EL PAÍS Viena, 17.10.83
El encuentro entre los ministros de Asuntos Exteriores de la
Unión Soviética y Alemania Occidental, Andrei Gromiko y Hans Dietrich Genscher,
terminó ayer en Viena sin resultado alguno que permita albergar esperanzas
sobre un desbloqueo en las negociaciones de Ginebra. Durante más de 11 horas,
entre sábado y domingo, se entrevistaron Gromiko y Genscher en las embajadas de
la URSS y Alemania Occidental, alternativamente, de la capital austriaca.
El encuentro de Viena no ha
modificado en nada las posiciones encontradas. La URSS anunció el viernes en un
comunicado de los ministros de Asuntos Exteriores del Pacto de Varsovia su
disposición de seguir negociando en Ginebra más allá de fin de año si la OTAN
renuncia a instalar sus misiles en la fecha prevista. Ayer ratificó su decisión
de tomar contramedidas en caso de que el despliegue se lleve a cabo. El ministro
germanooccidental de Asuntos Exteriores celebró, al término de las
conversaciones, una conferencia de prensa en la que definió la denominada doble decisión adoptada
por la OTAN en diciembre de 1979 como "una moratoria unilateral
(occidental)".
Asimismo, Genscher señaló que
la postura alemana no ha cambiado y que el Bundestag (Parlamento) aprobará el
próximo día 21 de noviembre el comienzo de la instalación de los cohetes si
hasta entonces no se ha llegado a un acuerdo en Ginebra. Estos misiles podrían
ser retirados de llegarse a un acuerdo posterior.
"Ni optimista ni
pesimista"
Sobre la posible retirada de
Moscú de la mesa de negociaciones cuando el despliegue de los misiles Pershing
2 y de crucero se ponga en marcha, eludió hacer un comentario y señaló que de
sus conversaciones con Andrei Gromiko había sacado la impresión de que Moscú
aún no ha decidido nada al respecto.
Genscher destacó también la
absoluta identificación de su Gobierno con la postura negociadora
norteamericana en Ginebra. En cuanto a la opinión -generalizada tras este
infructuoso encuentro- de que las negociaciones de Ginebra han fracasado ya y
el despliegue de los misiles norteamericanos es un hecho inevitable, Genscher
manifestó no ser "ni optimista ni pesimista por vocación" y que
cuando se negocia hay que esperar al final para conocer el resultado.
No obstante, los intentos de
Genscher por ampliar el marco de la entrevista a otros campos, como el de las
relaciones bilaterales a largo plazo entre la URSS y la RFA, inducen a pensar
que el Gobierno alemán no alberga ya esperanza alguna de que en las cinco semanas
que quedan hasta la fecha tope fijada en Ginebra se pueda llegar a un consenso.
Según el ministro liberal alemán, las negociaciones para una distensión no se
agotan en Ginebra sino que abarcan también las conversaciones sobre limitación
de misiles nucleares estratégicos (START), la negociación sobre limitación de
tropas en Europa (MBFR), que se celebran en Viena, y la actividad de la
Comisión de Desarme de las Naciones Unidas.
Aunque citó muy de pasada
algunos aspectos de la política soviética que minan las relaciones entre la
URSS y la República Federal de Alemania, como son la invasión de Afganistán y
el caso Sajarov, Hans Dietrich Genscher se mostró conciliador y habló sobre las
relaciones bilaterales y las posibilidades de fortalecerlas, independientemente
de la instalación de los misiles.
Genscher mostró de este modo
el interés del Gobierno alemán por evitar que el despliegue de los misiles
norteamericanos afecte a las relaciones comerciales entre ambos paises, que
abren un gran mercado para la industria alemana. Respecto a las relaciones
interalemanas, el ministro señaló que si en el pasado habían sido un lastre
para las relaciones Este-Oeste, hoy, pese a las dificultades, juegan un papel
positivo.
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