Por HERMANN TERTSCH
El País, Viena,
30.06.87
La agrupación socialista de Viena, la más importante del
Partido Socialista Austriaco (SPOE), ha solicitado la dimisión del jefe del
Estado, Kurt Waldheim. Las consecuencias de esta decisión son imprevisibles.
El caso Waldheim somete así a la coalición de socialistas y democristianos
del Partido Popular (OEVP) a su prueba más dura desde su llegada al poder en
enero de este año. Si la iniciativa del SPOE vienés recibe el apoyo de la base
del partido en el resto del país, se rompería el consenso sobre el que se basa
la coalición. El OEVP es el único que defiende incondicionalmente a Waldheim.
En su congreso, que se celebró el pasado fin de semana, el SPOE
de Viena solicitó oficialmente a Waldheim que dimita por no poder cumplir el
mandato constitucional de representar a Austria ante la comunidad
internacional. El OEVP, por su parte, mantiene que las acusaciones contra
Waldheim son una campaña de injurias y no deben afectar al mandato de un
presidente elegido por más del 53% del electorado austriaco en 1986.
Pese a los intentos del presidente del SPOE, Fred Sinowatz y
del jefe local de Viena, Leopold Gratz, de evitar la resolución contra
Waldheim, ésta fue aprobada por 268 votos contra 217.
El dirigente local Josef Hindel dijo que "a Waldheim no se le ha podido probar ningún delito, pero se ha demostrado que es un
mentiroso rastrero; ningún representante austriaco en toda la historia de la
República ha dañado tanto a este país como él".
Respuesta de Waldheim
Un comunicado de la presidencia rechazó ayer tajantemente
la petición de dimisión y recordó que Waldheim ejercerá las funciones que
"le fueron encomendadas por el pueblo en una elección libre y democrática"
durante los cinco años que le restan de mandato. Tras su viaje al Vaticano, el
pasado jueves, ha negado estar aislado internacionalmente y ha asegurado que
tiene muchas invitaciones de países de Europa, Asia, África y América. Esta
semana, realizará su segundo viaje oficial a Jordania. Por otra parte, ayer se
anunció oficialmente que el primer ministro soviético, Nikolai Rislikov, se
entrevistará con Waldheim en Viena durante su visita a Austria del 8 al 11 de
julio. El canciller, Franz Vranitzky, defiende sin entusiasmo a Waldheim como
representante elegido democráticamente, pero muestra comprensión hacia
los que le atacan, no ya por unos nunca probados crímenes de guerra como
oficial en el ejército nazi, sino por la ocultación premeditada de su pasado y
el daño que ha causado a la imagen de Austria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario