miércoles, 2 de agosto de 2017

DEMASIADAS PREGUNTAS

Por HERMANN TERTSCH
El País  Martes, 01.10.02

LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

¿Quién podía creer que iba a suceder tal cosa cuando todo se había proyectado con ilusión hacia un recorrido solidario, con sus sobresaltos, pero común, hacia la cicatrización de tantas heridas? ¿Quién podía sospecharlo cuando todo apuntaba a que unos asumían las llagas ajenas como propias, que las sufrían, y hubieran dado todo, todo, por evitárselas a esas víctimas tan inútiles y aleatorias que se iban sumando a las acumuladas en un siglo cruel? ¿Cómo creer que quien viene de nuestra propia pila, nuestros hábitos y educación, nuestro esforzado recorrido de conquista de valores, en jesuitas e Iglesia, en democracia y oposición a la dictadura, puede llegar a plantearnos, desde una obscena frialdad retórica, la demolición de todo lo que nos ha unido durante siglos? ¿Cómo vamos a dejar de ser vascos en 12 meses y por decisión de un burócrata y de los asesinos que lo vigilan, todos aquéllos que durante siglos han hecho de la comunión de los intereses vascos y del resto de España un caudal de energía que ha conquistado el Nuevo Mundo, forjado algunas de las mayores gestas del mundo occidental y escrito las mejores páginas de la historia española?
Ni siquiera es ya repugnancia lo que producen las palabras de Ibarretxe y Arzalluz. Hace tiempo que es pena. Los anonadados y deprimidos somos legión y respondemos al cálculo coqueto que el lehendakari ha hecho para mayor éxito de sus misérrimas fantasías étnico-idílico-campesinas. Fracasará, muy probablemente, porque su opción es un drama como fue el de Milosevic en 1989 al invitar a todos los que no comulgaran con su etnicismo milenarista a huir ante la amenaza de muerte o condenarse a la tortura. ¿Cómo un tecnócrata con la mejor formación posible en Occidente, educado en la tolerancia, se puede convertir, como Ibarretxe, en un paladín de las miserias de un aparatchik comunista con vocación genocida? ¿Quién va a evitar que el PNV y EA acaben en el mismo banquillo de ETA cuando se acumulen los muertos, los desplazados y los sufrientes en esa sociedad que, insisten, tanta normalidad acumula? ¿Dónde está la compasión, dónde la decencia? Muchas preguntas. Las respuestas pocas, angustiosas. Lo eran en los años 30 en Nüremberg donde, como el viernes con Ibarretxe, se proclamó libre la veda del ciudadano no consciente en sus criterios raciales. 'Muerte a los constitucionalistas en sus sedes'. 'Judenfrei': libres de judíos las ciudades alemanas.

¿Cuántas mentiras se han tenido que contar en 25 años de escuela nacionalista para que surjan generaciones con vocación de camisas pardas? ¿Cuántas falacias históricas y cuántos enemigos inventados han adquirido cuerpo para que un representante institucional nos lance tan miserable fábula si no le apuntan con una pistola? ¿Hasta donde llega la miseria humana? ¿Hasta donde la cobardía? Demasiadas preguntas.

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