Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Belgrado
El País Sábado,
15.06.91
El enfrentamiento directo entre la república yugoslava de
Eslovenia y el Gobierno federal de Ante Markovic estalló ayer al amenazar las
autoridades centrales con medidas de fuerza si Liubliana no cierra sus
fronteras a las importaciones. Este veto a toda importación por los puestos
aduaneros de Eslovenia, limítrofes con Austria e Italia y los más importantes
de toda Yugoslavia, se produjo horas después de que las autoridades de
Liubliana anunciaran su rechazo al ultimátum federal para que reanudara el
ingreso en las arcas federales de sus ingresos por aranceles aduaneros.
El Gobierno de Liubliana, que ha anunciado la proclamación
de su independencia para el 26 de junio, ya había advertido que en esa misma
fecha asumiría todas las competencias aduaneras en la república.
Markovic fracasó el miércoles en Liubliana en su intento de
frenar, mediante propuestas y amenazas, el proceso de secesión.
El viceministro de Defensa y comisario político comunista
del ejército yugoslavo, Stane Brovet, acusó ante el Parlamento federal a
Eslovenia y Croacia de seguir importando armamento masiva e ilegalmente,
incluidas decenas de miles de armas para infantería, sistemas antitanque,
granadas, minas y gran cantidad de explosivos. Según Brovet, las dos repúblicas
septentrionales yugoslavas han adquirido material bélico o entablado
negociaciones para ello en numerosos países, entre ellos España.
El ministro federal del Interior declaró, por su parte, que
Croacia y Eslovenia han formado una alianza defensiva basada en un concepto de
resistencia civil armada contra el ejército federal yugoslavo.
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