EL PAÍS, 13.01.84
Las posibilidades de que se alcancen acuerdos concretos
entre las superpotencias en la Conferencia sobre Desarme en Europa, que dará
con el próximo día 17 en Estocolmo, son muy escasas. Además, cualquier
hipotético acuerdo de este tipo tendría que buscarse al margen de la
conferencia, cuyo campo de actuación está estrictamente determinado en el
mandato emitido por la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa
celebrada en Madrid.
Ésta es, a pocos
días del comienzo de la reunión de Estocolmo -en la que muchos ven la última
oportunidad de una reanudación a corto plazo del diálogo entre Washington y
Moscú-, la opinión de Juan Luis Pan de Soraluce, embajador de España en Austria
que desempeñó un destacado papel como jefe de la delegación española en la
consecución de un acuerdo final en la Conferencia de Madrid. Pan de Soraluce
comparte, sin embargo, el moderado optimismo de quienes creen que en Estocolmo
mejorarán las relaciones Este-Oeste. Según manifestó ayer a este corresponsal,
el diplomático español espera una campaña propagandística de los países del
Este en la primera fase de la conferencia, en la que reiterarán propuestas ya
presentadas y rechazadas por la Alianza Atlántica en su día. Estados Unidos,
por su parte, mostrará una mayor disponibilidad para el diálogo sobre bases
concretas, con la intención de frustrar la táctica soviética, que ya se
perfila, de convertir a Estocolmo en un foro propagandístico que haga recaer
toda la responsabilidad de la ruptura Este-Oeste sobre la Administración
norteamericana. La alocución del presidente Ronald Reagan, anunciada para el
dia anterior a la apertura de la conferencia, puede ser un golpe de efecto en
este sentido.
Posibilidades de acercamiento
La impresión de una
actitud conciliadora norteamericana parece confirmarse con las declaraciones
del embajador James Goodby, jefe de la delegación de Estados Unidos en
Estocolmo, en las que no descarta, en un principio, la posibilidad de un
acercamiento de su país a algunas propuestas de los países del Pacto de
Varsovia, como el proyecto de desnuclearización de los Balcanes y la firma de
un acuerdo de no agresión. Respecto al pacto de no agresión, Goodby especificó
que éste no deberá limitarse a un acuerdo entre los dos bloques, sino que habrá
de incluir el compromiso de no agresión entre los diversos países del bloque
oriental. En todo caso, como manifestó Pan de Soraluce, el campo de actuación
de la Conferencia de Estocolmo está perfectamente definido por la CSCE de
Madrid. La Conferencia de Estocolmo no es soberana, y deberá ser la próxima
CSCE de Viena, en noviembre de 1986, la que ratifique los acuerdos que puedan
tomarse ahora en el foro sueco. Allí se deberán tratar primero las denominadas
"medidas de confianza", para pasar después al tratamiento de
cuestiones específicas de desarme. Un factor de importancia en cuanto a las
primeras es la verificación de datos sobre movimientos y contingentes de tropas
y armamento.
El problema de la
verificación viene siendo el principal obstáculo en las negociaciones sobre
reducción de tropas en Europa, que hasta su interrupción por iniciativa
oriental, el pasado diciembre, se han celebrado en Viena durante 10 años, sin
resultado concreto alguno. Por ello, Pan de Soraluce opina que la duración de
la conferencia es impredecible, y que la afirmación de Goodby de que a mediados
del presente año se habrán perfilado los derroteros que toma la reunión es
aventurada.
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