lunes, 30 de enero de 2017

SESGO SIGNIFICATIVO EN LA INFORMACIÓN QUE SE DA EN LA RFA

Por HERMANN TERTSCH
El País,  Bonn, 12.05.87

UN NAZI, EN EL BANQUILLO

Enorme expectación y un significativo sesgo en la información al respecto caracterizan el interés despertado en la República Federal de Alemania por el juicio contra Klaus Barbie que comenzó ayer en Lyon. El interés es lógico. Se trata de un juicio contra un alemán nacido en Bad Godesberg, cerca de la actual capital federal, implicado en crímenes detestables cometidos en nombre del pueblo alemán. Una vez más, 42 años después de la guerra, los alemanes tienen que enfrentarse con su pasado nacionalsocialista y con las vilezas cometidas por muchos que, como Barbie, insisten en haberse limitado a "cumplir con su deber".
La amplísima cobertura informativa de los preparativos del juicio en la televisión, radio y Prensa de la RFA ha estado sin embargo centrada en la "componente francesa" de la actuación de Barbie como jefe de la Gestapo, especialmente en la red de colaboración que éste logró establecer entre ciudadanos franceses traidores a la resistencia y denunciantes de toda índole. Los medios alemanes parecen haber aceptado de antemano las tesis del abogado defensor de Barbie, Jacques Vergés, que quiere convertir este proceso en una denuncia del colaboracionismo y del "mito de la resistencia".
Los alemanes han aceptado a Francia como cuarta potencia vencedora en la II Guerra Mundial, más en virtud de la constitución del eje París-Bonn que por convicción histórica, ya que, consideran que Francia fue liberada por británicos y norteamericanos y que la resistencia que allí hubo fue menor que la protagonizada en Polonia.
Ahora, con el juicio a Barbie, algunos alemanes no pueden evitar una cierta satisfacción al ver que también los franceses tienen que enfrentarse con los aspectos mas vergonzantes de su historia. Dado que la culpabilidad de Barbie no ofrece duda alguna, los medios alemanes han centrado su interés en los actos de complicidad francesa con la ocupación nazi y en la responsabilidad del régimen títere de Vichy.
Grotesco es en todo caso que se sugiera la complicidad con Barbie de franceses que delataron a compañeros tras ser sometidos a tortura por la Gestapo en Lyon, sabidos los métodos utilizados por este cuerpo de policía secreta alemana.

Los intentos del abogado Vergés de buscar paralelismos entre las atrocidades nazis y las cometidas por Francia en Argelia llegan en buen momento para todo un grupo de historiadores conservadores alemanes que, con clara complacencia de sectores del Gobierno federal, niegan el carácter único a los crímenes del nazismo y buscan paralelismos con los llevados a cabo bajo el dictado de Stalin.

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