Por HERMANN TERTSCH
El País, Tirana,
02.04.91
El Partido del Trabajo de Albania (PTA) logró aplicar con
éxito su dominio de los mecanismos del poder en las elecciones generales del
domingo y vencer con el 67% de los votos. Las primeras estimaciones de la
oposición, que daban al Partido Democrático como rotundo vencedor en las
ciudades, se vieron ya frustradas al conocerse la absoluta supremacía de los
comunistas en el campo, en las que vive el 65% de la población. El Partido
Democrático ha vencido en las principales ciudades y despojado de su escaño en
Tirana al presidente, Ramiz Alia.
De los 250 escaños del Parlamento, 90 se disputaban en las
ciudades y 160 en el campo. Los resultados finales podrían venir a situarse en
esta misma relación.
No obstante, y al igual que sucedió en las elecciones de
otros países balcánicos, como Bulgaria, Rumanía y Serbia, los comunistas han
utilizado su aparato para hacer votar a toda la población agraria en
bloque por sus listas.
Ayer llegaban a las sedes de la oposición en Tirana, Kavaya
y Shkodra centenares de denuncias de irregularidades como coacciones a los
campesinos, votaciones masivas y repetidas de soldados bajo órdenes de
oficiales y cabezas de familias numerosas que ejercían el voto para todos sus
parientes.
Éxito sobrevalorado
Los resultados demuestran que la joven oposición
sobrevaloraba su ya notable éxito de plantear a la población urbana la
existencia de una alternativa a un partido que gobernó de forma implacable
durante 45 años.
Con sólo tres meses de existencia y prácticamente sin
medios, la oposición no ha podido llegar a la población agraria, aislada por
la falta de infraestructura del país y falta de información debido al monopolio
comunista de radio y televisión.
La población del campo albanés, dirigida por los cuadros
comunistas, ha votado como lo ha hecho en los últimos 45 años, por el Partido
del Trabajo, unos porque no se han enterado que existe alternativa, otros
porque piensan que los tiempos no han podido cambiar tanto como para desafiar al
PTA sin graves consecuencias para su persona y su familia.
Los primeros resultados provisionales conceden al PTA más
del 60% y 170 escaños; al Partido Democrático, el 27% y 67 diputados; al
partido de la minoría griega, Homonia, 4 diputados, y al Partido Republicano,
1. En torno a 10 escaños han quedado aún sin definir, a la espera de una
segunda vuelta.
Los dirigentes del Partido Democrático, que aún en la
madrugada y después de recibir los resultados de las principales ciudades del
país se mostraban exultantes por lo que consideraban una rotunda victoria,
aceptaron ayer su derrota, al tiempo que negaban una vez más cualquier tipo de
alianza con los comunistas.
El número dos del Partido del Trabajo, Xhelle Gjoni,
se manifestó satisfecho por la victoria y renovó su oferta de coalición a la
oposición, ya rechazada.
En diversas ciudades albanesas se celebraron ayer
manifestaciones espontáneas en contra del "fraude electoral" y en
favor de la democracia.
En Kavaya, ciudad considerada como la cuna del movimiento
democrático, donde por primera vez la población desafió al régimen de Ramiz
Alia, centenares de jóvenes mostraban su consternación y manifestaban a este
corresponsal que si el Partido Democrático no salía a la calle a combatir por
la democracia todos ellos están decididos a huir al extranjero.
"En Durres [el puerto cercano desde el que han huido
decenas de miles de albaneses a Italia], el Ejército dispara a quien quiera
acercarse a un barco, pero no tendrán balas suficientes para todos los que no
podemos ya vivir bajo los comunistas. Estamos al borde de la desesperación y el
llanto".
El presidente del Partido Democrático, Salij Berisha, intentó calmar a unos miles de seguidores que se habían congregado ante la sede
principal. "Si no numéricamente, política y moralmente somos los
vencedores de estas elecciones. Pronto el PTA celebrará su congreso, se
dividirán y no podrán gobernar, y habrá unas nuevas elecciones que sí ganaremos
nosotros".
[Pese a la constatación de algunas irregularidades, la
mayoría de observadores internacionales han insistido en la limpleza de las
elecciones.
El delegado norteamericano del Instituto Democrático
Nacional Thomas Melia, llegó incluso a decir que con estas elecciones el
pluripartidismo había quedado legitimado en Albania, pero especificó que
resultaba prematuro decir que con los comicios del pasado domingo la democracia
había quedado consolidada en el territorio albanés, informa Reuter.]
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