lunes, 30 de enero de 2017

GORBACHOV DEJA EN PRAGA SU MENSAJE DE RENOVACIÓN

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Praga, 12.04.87

El máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, concluyó ayer en Bratislava, de nuevo en olor de multitud, su visita más espectacular a un país aliado de la URSS desde que accedió a la dirección del Kremlin. Las rígidas prácticas protocolarias del régimen de Praga se vieron desarboladas por el entusiasmo que despertó entre la población el dirigente soviético, en una visita con continuos cambios de programa, que parece ser el principio del fin de una era de inmovilismo instaurada en Checoslovaquia después de la invasión de 1968.
Si entonces la fuerza militar del Pacto de Varsovia en 1968 puso fin a los intentos reformistas del entonces jefe del partido comunista, Alexander Dubcek, la visita de Gorbachov ha impuesto la irrupción en Checoslovaquia de la ofensiva reformista de Gorbachov y la rehabilitación de los renovadores del comunismo checoslovaco. La dirección del Partido Comunista checoslovaco, desde 1969 una de las más inmovilistas y conservadoras del oeste de Europa, quedó en absoluta evidencia ante el espontáneo recibimiento hecho al líder soviético por la población checoslovaca.
Ayer, desde Bratislava, Gorbachov volvió a las 5.30 de la tarde a Moscú, anticipando un día su partida. Su llegada el jueves, que había sido pospuesta tres días, ya había disparado los rumores sobre desavenencias entre el líder soviético y la dirección checoslovaca, en la que en los últimos meses se han percibido claras reticencias a la línea de apertura y reforma abierta por Gorbachov en la URSS tras su acceso al poder.
En el aeropuerto de Bratislava, capital de Eslovaquia, donde reside marginado y represaliado el ex jefe del partido Alexander Dubcek, Gorbachov rompió de nuevo el protocolo acercándose reiteradas veces a la gente que había acudido a verle.
Las imágenes, trasmitidas por televisión a todo el país, de un Gorbachov sonriente y seguro, estrechando manos y hablando con la población, dando la espalda al anciano jefe del Estado y del Partido Comunista checoslovaco, Gustav Husak, obviamente incómodo por estos gestos populistas que le son tan desacostumbrados, eran ayer todo un símbolo de las enormes diferencias generacionales y políticas de estos dos líderes comunistas.
La gente agolpada en las barreras del aeropuerto sólo estrechaba las manos de Gorbachov y su mujer, Raisa, ignorando a Husak, destacado exponente de una política doctrinaria y vinculado a dirigentes soviéticos de épocas pasadas, que caminaba al lado de ambos, intentando sin éxito captar la atención del líder soviético.
Aunque no anunció la esperada retirada parcial de tropas soviéticas de Checoslovaquia, que podría darse a conocer en un comunicado conjunto que será publicado hoy, ni se cumplió la muy improbable hipótesis de un encuentro con Dubcek, Gorbachov ha realizado varios objetivos en este viaje. Por un lado -lo ha logrado con sus propuestas de negociación a Occidente sobre misiles de corto alcance y de convocar un nuevo foro para el desarme convencional-, mantiene la iniciativa en las relaciones Este-Oeste.
Por otra parte, también lo ha conseguido con la espectacular reacción de la población checoslovaca ante su presencia y sus palabras reconciliadoras respecto al año 1968, que han puesto en precaria situación a aquellos dirigentes checoslovacos que quieran limitar las reformas a aseveraciones vacías.

'Revolución moral'
Con la presión de Moscú para la realización de reformas, para un incremento de la calidad de los productos exportados a la URSS y, finalmente, el llamamiento a la revolución moral, la autocrítica y la condena de la mentira, Gorbachov ha dejado claro que, pese a las claras diferencias entre el desarrollo de las economías de ambos países, cuenta con un próximo final de la política practicada por Praga en los últimos 19 años.
El secretario del Comité Central, Vasil Bilak, ideólogo de los normalizadores del partido tras 1969 y máximo representante de la ortodoxia, se ha entrevistado repetidas veces con Gorbachov. También Milos Jakes, asimismo secretario del Comité Central, ha acompañado continuamente al invitado.
Aún es pronto, se señala en Praga, para evaluar los efectos reales de este viaje sobre la política checoslovaca. No obstante, se esperan en los próximos meses cambios personales que expongan ante la población la voluntad real del cambio.

[Gorbachov estudia la posibilidad de liberar al dirigente nazi Rudolf Hess, de 92 años, condenado a cadena perpetua en 1946 y encarcelado en la prisión interaliada de Spandau (Berlín), según la revista de Hamburgo Der Spiegel. La URSS es la única de las cuatro potencias que hasta ahora ha rechazado la posibilidad de liberar a Hess, informa AFP.]

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