Por HERMANN TERTSCH / AGENCIAS
El País, Zagreb,
03.08.91
Una nueva matanza en la región croata de Eslavonia, la más
sangrienta desde el estallido violento del conflicto yugoslavo, podría haber
causado la muerte a 80 policías croatas en Dalj, una población junto al
Danubio, según informes sin confirmar de la agencia yugoslava Tanjug. El
presidente de Croacia, Franjo Tudjman, reconoció anoche que los enfrentamientos
produjeron 20 muertos entre civiles y miembros de la Guardia Nacional croata.
Tudjman, en una conferencia de prensa celebrada junto al ministro holandés de
Exteriores, Hans van der Broeck, señaló que hay también 25 desaparecidos.
La guerra, aunque no declarada, se encamina inexorablemente
hacia las cotas de crueldad y terror que caracterizaron siempre las
conflagraciones armadas en la conflictiva región de los Balcanes. Dalj, vecina
de la serbia de Borovo Selo, fue atacada desde el pasado jueves por
guerrilleros serbios procedentes de la provincia de Voivodina. Poco después,
fue cercada por soldados y tanques del ejército yugoslavo que abrieron fuego
de grueso calibre contra la policía croata. Según la agencia yugoslava Tanjug,
más de 80 agentes croatas, en su mayoría oficiales, murieron a consecuencia del
bombardeo y otros 40 fueron capturados por los guerrilleros serbios. Fuentes
serbias, citadas por esa agencia, afirmaron que se trató de una batalla que
comenzó cuando 300 policías, destacados en Dalj, se negaron a rendirse y "abrieron fuego contra el ejército yugoslavo que intentaba
interponerse" entre los dos bandos. Después de dos días de combates, ayer
por la tarde volvió la calma a la zona.
Por su parte, portavoces policiales croatas aseguraron desde
la vecina localidad de Osijek que "bandas de guerrilleros serbios
irrumpieron en las casas de Dalj y asesinaron a todo joven croata que
encontraban a su paso". Según estas fuentes, los tanques federales
entraron en Croacia desde Serbia y atacaron el cuartel policial tras el ataque
inicial.
Tudjman logró evitar ayer que una revuelta de la línea
dura impusiera en el Parlamento una declaración de guerra a Serbia pero
fue incapaz de negociar una mayoría para su nuevo Gobierno.
A última hora de la tarde se reunió la presidencia colegiada
de Yugoslavia y propuso a Croacia una versión "modificada" de su
proyecto de alto el fuego "inmediato, absoluto e incondicional", que
hasta ahora ha sido continuamente violado en las regiones croatas de Eslavonia
y Banija. A primeras horas de la madrugada aún no se había recibido la
respuesta croata.
Franjo Tudjman se entrevistó con la troika comunitaria, compuesta por los ministros de Exteriores de Portugal, Holanda y Luxemburgo,
para explicarles la grave situación en que se encuentra la república que ha perdido
el control sobre cerca de un tercio de su territorio y para solicitar el urgente
envío de una fuerza de paz. Dada la gravedad de los enfrentamientos en
Eslavonia, nadie en Zagreb cree que la mera presencia de un número limitado de
observadores desarmados tenga alguna garantía de éxito en sus intentos de
pacificación.
Sesión parlamentaria
La sesión de emergencia del Parlamento, que fue interrumpida
el jueves tras virulentos ataques a la línea moderada, fue
continuamente aplazada ayer para ser pospuesta hasta hoy. En el partido de
Tudjman, la Comunidad Democrática Croata (HDZ), como en toda la sociedad croata
crece la presión a favor de declarar la guerra para que la comunidad
internacional tenga conciencia de que ésta existe y se combate con insólita
violencia en algunas regiones croatas.
Tudjman recibió ayuda del Partido para los Cambios
Democráticos (ex comunista) en su esfuerzo por frenar a quienes quieren
declarar la guerra abierta. Fuentes del HDZ señalaron que Tudjman intenta
aferrarse a los sectores del ejército que respetan aún al Gobierno electo de
Croacia para frenar a las unidades que combaten ya abiertamente en el lado de
los guerrilleros serbios contra sus fuerzas policiales y de la Guardia
Nacional.
La batalla de Kostajnica, en la región de Banija, que
concluyó con la retirada de las fuerzas croatas y toda su población, así como
los combates en la ribera del Danubio en Eslavonia, donde las localidades de
Erdut y Almajs tuvieron que ser asimismo desalojadas, han causado una gran
conmoción y la resignación de que con su actual armamento, Croacia está
condenada a perder esta guerra la declare o no. Por ello, Tudjman luchaba ayer
desesperadamente contra el sector más duro para forzar una nueva negociación y
un alto el fuego coincidiendo con la presencia de la troika en
Yugoslavia.
Según las fuerzas moderadas del Parlamento croata, los
ataques del jueves tenían por objeto provocar esta declaración de guerra por
parte de Zagreb, para que Croacia aparezca como el "iniciador de la
guerra" y el ejército, del que sólo algunas unidades están implicadas en
los ataques, se considere en su conjunto en guerra contra las autoridades
croatas.
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