EL PAÍS Praga, 27.06.83
Con un comunicado contra la instalación de misiles
norteamericanos en Europa y la carrera armamentista en general, se clausuró
ayer en Praga el Congreso por la Paz y la Vida, contra la guerra nuclear, que
durante seis días ha reunido en la capital checoslovaca a 3.000 delegados de
132 países.La preponderancia ideológica comunista propiciada por los
organizadores -el Consejo Mundial de la Paz y el país anfitrión- se refleja en
el comunicado final, que asume las directrices de la política exterior del
Pacto de Varsovia.
El comunicado se manifiesta contra las armas nucleares en
ambos bloques y pide la congelación de los arsenales y negociaciones reales
sobre la reducción de armas de todo tipo en Europa. Si bien ha habido durante
el congreso protestas de participantes occidentales por considerar que las
medidas de las autoridades checoslovacas contra miembros del grupo disidente
Carta 77 contradecían el espíritu pacífico y abierto que, según los
organizadores, presidía el congreso; invitados occidentales mostraron su
satisfacción por la variedad de las intervenciones.
Al intervenir el sábado el representante de Afganistán, hubo grupos de asistentes, entre ellos gran parte de la delegación española, que
abandonaron la sala. La presencia española estaba formada por 43 representantes
de partidos, sindicatos, movimientos pacifistas y religiosos, y del mundo de la
cultura, en contra de informaciones preliminares al congreso que la anunciaban
mucho más escasa.
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