martes, 20 de septiembre de 2016

ESPAÑA ACUSADA DE PERMISIVIDAD HACIA LAS DROGAS BLANDAS

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Viena, 10.02.84


España rechazó ayer ante la comisión de estupefacientes de las Naciones Unidas, reunida en Viena, las acusaciones sobre una supuesta permisividad de las autoridades españolas hacia las denominadas drogas blandas. El embajador de España ante los organismos internacionales en la capital austríaca, Enrique Suárez de Puga, negó que se practicara una política de tolerancia hacia este tipo de drogas, lo que implicaría una violación de la convención internacional de estupefacientes de 1961, de la que España es signataria. El convenio establece que todas las partes firmantes están obligadas a una fiscalización de los estupefacientes enumerados, entre los que se encuentran los derivados del cannabis, hachís y marihuana.
En el informe sobre 1983 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), publicado hace algunas semanas en Viena, se condenaba la actitud de "círculos de determinados países, a cuyo juicio el permitir el uso sin restricciones de algunos estupefacientes considerados por ellos menos nocivos facilitaría una mejor fiscalización de otros estupefacientes considerados más peligrosos".
La JIFE calificaba esta actitud de retrógrada, y recordaba que los países firmantes de la convención no tienen opción de escoger los estupefacientes que se encuentran sometidos a fiscalización internacional. Antes de que este informe se hiciera público, cuyo párrafo citado es una clara alusión a España y a otros países que han adoptado últimamente medidas tendentes a la despenalización del consumo de los derivados del cannabis, la JIFE había solicitado del Gobierno español una aclaración sobre las modificaciones adoptadas en el Código Penal español al respecto.

Suárez de Puga manifestó ante la comisión que en todos los casos se contestó que en España seguían siendo ilícitas tanto la tenencia como el consumo.

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