Por HERMANN TERTSCH
El País, Zagreb,
30.06.91
YUGOSLAVIA, AL BORDE DE LA DESINTEGRACIÓN
La guerra en Yugoslavia continúa y amenaza con extenderse.
La mediación de la Comunidad Europea, que despertó en la pasada madrugada
esperanzas de una solución pacífica, se quebró ayer. El alto el fuego inicial y
el acuerdo de paz que había logrado establecer la troika de ministros de
Exteriores de la CE entre las partes contendientes saltó ayer en pedazos,
augurando, como dijo el líder macedonio Vasil Tupurkovski, "negras horas
para Yugoslavia". Entretanto, mandos militares han lanzado un ultimátum a
los secesionistas eslovenos.
La reunión prevista en el acuerdo para la confirmación de
Stipe Mesic como jefe del Estado no pudo siquiera celebrarse. Nuevos
enfrentamientos causaban más muertes en Eslovenia, y los choques étnicos en
Croacia comenzaron ayer a emular en gravedad a los combates entre el Ejército
federal y las Fuerzas Territoriales eslovenas. A primeras horas de la madrugada
de hoy se hablaba de al menos cinco muertos en Croacia y de numerosos heridos.
En Eslovenia continuaban los combates, si bien nunca suspendidos sí
intensificados tras saberse que Serbia se volvía a oponer al nombramiento de
Mesic y que Croacia y Eslovenia se mantenían firmes en la defensa de su
proclamada independencia.
Las fisuras que parecían surgir entre Croacia y Eslovenia
sobre la estrategia a adoptar se cerraron ayer con el rechazo serbio a las
condiciones mínimas acordadas por el presidente serbio, Slobodan Milosevic, con
la troika comunitaria.
Mientras en la capital eslovena Liubliana, existía la
psicosis entre su población de un inminente ataque por sorpresa, el general del
Estado Mayor yugoslavo Marko Negovanovic lanzó ayer un ultimátum a Eslovenia a
través de la televisión. El general amenazó "con una decisiva acción
militar a gran escala" si se continuaba hostigando a las tropas federales.
"Estamos en el comienzo de una guerra civil, la situación es dramática y
Yugoslavia corre el peligro de desintegrarse".
El Ejército yugoslavo violó ayer repetidamente el alto el
fuego en el que se basa el acuerdo de paz alcanzado la madrugada del sábado
entre las partes contendientes con la mediación de la troika de
ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea. En diversos puntos de
Eslovenia se sucedieron ayer los enfrentamientos del Ejército con las fuerzas
de Defensa Territorial de la República. El Ejército siguió desplegándose por
Eslovenia y Croacia, sin que nada indicara su disposición a retirarse a sus
bases, tal como exigen las dos repúblicas para seguir negociando.
El presidente de Eslovenia, Milan Kucan, anunció ayer que,
tras la sangrienta ocupación por parte del Ejército federal, Eslovenia ya no
será nunca parte de Yugoslavia si no es ocupada por la fuerza. En la capital
croata, Zagreb, las autoridades denunciaron operaciones militares contra
población civil en la región de Eslavonia. Serbios radicales atacaron a
policías croatas y por primera vez también a miembros de la minoría húngara.
En un viaje relámpago a Belgrado y Zagreb, los ministros de
Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jacques Poos; de Italia, Gianni de Michelis,
y de Holanda, Hans van der Broek, habían logrado arrancar a Eslovenia y Croacia
una moratoria de tres meses para todas las medidas previstas hacia su plena
independencia, si bien sin revocar la proclamación de la misma.
Concesiones
mutuas
Zagreb y Liubliana accedieron, según las primeras
informaciones, a condición de que el Gobierno federal impusiera el alto el
fuego y la retirada del Ejército a sus cuarteles y Serbia reconociera el
nombramiento del representante croata, Stipe Mesic, como presidente de la
jefatura colectiva del Estado. Los tres ministros comunitarios abandonaron
Zagreb a las tres de la madrugada de ayer visiblemente optimistas. Horas
después, sin embargo, las esperanzas creadas se desmoronaban por la llegada de
noticias de nuevos combates.
Tanto el presidente esloveno como las autoridades croatas
denunciaron la violación del alto el fuego y dejaron claro que el acuerdo
logrado por mediación de la CE no cambia en nada su decisión de romper
definitivamente con la actual Yugoslavia. También en Croacia proliferaron los
intercambios de disparos entre la policía croata y grupos de serbios radicales
que, al parecer, preparaban anoche una nueva ofensiva en las regiones de
población mixta serbo-croata en Krajina y Eslavonia.
Los ministros de la CE habían iniciado su viaje relámpago el
viernes por la noche, directamente desde Luxemburgo, donde se encontraba reunido
el Consejo Europeo. Primero se entrevistaron en Belgrado con el primer
ministro, Ante Markovic, y después, con el presidente serbio, Slobodan
Milosevic, que en principio aceptó que el croata fuera presidente federal.
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