EL PAÍS Viena, 25.02.83
Estados Unidos ha reanudado su participación en las
actividades de la Agencia Internacional de Energía Atómica, suspendidas hace
cinco meses en protesta por la expulsión de Israel del organismo. Una
delegación norteamericana encabezada por el embajador Richard Kennedy toma
parte en la sesión del consejo de gobernadores de la agencia, que se celebra en
Viena. El embajador Kennedy destacó en la apertura de la sesión la importancia
de la agencia para la seguridad de los países miembros y condenó todo intento de
politizar sus actividades, ya que esto pondría en peligro su efectividad.
El pasado mes de septiembre la
agencia decidió expresar su condena a la invasión de Líbano por parte de
Israel, negando las credenciales a los representantes israelíes. Esta medida no
suponía la expulsión de Israel, pero impedía de hecho toda actividad de sus
delegados en la agencia. Como consecuencia, se produjo la retirada de Estados
Unidos por lo que consideró una discriminación injusta de Israel, suspendiendo
todas las actividades de la agencia en Estados Unidos y amenazando con no pagar
su aportación, que cubre cerca del 40% del presupuesto de la agencia.
La retirada norteamericana
nunca fue tomada realmente en serio por los expertos, ya que la agencia
responde en gran medida al interés de Estados Unidos de controlar la industria
nuclear de los países miembros a través del sistema de salvaguardias. Este
sistema establece inspecciones periódicas en las centrales nucleares para
controlar su funcionamiento, evitar que se produzca plutonio y que se distraiga
material de la industria nuclear civil para fines bélicos.
De abandonar la agencia, EE UU
hubiera dejado de percibir esta información sobre el estado de desarrollo de la
industria nuclear de los países que la integran.
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