Por HERMANN TERTSCH
El País, Viena, 02.02.84
La visita de Margaret Thatcher es la primera de una serie
que llevará a Budapest, en los próximos meses, a los jefes de Gobierno de
Italia, República Federal de Alemania, Suecia, Finlandia, Noruega y Bélgica,
que ven en Hungría un posible valedor de cara a un acercamiento a la Unión
Soviética. En la personalidad política de Thatcher y de Janos Kadar, y en la
posición de ambos países en sus respectivas alianzas militares, estriba la
importancia de este encuentro, en el que se pretende relanzar el diálogo
Este-Oeste. La primera ministra británica, fiel defensora de la política de
dureza hacia Moscú propugnada por el presidente norteamericano, Ronald Reagan,
ha moderado considerablemente sus ataques a la URSS en los últimos tiempos.
Kadar, por su parte, cuenta con un enorme prestigio en la alianza militar
oriental y es amigo personal del máximo dirigente soviético, Yuri Andropov. En
la controversia Este-Oeste por el despliegue de misiles norteamericanos en
Europa occidental, las autoridades húngaras se han mostrado en todo momento muy
comedidas en sus críticas a la OTAN, y han expresado en repetidas ocasiones su
deseo e intención de continuar el diálogo con el Oeste.
Budapest es consciente de que Hungría, con un comercio
relativamente amplio con Occidente, un creciente turismo de los países
capitalistas y sin mayores obligaciones militares derivadas de las recientes
contramedidas soviéticas, sería uno de los países más perjudicados por un mayor
deterioro de la situación internacional.
En este contexto, el encuentro entre Thatcher y Kadar supone
un intento de relanzar el diálogo Este-Oeste por parte de dos interlocutores
que cuentan con la confianza de la superpotencia del pacto militar
que integran. Como señalaba ayer el órgano oficial del partido comunista
húngaro, Nepszabadsag, "tanto Budapest como Londres han
subrayado que no existe alternativa a la coexistencia". El diario resalta
la absoluta necesidad del diálogo entre los países de ambos bloques,
independientemente de las diferencias ideológicas o, precisamente, por ellas.
El viaje que ahora emprende Thatcher responde a una
invitación húngara hecha ya hace varios años. Su materialización ha sido
calificada de muy positiva en los medios oficiales de Budapest.
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