Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Split
El País Jueves,
13.06.91
Los presidentes de las repúblicas yugoslavas de Serbia,
Croacia y Bosnia-Herzegovina intentaron ayer, en la ciudad croata de Split,
llegar a un acuerdo de última hora que evitara que la proclamación de
independencia de Croacia antes del 30 de junio se vea precedida de una oleada
de violencia en las regiones de mayoría serbia. Los tres presidentes estudiaban
la división de Bosnia-Herzegovina y la anexión a Serbia de las regiones de esta
república habitadas por serbios.
La reunión despertó una tensa expectación ya que se
celebraba tan sólo a tres días del plazo dado por Croacia para llegar a un acuerdo
antes de proclamar su independencia como muy tarde el 30 de junio. La
posibilidad de una mutilación de Bosnia puede provocar, además, el
levantamiento de la comunidad musulmana, una de las pocas que hasta ahora se ha
mantenido al margen del conflicto interétnico yugoslavo. El ejército yugoslavo
continúa desplegando tropas en Croacia, así como las operaciones de los
servicios de información contra croatas supuestamente participantes en la
manifestación del pasado 6 de mayo en Split en la que resultó muerto un
soldado.
Más de 300 ciudadanos de Split se han ocultado para evitar
su detención, después de que el ejército arrestara a cuatro manifestantes, acto
calificado de secuestro por las autoridades croatas. Los 7.000 obreros de los
astilleros de Split, compañeros de dos de los secuestrados por el
ejército, amenazaron ayer con nuevas movilizaciones si éstos no son puestos en
libertad.
Fuentes gubernamentales croatas manifestaron a EL PAÍS que
la división de Bosnia con cesión de territorios a Serbia sólo sería aceptable
si lleva consigo la simultánea anexión a Croacia de Bosnia occidental. En la
ciudad de Split, la reunión de Tudjman con Milosevic despertó ayer un rechazo
total. La población esperaba con tensión los resultados de la entrevista y
nadie ocultaba que cualquier acuerdo entre ambos líderes a costa de
Bosnia-Herzegovina sería recibido con una ola de resistencia de los musulmanes
bosnios y de los croatas de Dalmacia.
A pesar de la prohibición policial, unos centenares de
personas se manifestaron al mediodía de ayer en Split con pancartas en las que
se acusaba a Tudjman de "traición al pueblo croata".
Los tres presidentes, el croata Franjo Tudjman, el serbio
Slobodan Milosevic y el bosnio Alia Izetbegovic, concluyeron anoche una reunión
de cinco horas en la Villa Dalmacia del puerto adriático de Split y prometieron
volver a encontrarse la semana próxima para continuar las conversaciones. La
agencia oficial croata Hina informó que "discutieron la regionalización de
Bosnia-Herzegovina". La prensa yugoslava rompía así su silencio respecto a
la posibilidad de una división de Bosnia-Herzegovina que, según había
confirmado un día antes el portavoz del presidente Tudjman, Marko Nobilo, iba a
ser un punto clave de la agenda de trabajo.
Medios de la oposición croata criticaron ayer duramente el
encuentro de Tudjman con Milosevic. Según el presidente del Partido Democrático
de Croacia en Split, Boban Nenad, "Tudjman tiene un mandato claro del
referéndum y es negociar la propuesta croata y eslovena (de confederación de
estados soberanos). No tiene mandato para nuevas propuestas y tememos que pueda
llegar a un acuerdo sobre Bosnia que solo hará crecer las ambiciones
expansionistas de Milosevic". "Si Tudjman accede ahora a la anexión
por parte de Serbia de la Herzegovina occidental, ésta estará unida a
Montenegro e impondrá por la nueva correlación de fuerzas la anexión de
Montenegro a Serbia.
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