Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
03.04.87
El nombramiento de un obispo auxiliar en Viena conocido por
sus tesis ultraconservadoras y simpatizante del Opus Dei, ha provocado una
abierta revuelta en la Iglesia austriaca contra la decisión del Vaticano. Ya el
pasado año el nombramiento del tradicionalista Hans Hermann Groer como sucesor
del arzobispo de Viena, cardenal Franz Koenig, produjo reacciones de inquietud
en parte de la feligresía austriaca. Ahora, el nombramiento de Kurt Krenn como
obispo auxiliar de Viena ha provocado abiertas protestas también de la
jerarquía eclesiástica austriaca. En una reacción sin precedentes, 17 de los 20
representantes de los distritos eclesiales vieneses han solicitado a Krenn que
rechace el cargo ofrecido por el Vaticano "en bien de la unidad de la
archidiócesis de Viena". Según una carta abierta en la que solicitan la
renuncia, la tendencia teológica de Krenn no responde al curso adoptado por la
archidiócesis vienesa. También el arzobispo de Salzburgo y presidente de la
Conferencia Episcopal austriaca, Karl Berg, y el obispo de Sankt Poelten, Franz
Zak, criticaron la decisión vaticana y solicitaron una base más amplia para el
nombramiento de un obispo.
El Vaticano ha calificado de "rebelión" la crítica
a la decisión del papa Juan Pablo II de nombrar a Krenn obispo auxiliar. El
cardenal austríaco Alfons Stickler, estrecho colaborador del Papa, dejó claro en
unas declaraciones al diario sensacionalista Kurier, que "por
supuesto que con este nombramiento el Papa ha querido hacer una señal de que
ciertas tendencias que no están de acuerdo con su opinión deben ser
corregidas". Subrayó que el derecho en la Iglesia no emana del pueblo como
en la democracia, sino procede del derecho divino emanado de Cristo. Según
Stickler estas críticas son un ataque a la autoridad del Papa.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Berg, lamentó las
declaraciones del cardenal Stickler al diario sensacionalista y el hecho de que
"ciertos círculos pongan en duda la lealtad de los católicos
austriacos". Berg afirmó que el curso establecido en el Concilio Vaticano
II seguirá siendo la directriz de la labor pastoral en Austria.
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