Por HERMANN TERTSCH
El País, Belgrado,
17.05.91
Yugoslavia pasó ayer un nuevo día crítico sin que los
órganos federales hallaran una salida a la crisis constitucional y política
creada por el bloqueo impuesto por Serbia a la rotación en la presidencia
colectiva. La reunión de este organismo prevista para ayer fue aplazada para
esta tarde ante la amenaza de un nuevo fracaso, que no dejaría otras opciones
que proclamar la disolución del Estado o una intervención militar. Croacia ha
anunciado que de no ser elegido como presidente su representante, Stipe Mesic,
a quien le toca el turno, acordará su secesión inmediata de la federación.
Anoche continuaban las reuniones a todos los niveles para
buscar un acercamiento de las cada vez más irreconciliables posiciones de
Serbia, por un lado, y Eslovenia y Croacia, por otro. Serbia y Montenegro
parecían condicionar la aprobación de Mesic como presidente a la confirmación
de los nuevos representantes del propio Montenegro, Voivodina y Kosovo, lo que
finalmente hizo anoche el Parlamento federal. Lo que para Croacia y Eslovenia
podría ser aceptable en los dos primeros casos, parece imposible en cambio para
con el representante de Kosovo. Éste fue nombrado de forma legalmente muy
dudosa por el Parlamento serbio, ya que Kosovo carece de Cámara al haber sido
disuelta por "separatista" por el régimen serbio de Slobodan
Milosevic. Aún en el caso de que Mesic fuera finalmente elegido, medios políticos
críticos con Milosevic consideran que éste no le aceptará y que seguirá
haciéndole la guerra. Fuentes críticas con Milosevic señalan que su verdadera
intención ahora es forzar al Parlamento federal a autodisolverse no sin antes
presentar una moción de desconfianza contra el Gobierno de Ante Markovic.
Liquidados estos dos órganos federales y sin presidencia en
funciones, el único órgano federal en activo sería el ejército. Milosevic,
según esos medios, espera que las fuerzas armadas ocupen los enclaves de
mayoría serbia de Croacia bajo pretexto de "salvar a los serbios".
Por parte croata, sería una humillación aceptar un
nombramiento condicionado y sujeto por tanto al continuo chantaje de Milosevic.
En Zagreb aumenta la presión en favor de una ruptura inmediata y una acción de
fuerza contra las regiones insurgentes serbias.
Mientras tanto, miles de serbios abandonan Croacia e incluso
su capital, Zagreb, donde hasta ahora no había cundido el pánico generalizado
en otras regiones. El Gobierno croata declaró ayer ilegales todas las
comisarías de policía de los pueblos y ciudades de mayoría serbia en Krajina,
la conflictiva región que el domingo decidió su anexión a Serbia en un
referéndum ignorado por Zagreb.
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