miércoles, 12 de febrero de 2014

CAMPAÑA CHECA DE INTIMIDACIÓN CONTRA LOS DISIDENTES

Por HERMANN TERTSCH
EL PAÍS Viena, 17.06.83


Las autoridades checoslovacas han desatado una campaña de intimidación contra círculos disidentes de Praga para prevenir posibles manifestaciones de protesta contra el régimen durante el Congreso por la Paz y contra la Guerra Nuclear, que se celebrará del 21 al 26 de junio en la capital checoslovaca. El congreso ha sido preparado por el Gobierno checoslovaco con un enorme despliegue de medios, y marca un punto culminante en la campaña de los países socialistas en contra de la instalación de misiles nucleares norteamericanos en Europa occidental. Los Gobiernos occidentales, incluidos los que mantienen reservas hacia el estacionamiento de los misiles de crucero y los Pershing, han boicoteado los actos por entender que se trata de una plataforma propagandística del Pacto de Varsovia. Según los organizadores, acudirán al mismo cerca de 3.000 invitados de 150 países.

Rafael Alberti, Armando López Salinas y Juan Antonio Bardem son, según los organizadores, los únicos españoles que han anunciado su presencia en el congreso de Praga.

Ante esta afluencia de extranjeros, en gran parte occidentales, y de la Prensa internacional, la policía checoslovaca está citando en los últimos días a personas conocidas por su postura crítica hacia el régimen de Gustav Husak y les "aconseja" ausentarse de Praga durante toda la segunda quincena de junio. En caso contrario, los disidentes han sido advertidos de que podrían dictarse medidas para aislarlos, según informaron fuentes de la oposición checoslovaca en Viena a este diario.

Se sabe que el sacerdote y crítico Vaclav Maly ha sido convocado para servir en el Ejército durante las citadas dos semanas.

Por otra parte, los organizadores del congreso han negado la invitación solicitada por el grupo disidente Carta 77. Firmada por Jan Kozhk, Marie Rut Krizkova y Anna Marvanova, aludía al carácter abierto a "todos los grupos y movimientos amantes de la paz" que, según los organizadores, tiene el congreso de Praga.

Cierre de fronteras

El hecho de que estas medidas represivas hayan trascendido a la Prensa occidental y la repercusión del cierre de las fronteras checoslovacas al tránsito hacia Polonia con motivo de la visita del papa Juan Pablo II a este país son, según todos los indicios, la causa real de la suspensión de la conferencia de Prensa que hace dos días iban a celebrar los organizadores del congreso en Viena. 

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