EL PAÍS Viena, 13.12.83
Hoy se cumplen
cuatro años desde que la OTAN adoptara en Bruselas la llamada doble decisión.
El distanciamiento Este-Oeste alcanzará un nuevo momento crítico el jueves, dos
días después del aniversario de la doble decisión, cuando se rompa, según todos
los indicios, el último puente de diálogo sobre desarme que existe aún entre
las dos superpotencias: las conversaciones de Viena sobre reducción de tropas
en Europa (MBFR)
Se manifestaba en la doble decisión de
1979 la necesidad de que Estados Unidos entablase negociaciones con la URSS
sobre la limitación de misiles de alcance medio. De no llegarse a un acuerdo
entre las dos superpotencias antes de mediados de noviembre de 1983, a Alianza
Atlántica procedería a instalar misiles nucleares norteamericanos en varios
países europeos.El acuerdo preveía para este caso la instalación de 572 misiles
Pershing 2 y de crucero en la República Federal de Alemania (RFA), el Reino
Unido, Italia, Bélgica y Holanda para contrarrestar lo que la OTAN calificó de
"monopolio soviético de misiles de alcance medio en Europa" y
"supremacía soviética en armamento convencional en el continente",
especialmente en carros de combate.
A mediados de noviembre de 1983 no se había
llegado a un acuerdo, y, como estaba previsto, la mayoría democristiana y
liberal del Parlamento alemán occidental aprobó el comienzo de la instalación
en territorio de la RFA de los primeros misiles Pershing. Como ya había
advertido la URSS, y en contra de los pronósticos de diversos responsables de
la Administración norteamericana, la puesta en marcha del despliegue de los euromisiles supuso la inmediata retirada de la URSS de las negociaciones de
Ginebra sobre misiles de alcance medio.
En un mensaje del máximo dirigente soviético,
Yuri Andropov, el 24 de noviembre, tres días después de la aprobación del
despliegue de los Pershing por el Parlamento federal alemán, se hicieron
públicas las contramedidas soviéticas. Éstas incluyen la instalación de nuevos
misiles tácticos en la República Democrática Alemana (RDA) y Checoslovaquia, la
suspensión de la moratoria unilateral establecida por la URSS sobre el
despliegue de nuevos misiles SS-20 en la parte soviética de la URSS y el
establecimiento de "nuevos sistemas nucleares en submarinos y buques en
aguas oceánicas" para aumentar la amenaza de un contragolpe nuclear al
territorio de EE.UU.
Febril actividad en el Este
Desde la publicación
de estas medidas -parte de las cuales ya están en marcha, como es el caso de la
instalación de misiles nucleares en la RDA y Checoslovaquia- reina en los
países del Pacto de Varsovia una actividad febril, tanto en el terreno político
como en el militar. La actividad política va dirigida fundamentalmente a
eliminar las reticencias que han mostrado varios dirigentes de países miembros
del Pacto hacia las medidas anunciadas por Yuri Andropov. Los habitantes de la
RDA y Checoslovaquia han recibido con especial inquietud el anuncio del
despliegue de misiles nucleares en su territorio y los medios de comunicación
oficiales se han hecho eco de protestas ciudadanas contra el mismo. En el
terreno militar, se multiplican los encuentros de responsables de los estados
mayores de los países implicados en el nuevo rearme.
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