EL PAÍS Viena, 01.02.83
La Embajada española en Sofía ha iniciado los trámites para
asesorar jurídicamente a dos camioneros españoles detenidos la semana pasada
por la policía búlgara cuando pretendían pasar la frontera turcobúlgara con un
total de ochocientos kilos de hachís escondidos en sus camiones. Se trata de
José Aparecero Garrido y Juan Piris Palacín, quienes, según la agencia búlgara
BTA, transportaban la droga a España.Las autoridades búlgaras no dieron datos
sobre el lugar de origen de los detenidos, matriculación de los camiones o país
de procedencia de la droga, presumiblemente Turquía, Irán o Pakistán. De ser
declarados culpables, los dos españoles podrían ser condenados a penas de hasta
doce años de prisión, previstas en Bulgaria para el tráfico de estupefacientes.
Bulgaria forma con Yugoslavia el corredor de la droga, que
va desde los países productores de Oriente Próximo hasta los principales
consumidores en Europa occidental y Estados Unidos. El denso tráfico de
camiones entre estas dos regiones y el tránsito continuo de emigrantes turcos
entre su país de origen y su trabajo en Europa hacen muy difícil un control
efectivo de estas fronteras. En los últimos meses, Bulgaria ha sido acusada
repetidas veces por la Prensa occidental de ser un centro del tráfico de armas y
drogas, con parcial tolerancia de sus autoridades.
Para hacer frente a las acusaciones de tolerancia en este
campo, la agencia BTA publicó recientemente un informe sobre la lucha de
Bulgaria contra el tráfico de drogas que transita por el país, según el cual en
los ultimos diez años la policía confiscó más de veinte toneladas de hachís y
grandes alijos de heroína. El informe destaca el fuerte aumento del tráfico de
heroína que se deduce de los éxitos policiales. Mientras entre 1968 y 1978 la
policía búlgara confiscó poco más de cinco kilos y medio, en los últimos tres
años han sido capturados 102 kilos.
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