EL PAÍS Viena 03.12.83
La reunión de la comisión de
ministros de Defensa de los países miembros del Pacto de Varsovia -anunciada,
sin especificar fecha, para la "primera quincena de diciembre" en
Sofía- ha despertado gran interés en medios políticos occidentales, que ven en
la misma un intento de coordinar las contramedidas anunciadas por Moscú en
represalia por el despliegue de los euromisiles en Europa occidental". Las
divergencias surgidas en el seno del Pacto de Varsovia, especialmente en lo que
se refiere a la instalación de nuevos misiles nucleares soviéticos en la
República Democrática Alemana y Checoslovaquia, han quedado en evidencia con
las declaraciones de altos dirigentes comunistas de Europa oriental. Nicolae
Ceaucescu, jefe del Estado y del Partido Comunista de Rumanía, ha sido el que
con mayor claridad ha mostrado su desacuerdo con el rearme soviético,
presentando varias propuestas de negociación que difieren sustancialmente de la
postura del Kremlin. Sin embargo, también las autoridades de la RDA y
Checoslovaquia, tradicionalmente dos de los más sumisos aliados de la política
exterior de la URSS, han mostrado, con más o menos soslayo, sus reticencias
hacia la instalación de nuevos misiles nucleares tácticos en sus respectivos
territorios. Aunque sus jefes de Estado han calificado las medidas soviéticas
de "inevitables", reconocieron que "no hacen feliz a nadie".
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