jueves, 22 de septiembre de 2016

CLAUDIO ABBADO, NUEVO DIRECTOR MUSICAL DE LA ÓPERA DE VIENA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Viena, 04.04.84


Claudio Abbado será, a partir de 1986, el director musical de la Ópera Estatal de Viena. Los insistentes rumores en este sentido que habían surgido en medios culturales vieneses, tras el anuncio oficial de la no renovación del contrato al actual director de la Ópera, Lorin Maazel, y su sustitución por el actual director de la ópera de Zurich, Claus Helmut Drese, fueron confirmados formalmente por el ministro austriaco de Educación y Cultura, Helmut Zilk. Abbado pasa así a ocupar un puesto creado especialmente para él, y formará un tandem con Drese para dirigir, durante al menos cinco años, la Ópera Estatal de Viena. La creación de este puesto de director musical obedece a las duras críticas surgidas en la Prensa y el público de Viena por una supuesta incapacidad del actual director Lorin Maazel para compaginar las dos labores que le están encomendadas, la gestión empresarial y administrativa de la dirección de la Ópera y la tarea estrictamente artística musical. Aunque los ataques a Maazel se dirigían, fundamentalmente, a su gestión administrativa y de repertorio, y la hostilidad del público vienés hacia este director no ha llegado al extremo de discutirle su calidad como director y su virtuosidad musical, el nombramiento de Abbado ha sido recibido con enorme satisfacción en los medios culturales austriacos. Abbado, que estudió dirección en Viena, cuenta en esta ciudad con gran aceptación, lo que le supone una ventaja decisiva respecto a Maazel, que nada más ser nombrado director fue objeto de las primeras críticas.
A partir de 1986, Abbado dirigirá óperas exclusivamente en Viena, y a partir del año siguiente, y siempre que se lo permitan sus compromisos ya establecidos, dirigirá al menos dos estrenos producciones en la Ópera Estatal y 30 funciones por temporada. Aparte de su lazo con la orquesta de Londres, Abbado se ha comprometido a no ocupar puesto fijo alguno, lo que le permitirá dedicarse con práctica exclusividad a sus tareas en Viena, lo cual no significa, "por supuesto", como destacó el propio Abbado, que no vaya a dirigir en Salzburgo.

Como ejes de su futura labor en Viena, Abbado ha citado la renovación del repertorio de óperas -un tanto apolillado, según algunos críticos musicales-, incluyendo óperas contemporáneas y el acercamiento de la ópera a la juventud. También ha anunciado una intensificación de funciones propias de la Ópera Estatal de Viena en el exterior. Abbado y Drese están plenamente de acuerdo respecto a las directrices artísticas a tomar, según han reiterado en los últimos días. El director italiano insistió en la necesidad de que "todos los principales directores del mundo" deben estar presentes en la realización del repertorio de la Ópera de Viena.

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