Por HERMANN TERTSCH
El País, Belgrado,
23.05.91
Las autoridades serbias acusaron ayer a Estados Unidos y a
algunos países de la Comunidad Europea de "estar preparando una intervención
militar en Yugoslavia". Con gran agresividad verbal, los medios de
comunicación serbios han comenzado una campaña antioccidental como respuesta a
la intervención de varios países occidentales en la crisis yugoslava.
La prensa controlada por Serbia ha lanzado vitriólicos
ataques contra el ministro de Asuntos Exteriores de Austria, Alois Mock, por su
propuesta de crear una comisión internacional de estadistas que medie entre las
repúblicas yugoslavas. Politika denuncia que Bonn y Londres están ya
movilizando fuerzas militares conjuntas para intervenir, y otros denuncian el
"peligro de que vuelvan a oírse voces de mando alemán" sobre suelo
serbio como durante la invasión nazi. Frente a la ira de la dirección
neocomunista de Serbia, Eslovenia ha pedido una intervención de la Conferencia
sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), y en Croacia las sanciones se
han saludado como una presión más para frenar las ansias expansionistas y
hegemonistas de Milosevic.
El presidente croata, Franjo Tudjman, solicitó ayer una nueva
reunión de los seis presidentes de la república. De no lograrse un acuerdo a
favor de la confederación de Estados soberanos yugoslavos que Croacia persigue,
Zagreb se preparará para la secesión definitiva. Tudjman se ha declarado convencido
de que el Ejército no se dejará utilizar en una acción militar contra Croacia,
Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina. Por otra parte, los representantes
de Montenegro, Bosnia-Herzegovina y Kosovo ya han anunciado que no conceden
carácter oficial a la carta de Mesic que han recibido con la convocatoria para
una reunión de la presidencia, que el croata convoca "como presidente
legítimo".
Oposición serbia
La oposición serbia ha criticado la actitud del régimen de
Milosevic. A su llegada de Estados Unidos y Canadá, el líder del Partido
Democrático Dragoljub Micunovic declaró que la culpa de las sanciones impuestas
a Yugoslavia recae sobre quienes bloquearon la rotación presidencial, es decir,
Milosevic y sus aliados.
Tan sólo un día después de confirmarse el bloqueo de la
ayuda norteamericana a Yugoslavia mientras la dirección serbia impida el acceso
del croata Stipe Mesic a la presidencia, se supo que el embajador italiano en
Belgrado envió una carta a Mesic anunciándole que Roma le considera el presidente
legítimo. También otros Gobiernos occidentales han puesto fin a su neutralidad
en el conflicto entre Croacia y Serbia. El boicoteo de Serbia a la elección de
Mesic parece haber revelado finalmente en las cancillerías occidentales que el
principal ataque a la estabilidad de la región procede de la actitud de Serbia.
Croacia ha anunciado que prefiere la confederación a su secesión total, pero
que optará por ésta si Serbia bloquea la confederación. La televisión de
Belgrado y el diario Politika, portavoces del presidente serbio, Slobodan Milosevic, llegaron incluso a denunciar "preparativos para una
intervención militar extranjera".
Según Politika, la culpa de la imposición de las
sanciones occidentales recae sobre el Gobierno federal de Ante Markovic Y sobre
las repúblicas de Croacia y Eslovenia, sin señalar que la causa de la
suspensión de la ayuda de EE UU es la continua violación por Serbia de los
derechos humanos de los albaneses en Kosovo y su bloqueo a Mesic.
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