Por HERMANN TERTSCH
El País, Zagreb,
20.05.91
Unos tres millones y medio de croatas acudieron ayer
masivamente a las urnas para dar su apoyo a la secesión de la república de
Croacia de Yugoslavia. Según resultados provisionales, el 94,3% está a favor y el
3% en contra. Mientras, el primer ministro, Ante Markovic, intenta con su
Gobierno federal ocupar el vacío de poder creado por la ruptura de la jefatura
del Estado y evitar que el Ejército asuma la iniciativa. El mando supremo
militar había anunciado el sábado nuevas medidas para restablecer el orden en
las regiones más conflictivas y hacer frente a la situación.
Markovic ha creado un gabinete de crisis con sus
ministros de Defensa, Interior, Justicia y los dos vicepresidentes, un esloveno
y un serbio, con el que aspira a dirigir las medidas adoptadas por la cúpula
militar en una reunión a puerta cerrada y cuyo alcance aún no se conoce. El
ministro de Defensa, Veljko Kadijevic, se había reunido el sábado sin previo
aviso con los jefes de los tres ejércitos y anunciado que las Fuerzas Armadas
habían acordado medidas concretas para ejecutar la orden de la presidencia del
9 de mayo de desarmar a todos los grupos paramilitares e ilegales. Aquella
orden de la presidencia fue la última en alcanzar esta institución antes de
quedar bloqueada y posteriormente rota por las diferencias irreconciliables
entre Croacia y Serbia.
Markovic, quizá el único político yugoslavo que goza aún de
cierta credibilidad en Occidente, pero cuyo poder efectivo ha sido hasta ahora
prácticamente nulo parece gozar del apoyo del sector federalista del
Ejército para dirigir estas medidas y acabar con los focos de insurrección.
Sin embargo, las posibilidades de éxito de esta operación
para dotar de poder al ejecutivo federal, dándole a su comité de crisis el
carácter de Gobierno de salvación nacional, son muy reducidas al no contar con
el apoyo de las repúblicas de Serbia y Croacia.
Ya el primer intento de coordinar con Croacia el envío a esta
república de 300 policías federales para controlar las regiones más
conflictivas donde conviven serbios y croatas fracasó.
El ministro del Interior de Croacia, Josip Voikovac, rechazó
esta propuesta del ministro federal, general Petar Gracanin. Finalmente, el
ministro federal se tuvo que contentar con el envío de inspectores que
intentarán mediar en los focos de conflicto, pero sin atribuciones de orden
público.
Por otra parte, las interpretaciones de aquella orden de la
presidencia son tan encontradas que cualquier aplicación provocará el conflicto
del ejecutivo con Serbia o Croacia. Mientras Croacia considera que las únicas
bandas armadas ilegales son los serbios en Croacia, Serbia, y según todos los
indicios gran parte del Ejército, considera igual de ilegales y objeto de la
resolución a las milicias territoriales croatas, y a la reserva de la policía
armada por el Gobierno de Zagreb. Éste considera que sus fuerzas policiales han
sido armadas legalmente por el poder democráticamente electo en esta república.
Anoche no se habían producido incidentes durante el
referéndum si bien era muy alta la crispación en las regiones de Croacia con
población serbia. Los 600.000 serbios que viven en territorio croata
boicotearon el referéndum.
La independencia de Croacia les dejaría, según hace creer la
propaganda constante dirigida desde Serbia, a merced de una política de
represión, hostigamiento antiserbio e incluso genocidio.
Proclamación de independencia
Se espera que la práctica totalidad de los votos emitidos
apoyen la propuesta del Gobierno del presidente Franjo Tudjman para la
proclamación de independencia y una posterior adhesión a una confederación de
estados independientes yugoslavos en la que podrían participar todas aquellas
repúblicas yugoslavas que así lo decidieran.
El Ejército estuvo presente durante la jornada de votación
en la mayoría de las regiones conflictivas. Ciudadanos serbios en Glina, ciudad
donde en 1941 fascistas croatas quemaron vivos a 2.500 serbios en una iglesia
durante la celebración de la Pascua Ortodoxa, manifestaron ayer a EL PAÍS que
ellos ya han votado y fue el pasado día 12 cuando decidieron la anexión de su
región a Serbia. Rechazaron de manera categórica cualquier posibilidad de
permanecer como minoría en una Croacia independiente y no dejaron duda alguna
de que están dispuestos a impedirlo por las armas si fuera necesario.
En algunas aldeas de mayoría serbia no habían sido siquiera
instalados colegios electorales, y en otras ciudadanos croatas declararon que no se atrevían a ir a votar por temor a represalias.
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