sábado, 24 de septiembre de 2016

EL CONSEJO DE EUROPA DEBATE SOBRE LA APLICACIÓN DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS MÉDICAS

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Viena, 20.03.85


Los peligros que se derivan del rápido desarrollo de la ciencia y de la técnica para los derechos humanos y las libertades individuales son el problema fundamental que estudia la reunión ministerial del Consejo de Europa que se inauguró ayer en Viena. Este encuentro de dos días, el primero que el Consejo de Europa dedica específicamente a los derechos humanos, fue inaugurado por el jefe del Estado austriaco, Rudolph Kirchschlaeger, y por el secretario general del Consejo de Europa, Marcelino Oreja.
Por primera vez, los 21 países de Europa occidental buscan fórmulas para cubrir los vacíos legales que se han creado con las posibilidades científicas surgidas en los últimos años y, lógicamente, no reguladas hasta ahora por la ley. El ministro francés del Interior, Robert Badinter, que llegó ayer a Viena, presentará a la conferencia un documento base para la protección de la integridad física y psíquica del ser humano en el contexto de estos avances logrados en la biología, medicina y bioquímica. El debate abordará los nuevos métodos artificiales de procreación que sugieren graves interrogantes éticos. De prevalecer el derecho básico a formar una familia y tener descendencia y autorizarse el alquiler de madres gestantes, madres de alquiler, y, por tanto, dar vía libre a la comercialización de funciones humanas tales como el embarazo, la inseminación artificial y la fertilización in vitro, que no suponen ya ningún problema científico, se plantearán problemas jurídicos para los que el Consejo de Europa quiere buscar un marco legal.
Entre otros ejemplos que se barajan en esta conferencia esta la posibilidad de que una descendiente de un donante sea fertilizada con el esperma de éste. Es, por tanto, posible que en un futuro una joven tenga un hijo de un antepasado. Esto presenta unos gravísimos problemas sobre la alteración de las generaciones. Otro grave riesgo, el de la consanguinidad, es también un resultado de las nuevas técnicas. En Francia se limita al máximo el número de mujeres receptoras de esperma de un solo donante.
El anonimato del donante es también motivo de polémica como ha ocurrido recientemente en Suecia. También se plantea la cuestión de la remuneración de donantes y madres de alquiler. Parece obvio que, de prohibirse el pago, habría pocas mujeres dispuestas a tener un embarazo gratuito, con lo que, de hecho, se estaría impidiendo a una mujer estéril el ejercicio de su derecho a formar una familia.
Algunos foros de asesores gubernamentales en cuestiones de ética consideran que el fenómeno de las madres de alquiler va en perjuicio del nacido. También surge la duda sobre si debe existir el derecho de la mujer que ha llevado el embarazo a cambiar de idea y quedarse con el niño que ha engendrado.

Eutanasia
Otro de los temas es el de la prolongación artificial de la vida. Los límites del concepto de prolongación y los de enfermedad irreversible, así como el derecho del paciente a decidir por sí mismo el fin de la ayuda y su capacidad para ejercer este derecho están aún por ser establecidos, si es que esto es posible. La asamblea parlamentaria del Consejo de Europa estableció en 1976: "La prolongación de la vida no debe constituir por sí sola el objetivo exclusivo de la práctica médica".
Otro aspecto médico que tiene las mismas dudas jurídicas es el de la experimentación con seres humanos y embriones. Algunas propuestas establecen que el embrión humano no debe ser utilizado para experimentos que pongan en peligro la salud del niño una vez transcurridas 20 semanas desde la fecundación.
También surgirá en el debate de la conferencia las posibilidades de regular cuál es el fin que debe darse a fetos procedentes de interrupciones voluntarias del embarazo, autorizadas en gran parte por los países miembros del Consejo.
El ministro español de la Presidencia, Javier Moscoso, que preside la delegación española con el embajador ante el consejo de Estrasburgo, Fernando Baeza, presentó un informe que recoge los criterios del Gobierno español sobre estos problemas. La delegación española destaca el problema de la manipulación genética por la posibilidad de alterar el patrimonio genético del individuo y su libertad y dignidad, por lo que plantea la necesidad de un estricto control de estos experimentos.

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