Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
17.06.87
El Gobierno federal alemán endureció ayer considerablemente
su valoración del incidente ocurrido el lunes en el mar Báltico al ser alcanzado
un buque nodriza alemán por disparos de una corbeta polaca y anunció que no
puede descartar que el ataque, en el que resultaron heridos tres marineros,
fuera premeditado.
El embajador polaco en Bonn fue llamado al Ministerio de
Asuntos Exteriores, donde le fue expresada la protesta de la RFA. En Varsovia,
el portavoz del Gobierno, Jerzy Urban, se limitó a declarar que "el caso
requiere una profunda investigación de las autoridades". Si el lunes, pocas
horas después del incidente, las autoridades federales alemanas se esforzaron
por minimizar el "accidente, que resolveremos con tranquilidad por cauces
diplomáticos", y que se debía, según todos los indicios, a un fallo
técnico o error humano, el análisis de los hechos por parte del Ministerio de
Defensa ha endurecido la actitud alemana. Sin embargo, a la espera de la
explicación procedente de Varsovia, todas las especulaciones giran en torno a
posibles errores de la tripulación polaca en la fijación de tiro por medio del
radar, que podría haber confundido el blanco aéreo con el barco alemán y nadie
se atreve a formular hipótesis de otro tipo.
El ministro de Defensa alemán, Manfred Woerner, informó ayer
al Consejo de Ministros. "Esperamos una aclaración de este grave
incidente", manifestó un portavoz del Ministerio de Defensa, que expresó
la "decepción" del Gobierno federal por el silencio de las
autoridades de Polonia o del Pacto de Varsovia, que se mantenía 36 horas
después de esta "clara violación de todas las reglas habituales en maniobras".
Según señaló, la zona en que se realizaban los ejercicios no había sido
"activada", como se califica la comunicación de que se realizarían
pruebas de tiro.
El lunes, a las 9.30, el buque nodriza Neckar fue
alcanzado por cinco disparos de artillería de 30 milímetros que provocaron una
vía de agua y un incendio a bordo. Los tres marineros heridos fueron
trasladados inmediatamente en helicóptero a la base naval de Kiel, a dónde
llegó ayer el buque agredido. El Neckar se hallaba en aguas
internacionales observando unas maniobras conjuntas de las marinas de Polonia y
Alemania Oriental en el golfo de Gdansk, frente a las costas soviéticas del
Báltico. Según el Gobierno alemán, estas observaciones son habituales. El Neckar está
equipado con material electrónico para este tipo de tareas.
Nada más llegar a Kiel, el capitán de corbeta Diethard Gatz,
comandante del buque agredido, calificó de "irresponsable" la actitud
del comandante de la corbeta polaca, del tipo Tarantul, del que,
según informó ayer el Ministerio de Defensa, habían partido los disparos.
El Neckar se hallaba a media milla marina del barco polaco.
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