Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Osijek
El País Lunes,
05.08.91
La última oportunidad de evitar una guerra abierta entre
Serbia y Croacia parecía ayer perdida al vetar las autoridades serbias la propuesta
de la troika comunitaria para la vigilancia conjunta del alto el fuego. La
delegación ha admitido abiertamente su fracaso. En la república secesionista
yugoslava se produjeron ayer de nuevo fuertes combates entre la policía croata
y la milicia serbia en las cercanías de Dalj, donde hace cinco días murieron al
menos 85 croatas y siete serbios, así como en otros pueblos de Eslavonia y en
la región de Banija.
El jefe de la troika formada por los ministros de
Exteriores de Holanda, Luxemburgo y Portugal, el holandés Hans van den Broek,
reconoció ayer que este cuarto intento de mediación de Bruselas en la crisis
yugoslava ha fracasado. En un tono de franca frustración, la delegación
comunitaria concluyó ayer tres días de mediación que la habían llevado a
Zagreb, Liubliana y Belgrado con la certeza de que Yugoslavia y Europa se
enfrentan a una guerra en la que los centenares de muertos que ya se han
producido pueden ser sólo un pequeño prolegómeno. Hans van den Broek declaró que
"no existe voluntad negociadora de las partes" y que una de ellas se
niega a firmar el plan presentado por la CE para el control del alto el fuego.
Aunque no mencionó a Serbia, quedó claro que se refería a esta república,
dirigida por el presidente Slobodan Milosevic. Las autoridades serbias ni
siquiera acudieron ayer al Palacio Federal de Belgrado a la última fase de las
negociaciones de la troika con las repúblicas y las autoridades
federales yugoslavas.
La actitud del Ejército
El presidente croata, Franjo Tudjman, y el jefe de la
presidencia colectiva de Yugoslavia, Stipe Mesic, se entrevistaron ayer con el
ministro de Defensa, Veljko Kadijevic, en un desesperado esfuerzo por lograr un
mínimo de neutralidad de un Ejército Federal cada vez más abiertamente alineado
con la rebelión serbia en Croacia. Aunque Veljko Kadijevic pasa por ser un
federalista convencido, son muchos los observadores que dudan de que controle
actualmente el Ejército. La CE había propuesto la creación de patrullas
serbo-croatas con presencia de agentes federales y con la coordinación de
observadores comunitarios. Eso no implicaba la presencia de una fuerza armada
de pacificación extranjera, deseada por Croacia pero rechazada por Milosevic.
El presidente serbio, reforzado tras los éxitos militares de
la guerrilla serbia que él financia y apoya, insistió en que el control del
alto el fuego debía ser responsabilidad exclusiva de las autoridades nombradas
por la presidencia colectiva. Ésta, con una mayoría bajo control serbio, había
dejado en minoría al presidente, el croata Stipe Mesic, y nombrado al
montenegrino Branko Kostic como presidente de la comisión de vigilancia del
alto el fuego. Kostic es un incondicional aliado de Milosevic.
Ayer, la milicia serbia proseguía con lo que cada vez es un
más evidente intento de cerrar su cerco en torno a la capital de Eslavonia,
Osijek, donde desde hace días las autoridades se preparan para un asedio
acompañado por bombardeos aéreos. Por un lado, desde Baranja en el norte, donde
amplias zonas están en control de la milicia serbia y el Ejército cuenta con
nuevas unidades de reservistas serbios. Por el otro, desde el este, desde las
bases guerrilleras serbias de Borovo Selo, Markusica, Tenja, Solodow y Bobota,
la tenaza de la ofensiva serbia contra Osijek se podría cerrar en el sureste
con el corte de las carreteras a Djakovo y Nesice.
Con la caída de estas dos vías de comunicaciones, la
guerrilla serbia dominaría ya casi toda Eslavonia y podría fácilmente unir este
territorio ocupado a las otras dos regiones croatas que ya están bajo su
control e intercomunicadas: Krajina y Banija.
No hay comentarios:
Publicar un comentario