EL PAÍS Viena, 20.09.83
El vicepresidente norteamericano, George Bush, llegó ayer a
Budapest, en la tercera etapa de su gira por países del sureste europeo, que le
ha llevado a Yugoslavia y Rumanía, y que terminará con una estancia de dos días
en Austria. Durante su breve visita a la capital húngara -hoy está prevista su
partida hacia Viena- el vicepresidente norteamericano se entrevistó con el jefe
del partido comunista y máximo dirigente del país, Janos Kadar, y con el primer
ministro, Gyorgy Lazar, que fue a recibirle al aeropuerto.
Bush es el primer político norteamericano de tan alto rango
que visita Hungría, ya que este país ha quedado normalmente al margen de las
giras de mandatarios estadounidenses por la zona, que se limitaban a Yugoslavia
y Rumanía.
Este hecho supone, a juicio de observadores políticos, un
reconocimiento de la Administración norteamericana a la política de reformas
húngara, tanto en el terreno económico como últimamente, si bien de forma
tímida, también constante, en el terreno político.
Además, las conocidas excelentes relaciones entre Janos
Kadar y el jefe del Estado soviético, Yuri Andropov, hacen del dirigente húngaro
un posible interlocutor ante el Kremlin, ahora que el rumano Nicolae
Ceaucescu, que cumplía este papel en el pasado, parece haber perdido crédito en
Moscú.
Amistad Kadar-Andropov
La amistad entre Kadar y Andropov se remonta a antes de la
invasión soviética en Hungría, que aupó al dirigente húngaro al poder, siendo
embajador soviético en Budapest el actual jefe del Kremlin. En el aeropuerto de
Bucarest, antes de partir hacia la capital húngara, Bush hizo unas
declaraciones a la agencia de noticias rumana Agerpress, en las que expresó la
voluntad norteamericana de seguir en la mesa de negociaciones de Ginebra
después del plazo marcado del 15 de noviembre para el comienzo de la
instalación de misiles norteamericanos en Europa occidental.
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