Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Zagreb
El País Miércoles,
12.06.91
El Gobierno croata está decidido a armar a la población en
caso de una intervención del Ejército federal contra su independencia, que será
ratificada a finales de este mes, declaró ayer a EL PAÍS Stipe Mesic,
representante de Croacia en la presidencia colectiva del Estado yugoslavo, que
debía haber asumido el pasado mes la jefatura de la misma. Mesic se declaró
convencido de que "Serbia finalmente no tendrá otra opción que aceptarme
como presidente", y expresó la inalterable decisión de Croacia de
proclamar su secesión a finales de este mes.
El 94% de los croatas se manifestó el 19 de mayo a favor de la
secesión y posterior creación de una confederación de Estados soberanos con
otras repúblicas yugoslavas. En su despacho en el antiguo palacio de los
virreyes croatas, Mesic advirtió que "algunos sectores" de la
dirección de Serbia siguen apostando por una intervención violenta contra
Croacia, pero minimizó la posibilidad de una operación militar contra el
Gobierno croata. "Cualquier intervención sería un golpe. Nosotros
responderíamos con toda la fuerza y en tres días el Ejército federal, por multinacional,
habría dejado de existir. Cada soldado se habría ido a su república de
procedencia".
Revisión de fronteras
No descartó Mesic la posibilidad de una revisión de las
fronteras de Bosnia-Herzegovina a favor de Croacia y Serbia para incorporar a
estas repúblicas el grueso de sus minorías étnicas que habitan en aquel
territorio. "Todo cambio de fronteras tiene que hacerse con un acuerdo de
todas las partes. Todo lo demás sería muy peligroso para toda Europa".
Mesic, cuyo nombramiento como presidente de la jefatura
colectiva del Estado bloqueó Serbia, desencadenando así la crisis
constitucional en que se halla Yugoslavia, señaló que no cree en que la reunión
que hoy celebran los presidentes de Serbia, Croacia y Bosnia-Herzegovina
produzca mayores resultados para la solución de la crisis. "[El presidente
serbio, Slobodan] Milosevic quiere formar una gran Serbia con parte del
territorio de Croacia y Bosnia-Herzegovina, por ello no espero grandes
avances".
Mesic insistió en que el fin último del Gobierno de Zagreb es
la confederación de Estados soberanos, no la vía solitaria hacia la
independencia, y que ésta sólo se tomará de ser imposible la alianza deseada.
"Todos los países que son vecinos tienen interés en compartir ciertas
funciones. Vamos a presentar una lista de estas funciones, que estamos
dispuestos a compartir con Macedonia y Bosnia-Herzegovina, y si lo desean,
también con Serbia y Montenegro".
En caso de que estas dos repúblicas, que insisten en el
mantenimiento de la federación yugoslava, se opongan, manifestó Mesic,
"Serbia y Montenegro siempre pueden permanecer en federación, y Croacia,
Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina pueden entrar en una
confederación".
El líder croata, al que muchos consideran el único optimista
que aún existe en la república, reconoció que el amplio despliegue militar que
se está produciendo en la república estos días se realiza sin consultar al
Gobierno, y lo calificó de "demostración de fuerza". No obstante,
criticó la continuación de las acciones de los grupos ilegales de serbios en
Croacia pasado ya el día 9, en que concluía el ultimátum para su desarme, y que
el lunes pasado causaron dos muertos, el secuestro de un policía y la voladura
de las líneas telefónicas en una zona de la región croata de Krajina.
En referencia a la catástrofe económica que supone el
hundimiento total de la temporada turística para Croacia dada la existencia de
estos grupos armados en la costa dálmata, Mesic manifestó que "los
militares debieran saber que también ellos viven del turismo, luego tienen
interés en que desaparezca el terrorismo".
Desarme de grupos ilegales
También señaló que "tras un proceso de
diferenciación" entre los grupos armados de serbios que actúan en diversas
regiones de Croacia, "la policía croata los desarmará utilizando métodos
represivos". Hasta ahora, todos los esfuerzos croatas en este sentido
fueron abortados por el Ejército federal. Mesic aseguró que muchos serbios de
Krajina solicitan ayuda al Gobierno croata para librarse del régimen de terror
implantado por grupos extremistas radicales, y señaló que el proceso de
marginación de éstos ya está en marcha.
Como prueba destacó el hecho de que los principales líderes
del nacionalismo radical serbio en Croacia se han comprado apartamentos en
Belgrado.
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