Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
12.03.87
Helmut Kohl fue reelegido ayer canciller de la República
Federal de Alemania por el Parlamento resultante de las elecciones del pasado
25 de enero. Poco antes había sido dada a conocer la composición del tercer
Gabinete de coalición entre democristianos (CDU-CSU) y liberales (FDP), que
gobierna en la RFA desde la caída del canciller socialdemócrata Helmut Schmidt,
en 1982. La novedad destacada del nuevo Gobierno es el reforzamiento del Partido
Liberal, que pasa a ocupar un cuarto ministerio, el de Educación, y se hace con
las dos secretarías de Estado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que sigue
dirigiendo el liberal Hans Dietrich Genscher. El Partido Liberal, que consiguió
48 diputados en las elecciones, ha logrado imponer un cambio a su favor en la
correlación de fuerzas en el Gabinete, además de conseguir sus principales
objetivos en las negociaciones sobre el programa.
Helmut Kohl, de 56 años, obtuvo 253 votos a favor y 225 en
contra. Se registraron seis abstenciones y tres votos nulos. Once diputados no
asistieron a la votación.
La elección de Kohl no estaba en duda, ya que en las
elecciones del 25 de enero la coalición de democristianos del CDU-CSU y liberales
del FDP obtuvo el 53,4% y cuenta con 269 diputados, frente a los 228 de la
oposición, formada por el partido socialdemócrata (SPD) y los verdes.
El voto de los 22 diputados de Berlín Oeste no cuenta para
la elección de canciller, debido a la condición especial de la antigua capital
alemana. Trece votaron a su favor y ocho en contra.
Pese a su clara confirmación como canciller a propuesta del
presidente de la República, Richard von Weizsaecker, la jornada de ayer distó
de tener el carácter triunfal de las dos ocasiones anteriores, en octubre de
1982 y marzo de 1983, en que Kohl fue elegido jefe del Gobierno por el
Parlamento federal (Bundestag). Quince miembros de la mayoría parlamentaria no
dieron su voto al candidato. Obtuvo cuatro votos más del mínimo necesario. En
1983 aún fueron 21.
El presidente de la Unión Cristianosocial bávara (CSU),
Franz Josef Strauss, a quien Kohl había ofrecido la vicecancillería o los
ministerios de Interior, Defensa o Hacienda, decidió finalmente quedarse en
Baviera. Pese a su dureza retórica durante el proceso de negociación, Strauss
no ha logrado imponer ni un giro a la política exterior, que se halla más
firmemente que nunca en manos liberales, ni un aumento de las atribuciones para
el Ministerio del Interior. Tan sólo ha conseguido dos secretarías de Estado
más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario