viernes, 27 de enero de 2017

CONFUSIÓN EN VOLKSWAGEN TRAS SUFRIR “LA MAYOR ESTAFA DE LA HISTORIA ALEMANA”

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Bonn, 14.03.87

Nadie sabe cómo le ha podido suceder esto a la compañía Volkswagen (VW), paradigma de empresa económicamente sana y ordenada. Los expertos y la opinión pública alemana occidental no encuentran respuesta. Nada menos que 480 millones de marcos (unos 34.000 millones de pesetas) le han sido estafados a VW por desconocidos a través de manipulaciones en las cuentas de divisas de la compañía. Desde que saltó la noticia, a principios de semana, se fortalecen los indicios de que el principal fabricante alemán de automóviles ha sido víctima del mayor delito económico habido en la historia de la RFA.
La semana ha estado dominada por la absoluta confusión en torno a esta estafa sin precedentes y sus posibles autores. Ayer, la compañía de Wolfsburg adoptó las primeras medidas con la suspensión de sus cargos al director del sector de tráfico de finanzas, Gunther Borchert, y al director de la sección del departamento central de cleaping de divisas y fondos. El responsable de la sección de comercio de divisas, Burkhard Junger, que había sido suspendido ya en enero al concretarse los indicios criminales en las investigaciones internas, fue despedido ayer. Cuatro de sus subordinados en la sección han sido separados de sus cargos. Los daños para la compañía derivados de este escándalo no quedarán limitados a la pérdida de la enorme suma, que hubiera doblado prácticamente los beneficios de 1986. "Hemos sufrido una grave pérdida de prestigio", reconocen ya directivos de la compañía. La dirección está siendo ya objeto de crítica por no haber impuesto mayores controles a este negocio, plenamente informatizado, cuya complejidad requiere una vigilancia puntual. No obstante, la posición del presidente de la compañía, Carl Halin, parece fortalecida, según manifestaron ayer medios financieros alemanes. Halin intentó el pasado año, sin éxito, imponer un reforzamiento de los controles internos. La cotización de las acciones de Volkswagen en los mercados de valores de la RFA ha caído en dos días de 356 a 323 marcos.
La noticia de la monumental estafa fue hecha pública al comenzar. las investigaciones de la fiscalía con la presentación de la denuncia correspondiente. Atrás quedaban rotundos desmentidos en octubre pasado cuando surgieron los primeros rumores sobre un fiasco sin precedentes en el negocio de divisas de Volkswagen. Tras largas investigaciones internas, los contables de VW han llegado a la conclusión de que desconocidos ajenos a la compañía, con la imprescindible cooperación de personal interno, manipularon los movimientos de divisas de la compañía, especulando con la fuerte fluctuación del dólar desde 1985, haciéndose con una cifra que se estima en 480 millones de marcos, lo que supone prácticamente los beneficios de un ejercicio.
La primera sospecha surgió al comprobarse que un negocio de divisas que constaba como asegurado resultó no estarlo. En las investigaciones inmediatas se comprobó que los documentos que certificaban los seguros de este y otros negocios de divisas habían sido falsificados con gran precisión. Las compañías activas en el comercio exterior pueden asegurarse contra fluctuaciones de divisas con operaciones a futuro o con seguros contratados en los bancos.

Negocios externos
Dos tercios del volumen de negocios anual de Volkswagen, en torno a los 53.000 millones de marcos, se realizan fuera de la RFA. Tan sólo en Estados Unidos la VW tuvo un volumen de negocios de 11.000 millones de marcos en 1985. Al parecer, Volkswagen, como otras grandes compañías, gestiona por sí misma, y no a través de bancos, su tráfico de divisas y lo ha desarrollado como una fuente añadida de beneficios a los resultantes de su producción y venta. Así las cosas, los comerciantes de divisas de VW manejan diariamente hasta 50 millones de dólares, y hasta 1985, con un dólar rampante, las especulaciones redundaron en considerables beneficios para la compañia, según medios económicos de Bonn. Los responsables de este movimiento de divisas del comercio exterior de VW están bajo la vigilancia de los mecanismos de control interno y de las auditorías para los balances, pero gozan de amplia autonomía en el negocio diario. Al parecer, los desconocidos utilizaron en su propio beneficio el margen de libertad que habría otorgado la dirección a estos negocios especuladores. En medios de la compañía no se quiere descartar que se produjeran estafas de la misma forma antes de 1986, ya que si éstas han salido ahora a la luz ha sido sólo a causa de la fuerte caída del dólar durante ese año.
Tampoco existe la certeza de que los implicados actuaron desde un principio con intención delictiva o si, por el contrario, se equivocaron en sus especulaciones a favor de la empresa, apostando por un dólar más fuerte, e intentaron ocultar las enormes pérdidas de sus especulaciones fallidas.

En todo caso, la omisión de los controles para impedir una pérdida de tal importancia va a tener consecuencias en el seno de la compañía al margen de la delimitación de responsabilidades delictivas que pudieran surgir en las investigaciones de la fiscalía. En medios alemanes se recuerda el caso de la banca Herstatt, que quebró a causa de negocios de divisas fallidos. Aquel escándalo obligó a las compañías a reforzar sus controles.

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