Por HERMANN TERTSCH
El País, Praga,
06.04.87
Mijail Gorbachov no llegará hoy a Praga, tal como estaba
previsto. El súbito aplazamiento de la primera visita oficial del máximo
dirigente soviético a Checoslovaquia a causa de un leve resfriado , según
fuentes oficiales, sorprendió ayer a centenares de informadores llegados de
todo el mundo a Praga y ha provocado serios problemas de protocolo al régimen
checoslovaco. En medios periodísticos de Praga se cree que la decisión puede
constituir, de hecho, un puñetazo en la mesa dado por un Gorbachov descontento
con la fría acogida ofrecida por el régimen de Gustav Husak a su política
renovadora.
En una conferencia de prensa celebrada ayer, en la que iban
a ser expuestas a la Prensa internacional las expectativas oficiales de
Checoslovaquia ante esta visita, el viceministro de Asuntos Exteriores, Roman
Navozny, anunció que "debido a un leve resfriado" la visita de Mijail
Gorbachov queda pospuesta a la segunda mitad de la presente semana".
Extraoficialmente se habla del jueves como fecha probable de la llegada del
secretario general del PCUS. El portavoz gubernamental señaló además que la
fecha de esta visita nunca había sido fijada para hoy, lunes, día 6, y que, por
tanto, no se trata en realidad de un aplazamiento. Cierto es que tanto la
agencia soviética Tass como Praga habían manifestado que la visita tendría
lugar "a principios de abril". No obstante, desde que se anunció la
visita, el Gobierno checoslovaco ha actuado dando por seguro que comenzaría
hoy.
[La agencia oficial soviética Tass difundió ayer un segundo despacho sobre
el aplazamiento del viaje de Gorbachov en el que omitía, contra lo que había
hecho en el primero, hacer referencia al "leve resfriado". Según el
diario sensacionalista de la RFA Bild, el aplazamiento se debió a
tensiones entre los Gobiernos de los dos países por el deseo de Gorbachov de
reunirse con el protagonista de la primavera de Praga, Alexander Dubcek,
informa AFP.]
La oficina de Prensa para esta ocasión abrió ayer, las
acreditaciones se repartieron a partir del sábado y el programa de la visita
estaba ya establecido con un viaje a Bratislava el miércoles, desde donde
Gorbachov partiría directamente a Moscú. Toda Praga se halla engalanada con
banderas checoslovacas y rojas con la hoz y el martillo, y en los escaparates
de comercios y restaurantes se han colocado fotos de Gorbachov y del jefe del
Estado y del Partido Comunista checoslovaco, Gustav Husak.
Rumores por doquier
En círculos no oficiales, especialmente entre periodistas
llegados a Praga desde Moscú, se comenta que Gorbachov podría tener problemas
con las cuerdas vocales. No obstante, el anuncio del aplazamiento de la visita
ha disparado los rumores en la capital checoslovaca. Una frase del portavoz del
Gobierno que anunció la postergación, en la que aludía a que nunca había sido
fijada fecha concreta, "y por lo demás estos viajes hay que prepararlos
con tiempo", ha alimentado las sospechas en algunos medios de que el motivo
real no es una indisposición de Gorbachov.
Esta visita de Gorbachov a Praga, la primera como invitado
oficial del régimen en calidad de máximo dirigente de la URSS, ha despertado
grandes expectativas tanto en la población checoslovaca como en la Prensa
internacional. En la clase dirigente de Praga se perciben gestos de inquietud y
ciertas reticencias hacia la política de apertura y renovación del máximo
dirigente soviético.
El jefe del Estado, máximo representante de una clase
dirigente instalada en el poder tras la violenta represión de la primavera de
Praga por parte del Ejército soviético y otros aliados del Pacto de Varsovia,
anunció recientemente, en un pleno del Comité Central del partido comunista
checoslovaco, el firme compromiso del régimen de Praga con la política de
renovación soviética.
No obstante, entre los cuadros dirigentes se han oído
manifestaciones que no pueden interpretarse sino como una crítica a la política
de Gorbachov, que mantiene un claro paralelismo con la practicada por Alexander
Dubcek, líder del partido en la fracasada reforma hacia el socialismo con rostro
humano.
Las dificultades de Husak y de algunos cancerberos de la
ortodoxia, como el secretario del Comité Central Vasil Bilak o Jan Fojtik, para
aceptar la nueva línea del Kremlin son obvias. Intelectuales disidentes en
Praga, así como algunos sectores de la población, que han depositado sus
esperanzas en la nueva política de Gorbachov, esperan que la visita del líder
soviético logre por fin impulsar una renovación, política y económica, en
Checoslovaquia.
"Sí a la política de glasnost (transparencia)",
se podía leer ayer en una pancarta oficial colgada en un edificio del centro de
la capital. Circulan informaciones por Praga según las cuales los estudiantes
habían sido advertidos de que se pasaría hoy lista de asistencia, lo que se ha
interpretado como una medida para evitar que acudieran a recibir a Gorbachov.
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