Por HERMANN TERTSCH
El País, Shkodra,
04.04.91
Más de 50.000 personas se concentraron ayer en la ciudad
albanesa de Shkodra para rendir homenaje a las tres víctimas de los disparos de
francotiradores apostados el martes en la sede comunista de la ciudad. El
Partido Democrático (PD) decidió llamar a una huelga general en todo el país y
ordenó a sus seguidores que apagaran las luces de sus casas como señal de
protesta para hacer frente por medios pacíficos a lo que consideran una
escalada de provocaciones del sector duro del Partido del Trabajo (PTA),
reforzado por las elecciones del domingo.
"Los comunistas quieren provocar en Albania un segundo
Tiananmen" señalaba ayer un comunicado del PD que anunciaba la huelga
nacional y pedía calma a la exacerbada población de las ciudades albanesas.
"Sus acciones demuestran su debilidad, porque tienen miedo al pueblo y
sólo conocen la violencia como método. Los comunistas no pueden mantener el
poder, ya que el futuro es nuestro. Tenemos que juntar nuestros esfuerzos para
la victoria que está próxima". Ayer, francotiradores apostados en diversos
edificios del centro hirieron de nuevo a varios transeúntes que, según fuentes
del PD, habían sido seleccionadas por su compromiso con la oposición. También
un blindado abrió ayer por la mañana fuego de ametralladora contra un miembro
de la oposición.
Rebajar la crispación
En el funeral a las tres víctimas, el líder del PD, Sali
Berisha, calificó a los muertos de "víctimas de la estrategia del
terror" que "han caído por la primavera de Albania". "Por
ello los han matado esos criminales", señaló.
Berisha intentó rebajar la crispación existente en las
calles de esta ciudad, en la que se teme una nueva intervención de la policía y
de las fuerzas militares que ayer habían desaparecido del centro. "La
lección que nos dejan los caídos es que la democracia no puede utilizar la
violencia", dijo.
No obstante, el PD parece crecientemente dividido entre los partidarios
de aplacar los ánimos y quienes creen que ha llegado el momento de ofrecer
resistencia total al régimen. Consideran éstos que si la oposición no dirige
la "insurrección de las ciudades", ésta puede quedar fuera de su
control o los comunistas podrían aprovechar la tregua para reafirmar su
posición e imponer de nuevo la desesperanza entre la población.
El PD emitió un comunicado nacional, en el que señala:
"El terror rojo que tan bien conocéis, hermanos y hermanas, ha resurgido
en Shkodra".
Fuentes de la oposición han reafirmado sus temores a
provocaciones del PTA en el que parecen haberse impuesto la línea dura, que
quiere restaurar el régimen tal como existía antes de las manifestaciones
estudiantiles de diciembre que impusieron la legalización de partidos.
Jóvenes de la ciudad continuaban ayer la demolición del
edificio del PTA, que fue asaltado e incendiado el martes por los manifestantes
después de que se produjeran los disparos mortales. Ardieron los archivos y
todo el mobiliario, cajas fuertes fueron reventadas y las armas fueron
utilizadas para responder al fuego de la policía y los francotiradores de los
cuerpos especiales.
Varias ciudades, entre ellas Shkodra y Tirana, estaban ayer
paralizadas y la tensión era extrema, tras conocerse que en la capital también
se habían producido heridos de bala en una intervención de los sampistas,
policía de élite, ante la sede del PD. El corresponsal de EL PAÍS pudo ver a
francotiradores apostados en los edificios cercanos que engrosaban el fuego
racheado de los agentes por las calles.
La práctica totalidad de los habitantes de Shkodra y miles
de forasteros acompañaron en silencio hasta el cementerio a los tres ataúdes,
entre ellos el del líder local del Partido Democrático, Arbeni Broci.
Un día después de estos violentos incidentes, Shkodra se
mantiene como "ciudad liberada del régimen comunista", según los
comunicados de la oposición, y ha anunciado que rechazará el poder de un
Gobierno del PTA.
La policía, señala también la oposición, se retiró
"aterrada porque la indignación de la población era tal que sus armas no
les hubieran servido de nada". Grupos de civiles patrullan con armas en la
periferia de la ciudad y todos los carros de combate han desaparecido del
centro, donde se apostaron en la mañana del martes.
Comisión investigadora
El PD pidió la creación de una comisión investigadora, con
participación extranjera, para establecer las responsabilidades en los
incidentes habidos en Shkodra.
[Unos 5.000 albaneses, decididos a abandonar su país tras la
victoria del PTA, se aglomeraron ayer ante la embajada de Grecia en Tirana, con
la esperanza de conseguir un visado, informa la agencia Reuter. "Es
terrible. Entre ayer y hoy hemos gestionado demandas para unos 4.000 o 5.000
visados. Antes de las elecciones, la media diaria era de unos 600
visados", declaró un secretario de la delegación helénica. El funcionario
afirmó que su embajada seguirá dando visados. Un 80% de los demandantes
pertenecen a la minoría albanesa griega, que ya tiene unos 350.000 miembros en
Atenas. Italia, por su parte, deploró los asesinatos de Shkodra.]
[Estados Unidos estima que las elecciones albanesas del
domingo han sido fraudulentas, informa France Presse. Según Margaret Tutwiler,
portavoz del departamento de Estado, ha habido "intimidación de candidatos
y partidarios de la oposición". "Basándonos en informes de
observadores internacionales nos parece que el proceso electoral ha carecido de
varios criterios considerados claves por la Conferencia de Seguridad y
Cooperación Europea para unas elecciones honestas", afirmó Tutwiler.]
ESTRATEGIA DE TERROR
El Partido del Trabajo parece secuestrado por las fuerzas
más ortodoxas, que han visto con agrado la derrota electoral de Ramiz Alia en
Tirana. La sarta de mentiras lanzadas por la televisión y la radio sobre los
incidentes de Shkodra no tienen otra explicación. Tenían que exacerbar los
ánimos de la población de todas las ciudades, y de Shkodra en particular. Los
disparos en Tirana, innecesarios, ya que la concentración era absolutamente pacífica
y se hubiera disuelto con una mera carga, es otro indicio de que, como decía
ayer un joven en Shkodra, "si no los liquidamos ahora, son capaces de
reponer la estatua de Hoxha en su sitio".
Por todo ello, el Partido Democrático ha tomado finalmente la
decisión de lanzar la llamada a la huelga general y plantar cara a una ofensiva
comunista que, tras la victoria en las elecciones, quería una restauración
total de la dictadura comunista. Había división en el Partido Democrático al
respecto, porque muchos temen que el aparato comunista, angustiado por la
pérdida del electorado urbano, reducido a un partido campesino -y esto sólo
gracias a la coacción y a la falta de información de la población agraria-,
está dispuesto, como dice el comunicado emitido ayer por el PD, "a
provocar un nuevo Tiananmen".
Además, las ciudades de Albania, Shkodra a su cabeza, ya han
decidido que no aceptarán un nuevo Gobierno del PTA, al que niegan la
legitimidad que éste se arroga por el resultado de las urnas. El PTA sabe que, sin
algún tipo de golpe de Estado, sus días en el poder están contados.
Por ello, las provocaciones, como la habida en Shkodra, son
la gran amenaza de las próximas jornadas, en las que las ciudades expresarán su
rechazo al poder hasta que éste acepte algún tipo de concesión. La crispación
general de la sociedad urbana, en huelga y permanentemente en las calles,
ofrece grandes oportunidades a una estrategia de violencia, sangre e
intervención de un Ejército controlado por los herederos de Enver Hoxha.
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