Por HERMANN TERTSCH
El País, Osijek,
09.07.91
LA DESINTEGRACIÓN YUGOSLAVA
El acuerdo de Brioni, logrado por la mediación comunitaria
en la madrugada de ayer y que parece ser respetado en Eslovenia, corre peligro
de fracasar de inmediato en Croacia. El Gobierno croata, a través de su
ministro de Defensa, Sime Djodan, exigió ayer la inmediata retirada de todas
las tropas del Ejército federal desplegado por las regiones croatas con
población mixta.
Según anunció ayer el Gobierno croata, sin el inmediato
repliegue del Ejército a sus cuarteles, la desmovilización de los reservistas
serbios, el fin del apoyo del Ejército a las bandas armadas de serbios en
Eslavonia y Krajina y el cese de los impedimentos a la policía croata para
restablecer el orden en su territorio, el acuerdo no tendrá validez. Este
repliegue a sus cuarteles del Ejército federal en Croacia es, según Djodan, la
piedra angular de todo el acuerdo. No había ayer ningún indicio de repliegue de
estas fuerzas, concentradas en especial en las regiones de Eslavonia, Baranja y
Lica, fronterizas con Serbia y Bosnia-Herzegovina. Aunque anoche se mantenía en
los alrededores de Osijek una tensa calma, tanto serbios como croatas esperaban
una inminente reanudación de las hostilidades en la región, que el domingo
causaron al menos 12 muertos y decenas de heridos en Tenje.
El presidente croata, Franjo Tudjman, y su ministro de
Defensa manifestaron ayer que el acuerdo podría suponer un paso hacia la
solución pacífica, si bien ambos se mostraron escépticos respecto al
cumplimiento del mismo por todas las partes. Djodan aseguró en Zagreb que el
presidente serbio, Slobodan Milosevic, que no asistió a la cumbre de Brioni,
actúa coordinado con el jefe del Estado Mayor del Ejército federal, Blagoie
Adzic, y que no cree que éstos acaten los acuerdos.
"La situación es extremadamente grave". Djodan
pidió la urgente llegada de observadores de la comunidad internacional y de las
Naciones Unidas "para impedir una guerra que no sería civil, sino entre
Estados, uno agresor, Serbia, y otros que se defienden". El Ejército
amplió ayer su presencia en Eslavonia.
Nuevos movimientos de carros de combate en las inmediaciones
de Osijek exacerbaron aún más los ánimos de la población croata cuya hostilidad
creció si cabe tras la dura batalla en Tenje, una aldea cercana a Osijek entre
la Guardia Nacional croata y grupos radicales serbios, en la que estos últimos
recibieron abierto apoyo logístico y militar de unidades militares federales.
Los soldados dispararon contra la Guardia Nacional, y una
granada de tanque destruyó totalmente un piso de un edificio cercano. El
Gobierno croata acusó ayer al Ejército de haber creado un corredor para la
huida de las bandas armadas desde Tenje hasta Borovo Selo, otra localidad en
manos de serbios radicales, desde la que huyeron a la provincia serbia de
Voivodina, en la otra orilla del Danubio.
El ministro de Defensa manifestó que en los últimos días se
han producido en Croacia tantos muertos y heridos como durante la intervención
militar en Eslovenia.
Sin ponerse en duda los datos facilitados, el tono duro y
agresivo del recién nombrado ministro de Defensa croata, que descargó toda una
letanía de propaganda poco sutil sobre los periodistas que acudieron a
escucharle ayer en Zagreb, hace pensar que en los últimos días vuelve a ganar
terreno en el Gobierno croata el grupo de halcones.
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