que muestra la estrella roja con una cruz gamada en el centro.
El sábado, los niños de Osijek, los que no han sido enviados a sitios más seguros de Croacia o al extranjero, se dedicaban a llenar sacos de arena para nidos de ametralladoras en las confluencias de calles del centro y para proteger las ventanas de los sótanos en donde se han creado los refugios antiaéreos.
Como si se tratara de meterles prisa, los aviones del Ejército federal, que ya han atacado otras localidades croatas, como Ilok y Kostajnica, realizaron este fin de semana vuelos rasantes sobre la ciudad.

Bases serbias
"La prueba más fehaciente de que estamos en guerra es que los pocos coches que circulan lo hacen también por dirección prohibida. Las reglas civiles, la paz, han sido suspendidas", dice Goran, un estudiante que vive en Yugdva, un suburbio de Osijek cercano a la aldea de Tenja, donde la milicia serbia ha logrado montar una de sus bases. Desde que la población serbia de una de las partes en que está hoy dividida la aldea dio entrada a las fuerzas guerrilleras, Goran, como muchos de sus vecinos croatas, no duerme bien.
El barrio donde vive este estudiante es el objetivo más frecuente de los ataques con morteros desde la aldea vecina, que es una de las avanzadillas en la continua ofensiva de las fuerzas serbias para sitiar Osijek, la capital de la región de Eslavonia. La principal carretera que une Osijek con Djakovo ya estaba ayer en inminente peligro de quedar fuera del control de los croatas.

"¡Quién sabe si mañana estaré vivo!", dice Goran al despedirse antes de que caiga definitivamente el sol, ya que con la llegada de la noche el trayecto hasta su casa es demasiado peligroso. "Llevamos tres días relativamente tranquilos, si exceptuamos la granada de mortero que mató ayer a un niño de nueve años", añade como si quisiera convencerse de que el peligro se aleja.

‘CADÁVERES FEOS’

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Osijek, 04.08.91

GUERRA EN LOS BALCANES

La violencia salvaje marca los choques étnicos en Yugoslavia

"Nos sacaron de nuestras casas y a golpes, gritando que nos iban a matar, nos hicieron formar una barrera delante del camión en que habían montado la ametralladora. Nos obligaron a avanzar así por la calle del pueblo hacia donde estaba nuestra Guardia Nacional, mientras ellos, desde el camión, disparaban contra los guardias y las casas". Así relatan los habitantes croatas de la aldea de Struga la pesadilla que vivieron la pasada semana cuando los serbios del lugar, vecinos con los que han compartido durante décadas colegio, tareas del campo, fiestas y partidas de cartas, los utilizaron como muralla humana en su ataque a la policía croata. Ésta, paralizada por la visión de sus familiares cubriendo al enemigo, se tuvo que replegar.
La guerra entre croatas y serbios está alcanzando rápidamente las cotas de crueldad y violencia que siempre han previsto quienes conocen los Balcanes y la capacidad de odio que albergan los pueblos que los habitan. Desde el 2 de mayo, en que aparecieron los primeros cadáveres de policías croatas degollados, uno con sus testículos cortados a cuchillo en la boca y otro con los ojos fuera de sus cuencas, el mundo tenía un indicio de los cadáveres feos que iban a caracterizar esta guerra.
El pasado miércoles, en el pueblo de Almajs, en la región croata de Eslavonia, una mujer sexagenaria, herida por la metralla de una granada del Ejército federal, estuvo tendida en el suelo llorando y suplicando ayuda durante más de una hora hasta desangrarse.
Nadie, ni soldados ni médicos ni enfermeros, se arriesgó a socorrerla en una región donde desde hace semanas es habitual ya que se ametrallen ambulancias.
Difícil será establecer lo acontecido también en Dalj, muy cerca de Almajs, donde más de 80 policías croatas murieron en la mayor matanza desde que comenzó la guerra, según la agencia Tanjug.
Todo sucedió según el esquema que se ha aplicado ya en innumerables ocasiones en la rápida y efectiva conquista de territorio croata por la guerrilla serbia. Grupos de guerrilleros llegados de Serbia atacan la comisaría de la policía croata. Ésta responde al fuego. Acude el Ejército, supuestamente a "separar a los contendientes".
Los soldados rodean el pueblo y cortan todo acceso a los refuerzos de la policía croata. Cuando concluye la batalla, han muerto decenas de los policías croatas, los guerrilleros serbios han desaparecido y la destrucción de la comisaría y de las casas adyacentes revela que fueron los tanques del Ejército los que provocaron el mayor número de víctimas.

Huida masiva
Los habitantes croatas han tenido que huir. Más de 50.000 refugiados croatas contabiliza ya la Cruz Roja procedentes de las regiones en conflicto de Eslavonia, Baranja, Banija y Lika.
Los refugiados de algunos pueblos de la región de Banija, concentrados en Sisak, cuentan que huyeron cuando vieron llegar a antiguos compañeros serbios de colegio que, conocedores del lugar y acompañados por otros hombres armados, recorrían las casas en su busca.
En uno de los cuarteles de guerra de la Guardia Nacional cercanos a Sisak, sirve ahora Marian, una joven croata que se divorció de su marido serbio hace un año "por incompatibilidad nacional". Su marido se encuentra, dice, arriba en el monte con la guerrilla serbia que bombardea con fuego de mortero su antigua casa familiar.
Como en toda guerra civil, los rencores y las animadversiones personales desempeañan a veces en este conflicto un papel mayor que consideraciones estratégicas y objetivos militares.
Ahí está el ejemplo del inusual interés de algunos jóvenes serbios por "encontrar" a paisanos croatas en Struga con los que compartían los aperos de labranza. O el del anciano serbio literalmente cosido por más de 50 tiros de fusil kaláshnikov en Solodovci por croatas que solían acudir a jugar a las cartas y beber en la taberna de este pueblo.
Durante la guerra civil que asoló Yugoslavia en la II Guerra Mundial, los ustachas (fascistas croatas) mataban a sus víctimas apoyando las cabezas en la vía del tren y machacándolas con martillos pilones.
Partisanos en Eslovenia tiraban a familias enteras y a prisioneros en simas rocosas, en las que muchos malheridos tardaban días en morir entre los cadáveres. Serbios, croatas y musulmanes bosnios por igual quemaban casas, iglesias y mezquitas repletas de mujeres, niños y ancianos.

Puede que esto no se repita por una razón muy clara: aquellos métodos tenían por objeto ahorrar munición. Hoy todos los contendientes tienen más que suficiente.

LA GUERRA SE HACE COTIDIANA Y SALVAJE

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Osijek
El País  Domingo, 04.08.91

YUGOSLAVIA

"Relativno mirno" ("tranquilidad relativa"). Así califican los habitantes de Osijek el rutinario tableteo de ametralladoras y las explosiones de granadas en los suburbios de esta localidad de la región croata de Eslavonia. A escasos kilómetros, en Dalj, decenas de policías croatas murieron el pasado jueves a manos de milicianos serbios y por el cañoneo de los tanques del Ejército federal. El diario Glas Slavonie llenaba ayer tres de sus páginas con esquelas de las víctimas.
La guerra en Yugoslavia se hace cotidiana. Y salvaje. No hay reglas. Se mata a golpes, se bombardea, se degüella, se mutila, se utiliza a la población civil como escudo humano frente al enemigo, se ametrallan ambulancias, se aprovecha para las venganzas personales, se pasa a cuchillo al vecino con el que hace apenas unos meses se tomaba café o se jugaba a las cartas. Demasiados cadáveres feos.

Y la paz cada vez parece más lejana. Nadie respeta la orden de alto el fuego de la jefatura del Estado colectiva, rechazada incluso por su presidente, el croata Stipe Mesic, que teme que las patrullas mixtas de verificación sean controladas por los serbios. La troika comunitaria, que ayer llegó a Belgrado tras visitar Croacia y Eslovenia, no recibió garantías de que callarán las armas.

NADIE RESPETA EL ALTO EL FUEGO EN CROACIA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Osijek, 04.08.91

GUERRA EN LOS BALCANES

La guerra sigue en Croacia, pese al llamamiento al alto el fuego efectuado por la jefatura del Estado yugoslavo, con la oposición del representante croata y presidente federal, Stipe Mesic. Nuevos combates entre milicias serbias y la Guardia Nacional croata en la región de Eslovenia se cobraron ayer al menos seis muertos y 11 heridos, según la agencia yugoslava Tanjug. "En tanto que el Ejército, que sirve de escudo a los agresores serbios, no se retire a los cuarteles habrá incumplimientos del alto el fuego y habrá guerra", dijo Mesic ante el Parlamento croata.
Pese a las objeciones adelantadas por Mesic en las votaciones de la presidencia federal, el Parlamento croata decidió finalmente aceptar el alto el fuego, violado de inmediato en las zonas de conflicto, pero aprobó también rechazar la comisión de control de ese alto el fuego, que incluye patrullas mixtas. El presidente de la jefatura colectiva del Estado, Stipe Mesic, había regresado a Zagreb nada más concluir una reunión de la presidencia yugoslava que duró toda la noche, y se declaró contrario a la fórmula decidida por este órgano para controlar la tregua. La presidencia colectiva había aprobado un alto el fuego "inmediato e incondicional". Según Mesic y el Parlamento croata, las patrullas mixtas bajo el control de una comisión dirigida por el representante montenegrino en la presidencia y fiel aliado de Serbia dejarían en manos serbias el control policial de amplias regiones croatas.
La creciente oposición en Croacia a esas patrullas mixtas bajo control de los aliados de Serbia ensombrecieron ayer las ya muy escasas perspectivas de éxito de la mediación comunitaria en Yugoslavia que intenta impedir la escalada hacia una guerra abierta del conflicto entre Croacia, por un lado, y Serbia y unidades del Ejército federal, por otro. La cifra de muertos en la frontera entre Croacia y la provincia serbia de Voivodina volvió a incrementarse con fuertes combates junto al Danubio.
Mientras, el Parlamento croata aprobó el nuevo Gobierno de unidad nacional propuesto por Tudjman y ratificó un documento de todos los partidos croatas que llama a la defensa nacional a la vista de la "agresión de que es objeto Croacia". En la misma sesión se aprobó "congelar" todo tipo de relaciones con Serbia, república a la que acusan de llevar a cabo una política de agresión con la ayuda del Ejército [yugoslavo].

Serbia no quiere 'cascos azules'
Horas después de que la troika comunitaria abandonara la república de Croacia camino de Liubliana, en Eslovenia, en su gira yugoslava que anoche les llevó hasta Belgrado, el alto el fuego sólo existía en los despachos de las capitales yugoslavas. Asimismo, el presidente de Serbia, Slodoban Milosevic dijo a los enviados comunitarios que el envío de unidades militares extranjeras violaría la independencia del país.
Fuego de mortero y diversas escaramuzas incrementan a diario el número de muertos en la región de Eslavonia, y la crisis ha causado más de 200 víctimas desde principios de año. Sólo en la localidad de Ernestinovo, a escasos kilómetros de la capital, Osijek, los muertos superaban la decena y las ambulancias de la capital no podían ayer acercarse a recoger a los heridos por continuar en el área el intenso fuego de la guerrilla serbia. El diario Glas Slavonie, de Osijek, publicó casi tres páginas de pequeñas esquelas con fotografía de varias decenas de policías y guardias nacionales caídos en enfrentamientos con milicias serbias y el Ejército federal en los últimos días, sobre todo en la localidad de Dalj, donde se produjo la mayor matanza desde que comenzó esta guerra en suelo croata.
Osijek, que se encuentra en práctico estado de guerra, acogió ayer a varios centenares más de refugiados croatas de pueblos que se encuentran bajo fuego de la guerrilla serbia. Por otra parte, pese a una fuerte ofensiva en días pasados, los halcones del partido de Tudjman, la Comunidad Democrática Croata, el presidente y su ala moderada lograron imponer el cese del anterior ministro de Defensa, Sime Djodan. No obstante, tampoco el ala moderada del nuevo Gobierno de coalición, de 27 miembros, parecía ayer dispuesta a permitir que sea el montenegrino Kostic el encargado de velar por el control a ejercer por las patrullas conjuntas que auspicia la troika comunitaria. Hace tan sólo una semana, Kostic visitó Borovo Selo, uno de los centros guerrilleros serbios en Croacia, donde se identificó plenamente con "aquellos que defienden sus casas" contra el terrorismo de Estado que ejercerían, según él, la policía y la Guardia Nacional croata.

Los enfrentamientos, mientras tanto, prosiguen, y las explosiones de granadas y bombas y el tableteo de las ametralladoras en los suburbios de Osijek eran ya lo que los habitantes de la ciudad llaman "relativno mirno" (tranquilidad relativa). Varios pueblos de los alrededores eran de nuevo escenario de violencia. Por la carretera de Osijek hacia Djakovo, con poco tráfico, proliferaban las ambulancias de la Cruz Roja con bandera blanca.

MATUTES: “HAY QUE MANTENER LA ESPERANZA”

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Zagreb, 04.08.91

GUERRA EN LOS BALCANES

"Hay muchas razones para el pesimismo, pero hay que mantener la esperanza". Con estas palabras revelaba el comisario español de la Comunidad Europea Abel Matutes su estado de ánimo tras la primera ronda de negociaciones que, acompañando a la troika, mantuvo el viernes en Zagreb con el presidente croata, Franjo Tudjman.
Matutes manifestó a EL PAÍS en Zagreb que la CE proseguirá sus esfuerzos por pacificar Yugoslavia mientras exista esta esperanza y que lo principal es "imponer ahora el alto el fuego y acabar con esta continua pérdida de vidas".
El comisario español considera que "la aprobación de las patrullas conjuntas por todas las partes implicadas será la prueba de la voluntad negociadora de éstas". Reconoció que "desgraciadamente todo indica que existen fuerzas que están fuera de control y actúan ya con una dinámica propia".
Según Matutes, Zagreb ha mostrado su disposición al alto el fuego y al respeto de los acuerdos de Brioni, y expresó su esperanza de comprobar otro tanto en Serbia, donde habrá de entrevistarse con el presidente Slobodan Milosevic y el Gobierno federal. "La máxima prioridad es acabar con el derramamiento de sangre. Todo lo demás deberá ser negociado después", indicó Matutes, para quien, en todo caso, la federación de Yugoslavia existente antes del conflicto surgido con la declaración de independencia de Croacia y Eslovenia ha dejado de existir. "Nadie puede pensar ya que después de esto las aguas volverán a sus antiguos cauces. La situación es nueva".

Patrullas mixtas
Las patrullas mixtas entre Ejército Federal y policía croata, con la asistencia de observadores de la Comunidad Europea para vigilar el alto el fuego, son una pieza clave en este nuevo intento de poner fin a la violencia en Croacia.
Ayer, los tres ministros de Exteriores y Matutes se entrevistaron en Liubliana con las autoridades eslovenas y siguieron viaje hacia Belgrado, donde hoy concluirá su misión.
Matutes subrayó el desastre económico en que ha sumido la guerra al país balcánico. "El producto nacional de Yugoslavia había caído ya un 12% en 1990; en el primer semestre de este año ha vuelto a caer, más de un 20%, en el conjunto del país, y aún más en Croacia, y en el segundo semestre puede hundirse hasta un 35% o más".

Matutes señaló que Yugoslavia amenaza con invertir el proceso de integración del continente europeo y que, de no lograrse una solución negociada, pronto podrían plantearse crisis en Checoslovaquia, en la Transilvania rumana, en Polonia o en Bulgaria.

MATANZA DE POLICÍAS CROATAS EN ESLAVONIA

Por HERMANN TERTSCH / AGENCIAS
El País,  Zagreb, 03.08.91

Una nueva matanza en la región croata de Eslavonia, la más sangrienta desde el estallido violento del conflicto yugoslavo, podría haber causado la muerte a 80 policías croatas en Dalj, una población junto al Danubio, según informes sin confirmar de la agencia yugoslava Tanjug. El presidente de Croacia, Franjo Tudjman, reconoció anoche que los enfrentamientos produjeron 20 muertos entre civiles y miembros de la Guardia Nacional croata. Tudjman, en una conferencia de prensa celebrada junto al ministro holandés de Exteriores, Hans van der Broeck, señaló que hay también 25 desaparecidos.
La guerra, aunque no declarada, se encamina inexorablemente hacia las cotas de crueldad y terror que caracterizaron siempre las conflagraciones armadas en la conflictiva región de los Balcanes. Dalj, vecina de la serbia de Borovo Selo, fue atacada desde el pasado jueves por guerrilleros serbios procedentes de la provincia de Voivodina. Poco después, fue cercada por soldados y tanques del ejército yugoslavo que abrieron fuego de grueso calibre contra la policía croata. Según la agencia yugoslava Tanjug, más de 80 agentes croatas, en su mayoría oficiales, murieron a consecuencia del bombardeo y otros 40 fueron capturados por los guerrilleros serbios. Fuentes serbias, citadas por esa agencia, afirmaron que se trató de una batalla que comenzó cuando 300 policías, destacados en Dalj, se negaron a rendirse y "abrieron fuego contra el ejército yugoslavo que intentaba interponerse" entre los dos bandos. Después de dos días de combates, ayer por la tarde volvió la calma a la zona.
Por su parte, portavoces policiales croatas aseguraron desde la vecina localidad de Osijek que "bandas de guerrilleros serbios irrumpieron en las casas de Dalj y asesinaron a todo joven croata que encontraban a su paso". Según estas fuentes, los tanques federales entraron en Croacia desde Serbia y atacaron el cuartel policial tras el ataque inicial.
Tudjman logró evitar ayer que una revuelta de la línea dura impusiera en el Parlamento una declaración de guerra a Serbia pero fue incapaz de negociar una mayoría para su nuevo Gobierno.
A última hora de la tarde se reunió la presidencia colegiada de Yugoslavia y propuso a Croacia una versión "modificada" de su proyecto de alto el fuego "inmediato, absoluto e incondicional", que hasta ahora ha sido continuamente violado en las regiones croatas de Eslavonia y Banija. A primeras horas de la madrugada aún no se había recibido la respuesta croata.
Franjo Tudjman se entrevistó con la troika comunitaria, compuesta por los ministros de Exteriores de Portugal, Holanda y Luxemburgo, para explicarles la grave situación en que se encuentra la república que ha perdido el control sobre cerca de un tercio de su territorio y para solicitar el urgente envío de una fuerza de paz. Dada la gravedad de los enfrentamientos en Eslavonia, nadie en Zagreb cree que la mera presencia de un número limitado de observadores desarmados tenga alguna garantía de éxito en sus intentos de pacificación.

Sesión parlamentaria
La sesión de emergencia del Parlamento, que fue interrumpida el jueves tras virulentos ataques a la línea moderada, fue continuamente aplazada ayer para ser pospuesta hasta hoy. En el partido de Tudjman, la Comunidad Democrática Croata (HDZ), como en toda la sociedad croata crece la presión a favor de declarar la guerra para que la comunidad internacional tenga conciencia de que ésta existe y se combate con insólita violencia en algunas regiones croatas.
Tudjman recibió ayuda del Partido para los Cambios Democráticos (ex comunista) en su esfuerzo por frenar a quienes quieren declarar la guerra abierta. Fuentes del HDZ señalaron que Tudjman intenta aferrarse a los sectores del ejército que respetan aún al Gobierno electo de Croacia para frenar a las unidades que combaten ya abiertamente en el lado de los guerrilleros serbios contra sus fuerzas policiales y de la Guardia Nacional.
La batalla de Kostajnica, en la región de Banija, que concluyó con la retirada de las fuerzas croatas y toda su población, así como los combates en la ribera del Danubio en Eslavonia, donde las localidades de Erdut y Almajs tuvieron que ser asimismo desalojadas, han causado una gran conmoción y la resignación de que con su actual armamento, Croacia está condenada a perder esta guerra la declare o no. Por ello, Tudjman luchaba ayer desesperadamente contra el sector más duro para forzar una nueva negociación y un alto el fuego coincidiendo con la presencia de la troika en Yugoslavia.

Según las fuerzas moderadas del Parlamento croata, los ataques del jueves tenían por objeto provocar esta declaración de guerra por parte de Zagreb, para que Croacia aparezca como el "iniciador de la guerra" y el ejército, del que sólo algunas unidades están implicadas en los ataques, se considere en su conjunto en guerra contra las autoridades croatas.

EL PARLAMENTO CROATA VOTA HOY UNA PROPUESTA PARA DECLARAR LA GUERRA A SERBIA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Belgrado, 02.08.91

La guerra abierta entre Serbia y Croacia parece ya inevitable, horas antes de que lleguen hoy a Zagreb los miembros de la troika comunitaria que tratarán de buscar una solución pacífica a la crisis. Los continuos ataques de la guerrilla serbia y el ejército federal contra las fuerzas croatas -cada vez más debilitadas- en su propio territorio pusieron esta madrugada al Gobierno de Zagreb ante una situación en la que la declaración de guerra a Serbia parecía cuestión de horas.
"Hay que utilizar todo día y hora en preparar esta guerra total si no hay forma de evitarla. Aguantaremos el golpe y con la ayuda de Europa, ganaremos", dijo ante el Parlamento el presidente croata Franjo Tudjman. Tras una sesión maratoniana y mientras llegaban peores noticias sobre la situación en Eslavonia y arreciaban las críticas a la política de defensa del Gobierno de Tudjman, el Parlamento croata pospuso para hoy el debate sobre la propuesta de declarar el estado de guerra en la república.
Los masivos ataques con morteros y artillería causaron ayer varios muertos en las localidades de Dali, Almajs y Erdut, y una nueva oleada de fugitivos croatas de la región oriental de Eslavonia. El recién nombrado ministro del interior, Ivan Vekic anunció en la sesión extraordinaria del Parlamento que ante tales ataques, de los que responsabilizó a la república de Serbia y al ejército federal, Croacia debe declararse en guerra.
Vekic llamó a la población a entregar a las autoridades para su posterior distribución, todas las armas disponibles. El ministro propuso al Parlamento decretar la confiscación de todos los vehículos en la región de Eslavonia y reveló que "han sido enviados refuerzos y considerable armamento a esta región" en la que ayer comenzó un éxodo similar al habido sólo horas antes en la región de Banija.
Al cierre de esta edición (dos de la madrugada) no se disponía de un balance fiable de víctimas si bien había certeza sobre la muerte de al menos 15 guardias nacionales croatas y varios civiles.
El presidente Tudjman presentó en Zagreb su nuevo gobierno de concentración nacional y anunció una nueva movilización y la creación de comités de autodefensa. "La movilización total no es posible por falta de equipamiento y armamento", manifestó Tudjman que hizo un llamamiento a la población a "estar preparada para la guerra total".

Huida masiva
Estas medidas para hacer frente a lo que Tudjman calificó de "guerra desencadenada contra Croacia por Serbia, Montenegro y parte del ejército federal", se produjo en la mañana de ayer, horas después de que miles de croatas llegaran a Zagreb y la ciudad de Sisak en largas caravanas de vehículos, huyendo ante la ofensiva militar serbia en la región de Banija. Ayer hubo combates en la región de Eslavonia en Croacia oriental.
Tudjman anunció ante el Parlamento croata que "toda la población ha sido llamada a crear unidades de autodefensa" y que proseguirá con sus esfuerzos por conseguir armas en el exterior. Lamentó que la tendencia generalizada hasta ahora en la comunidad internacional a mantener la unidad yugoslava haga extremadamente difícil la compra de armas para hacer frente a un adversario que cuenta con armamento del ejército y de las fuerzas territoriales serbias.
A diferencia de Eslovenia, que logró mantener la mayor parte del armamento de su defensa territorial, Croacia ha tenido que comprar prácticamente todo el armamento de que dispone en la actualidad, ya que los arsenales de las fuerzas territoriales en esta república fueron confiscados por el ejército federal poco después de las elecciones que dieron la victoria a Tudjman.

Un día después de que las fuerzas croatas se retiraran ante el fuego serbio de la localidad de Kostajnica, de gran importancia estratégica en la región de Banija, Tudjman remodeló su Gobierno.

EL PESIMISMO RODEA LA SEGUNDA REUNIÓN EN DOS DÍAS DE LA PRESIDENCIA YUGOSLAVA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Belgrado, 01.08.91

La presidencia colectiva yugoslava se volvió a reunir ayer tras el fracaso de su encuentro del día anterior. A última hora de la tarde no se conocían aún datos sobre el debate entre los ocho representantes, si bien las posiciones se hallaban tan enfrentadas que era general el escepticismo respecto a un posible acuerdo para frenar la escalada hacia una guerra abierta entre Serbia y Croacia.
Incluso la mera celebración de la reunión estuvo en peligro hasta las cinco de la tarde en que comenzó. Antes de iniciarse, el representante de Macedonia en este órgano supremo yugoslavo, Vasil Tupurkovski, advirtió que "el peligro de una guerra total está aumentando. La voluntad de evitar el conflicto flaquea".
Ayer llegó la primera delegación de observadores de la Comunidad Europea a Belgrado donde se entrevistaron con miembros de la presidencia y el gobierno federales. Informarán a la troika comunitaria sobre las posibilidades de actuación de los observadores en las regiones conflictivas. La troika llegará a Zagreb el viernes para viajar un día después a Belgrado.
Mientras, en el marco de la creciente amenaza de una guerra abierta, las autoridades croatas ordenaron el desalojo de Kostajnica, una localidad croata fronteriza con Bosnia amenazada desde hace días por las fuerzas armadas serbias de Krajina, dirigidas por el cada vez mas célebre capitán Dragan.
En la noche del martes, poco después de que este líder guerrillero serbio amenazara con matar a todos los policías y guardias nacionales que no abandonaran de inmediato Kostajnica, aviones de las fuerzas aéreas federales abrieron fuego contra esta ciudad alcanzando diversos edificios públicos, entre ellos el hospital. El mando militar federal aseguró que los aviones sólo habían respondido al fuego que contra ellos habían abierto posiciones de la guardia nacional croata.

"Supergabinete de crisis"
En Zagreb, y bajo la presidencia de Franjo Tudjman, se reunió ayer el Consejo Supremo del Estado, un órgano no electo que cada vez utiliza más el presidente croata como "supergabinete de crisis".
El presidente de la jefatura del Estado, el croata Stipe Mesic había abandonado el martes la reunión en protesta por el nombramiento del vicepresidente montenegrino Branko Kostic como jefe de la comisión para vigilar el alto el fuego en Croacia. El presidente croata Tudjman no había acudido a este encuentro al que estaban convocados también todos los presidentes de las repúblicas, según dijo, porque "Croacia está en guerra" y no se daban las condiciones para el diálogo.
Mesic, por su parte, explicó su salida de la reunión con el nombramiento de Kostic como jefe de la comisión de vigilancia del alto el fuego en Croacia. Kostic había visitado un día antes Borovo Selo, centro de las actividades de los grupos armados serbios en Croacia y escenario de la primera gran matanza de policías croatas por parte de aquéllos.

En Borovo Selo, Kostic se identificó con los insurgentes serbios que, según dijo, se defienden de la policía y la Guardia Nacional croata. Según Mesic, estas declaraciones descalifican a Kostic como jefe de la comisión que debe velar por el alto el fuego en ésta y otras regiones conflictivas con población mixta.

MESIC, EL PRESIDENTE CROATA DE YUGOSLAVIA, ABANDONA LA SESIÓN DEL EJECUTIVO

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Belgrado, 31.07.91

El croata Stipe Mesic, presidente de turno del Ejecutivo colectivo de Yugoslavia, abandonó ayer la reunión del órgano, al que asistían los presidentes de las repúblicas, con la excepción de Franjo Tudjman, de Croacia. La reunión debatió la nueva iniciativa de paz de la CE. Tudjman declaró que mientras el Ejército federal no se retire a sus cuarteles y se esclarezca su actuación en la región de Banija durante el fin de semana "no existen condiciones para el diálogo".
Los esfuerzos de pacificación en Croacia parecían condenados al fracaso anoche tras abandonar Mesic la reunión de la presidencia. El dirigente abandonó el cónclave en discrepancia con un plan para formar una comisión especial, encabezada por el vicepresidente Branko Kostic, para supervisar el alto el fuego en la región después de semanas de enfrentamientos entre serbios y croatas. Por su parte, Tudjman, hasta hace poco líder indiscutido y popular de Croacia, se halla muy debilitado políticamente. Los reveses militares de la Guardia Nacional, especialmente el del pasado fin de semana en la región de Banija, donde según algunas fuentes murieron en torno a las 180 personas, han permitido a los comandos serbios ocupar y controlar grandes zonas de la república, algunas a tan solo 50 kilómetros de la capital.
Entre tanto ayer, aviones de la Fuerzas Aéreas de Yugoslavia abrieron fuego contra el pueblo croata de Kostajnica matando al menos un policía e hiriendo a varias personas, afirmó en Zagreb la policía croata.
Algunos medios croatas señalan que a la vista del éxito de la estrategia expansionista serbia con la ocupación de amplias regiones de Croacia, esta república solo podrá recuperar su integridad territorial en una guerra abierta y después de que Serbia se vea envuelta en otros frentes bélicos en el sur -en el Kosovo albanés y el Sandjak musulmán- y en el oeste -en Bosnia Herzegovina-.
La ausencia de Tudjman redujo aún más si cabe las esperanzas que albergan algunos de que la presidencia colectiva llegue a un acuerdo para frenar la escalada del conflicto armado. Los gobiernos de Croacia y Serbia serán remodelados esta semana con el claro objetivo de crear gabinetes de guerra.

Golpe de timón
Ayer, la presidente del Partido Nacional Croata, Savka Dabcevic-Kucar y la prensa croata exigieron un "golpe de timón" a la política de la república y una preparación intensiva ante una guerra ya comenzada. Kabcevic-Kucar y el general retirado croata Ivan Rukavina manifestaron que si Croacia no recibe ayuda inmediata del exterior, la población debe armarse con todos los medios a su disposición.
Las dificultades para la aplicación efectiva de las medidas pacificadoras propuestas por la CE se pusieron ya ayer en evidencia cinco días antes de la anunciada visita a Yugoslavia de la troika. Milan Babic, el autoerigido líder de la autoproclamada región autónoma de Krajina en Croacia, advirtió que los observadores solo serán tolerados en la zona si la CE firma un acuerdo con sus autoridades. A su vez, varios parlamentarios serbios exigieron que Alemania, Austria y Hungría queden vetadas de las mediaciones internacionales de la crisis debido a su hostilidad histórica hacia Serbia.

El llamado capitán Dragan, un mercenario australiano de origen serbio que dirige los comandos de élite de las milicias serbias de Krajina, ya tiene firme control sobre amplias zonas de la región de Banija y ha lanzado un ultimátum a la policía y la guardia nacional para que abandonen la ciudad de Kostajnica.