EL PAÍS Viena, 26.04.83
Los 12 escaños del Partido Liberal (FPE) le convierten, de
hecho en el árbitro de la situación política austriaca, tras los comicios del
domingo, en que ninguno de los grandes partidos (socialistas y democristiano)
obtuvo la mayoría absoluta. Los órganos directivos de las tres fuerzas
representadas en el Parlamento, mantuvieron ayer reuniones para estudiar las
posibles fórmulas de Gobierno tras la dimisión del canciller Bruno Kreisky por
no haber alcanzado su partido (el SPOE, socialista ) la mayoria absoluta que
ostentaba desde hace 12 años.
La posición del Partido
Liberal se ha visto fortalecida, ya que de no llegar los dos grandes partidos a
un acuerdo de coalición estarían en situación de exigir fuertes contrapartidas
a cambio de su apoyo parlamentario.
Para una coalición con los
socialistas, los liberales exigirán ciertas carteras ministeriales. La mayor
dificultad para un acuerdo estriba en la solicitud liberal de un ministerio
económico.
El SPOE no puede, por otra
parte, crear tensión entre sus bases que verían muy mal la entrega de un
ministerio clave a los liberales, ahora que se avecina una profunda renovación
en el seno del partido, provocada por la retirada del canciller, que ha sido
durante muchos años el aglutinador de las corrientes en el partido y en el
sindicato. El presidente del Partido Liberal, Norbert Steger, ha anunciado ya
su disposición a entablar conversaciones con "todos los partidos".
Éstas declaraciones se pueden interpretar como un anuncio por parte del
dirigente liberal de que en caso de no llegar a un acuerdo con los socialistas
podría negociar una coalición con conservadores. Para que las condiciones
hicieran posible una coalición liberal-conservadora, tendría que fracasar antes
el sustituto de Kreisky como candidato socialista, el vicepresidente y ministro
de Educación, Fred Sinowatz, en sus gestiones para conseguir una mayoría
estable.
Lógicamente será el candidato
socialista el que reciba el encargo inicial de formar gobierno por parte del
presidente de la República, Rudolf Kirchschlaeger.
El Partido Socialista cuenta
además con la posibilidad de formar un Gobierno minoritario, posibilidad que,
no obstante, parece no tener el beneplácito del jefe del Estado.
En el caso improbable de que
el candidato conservador Alois Mock recibiera en segundo lugar el encargo de
formar Gobierno, debido a la incapacidad de los socialistas de crear una
mayoría de Gobierno, las posibilidades de conservadores y liberales de llegar a
un acuerdo son muy remotas, y en todo caso, la viabilidad de un Gobierno en
contra del partido mayoritario y de los sindicatos ofrece graves dudas.
De hecho, un Gobierno sin los
socialistas supondría el fin de la Sozialpartnerschaft, el pacto social establecido en
Austria y que ha permitido a la economía del país, dar por sobreentendida la
existencia y conservación de la paz social. Como botón de muestra cabe decir
que en el año 1982 salieron a la huelga poco más de 100 obreros austriacos, lo
que supone por trabajador austríaco pocos segundos del horario laboral perdidos
en acciones reivindicativas.
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