lunes, 30 de enero de 2017

GRITOS DE “¡GORBACHOV, LIBERTAD!” EN LAS CALLES DE PRAGA

Por HERMANN TERTSCH
Enviado Especial a Praga
El País  Viernes, 10.04.87

Gritos de "¡Gorbachov, libertad!" resonaron ayer entre las decenas de miles de personas que recibieron en Praga, con un entusiasmo sin precedentes, al máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, en su recorrido desde el aeropuerto hasta el castillo sede de la jefatura del Estado. El líder del Kremlin llegó finalmente en la mañana de ayer a Checoslovaquia tras un aplazamiento de tres días de su visita oficial, que disparó los rumores sobre tensiones entre Moscú y Praga, máxima representante de la ortodoxia comunista en el este de Europa. De la visita de Gorbachov a Praga se espera el anuncio de una iniciativa soviética para la seguridad europea, que podría consistir en la retirada parcial de las tropas soviéticas estacionadas en este país desde la invasión de 1968 y un alineamiento definitivo del régimen checoslovaco con la política de apertura del Kremlin, pese a las notorias reticencias en la dirección.
La población de Praga ofreció ayer la bienvenida más calurosa y sincera hecha en esta ciudad a un dirigente soviético desde la llegada del Ejército Rojo, al final de la II Guerra Mundial. "Es la primera vez que voy a un acto de este tipo por iniciativa propia. Tenemos que aplicar los mismos principios que ha anunciado Gorbachov para la URSS. Desde 1968, aquí no se mueve nada, y éste no es el camino. Gorbachov y la reforma son el tema principal de todas nuestras discusiones en la Universidad, en las organizaciones políticas, en todas partes", manifestaron a este corresponsal unos estudiantes que por primera vez en su vida enarbolaban con satisfacción banderas soviéticas.

"La primavera de Moscú"
Los obvios paralelismos entre los intentos de renovación del máximo dirigente soviético y la política de Alexander Dubcek, jefe del partido durante las reformas de la primavera de Praga, aplastadas por una invasión militar del Pacto de Varsovia en 1968, han despertado enorme expectación en Checoslovaquia. Por otra parte, han provocado serias inquietudes en la dirección comunista. Pese a la aceptación verbal de la política de Gorbachov, el régimen se halla dividido respecto a la necesidad y el alcance de dichas reformas. Jóvenes estudiantes aplaudieron ayer entusiasmados a Gorbachov cuando éste, acompañado de su mujer, Raisa, y del jefe del Estado y del Partido Comunista Checoslovaco, Gustav Husak, se bajó del coche oficial frente al castillo donde recibió los honores militares.
Con una amplia sonrisa, Mijail Gorbachov interrumpió varias veces su recorrido hacia la sede de la jefatura de Estado para conversar con la gente que había acudido a expresar una simpatía generalizada de la población checoslovaca con la política de apertura y democratización del Kremlin. También por la tarde, en un paseo por las calles de la parte vieja (Stare Mesto) de Praga, movilizó a decenas de miles de personas con enorme entusiasmo. Se oyeron gritos de "¡Libertad, perestroika y amistad!".
Tras su llegada al castillo, Gorbachov se entrevistó con Husak, máximo representante de la dirección checoslovaca impuesta por el Kremlin tras el aplastamiento de las reformas de Dubcek y que desde 1969 es un paradigma del anquilosamiento y el inmovilismo conservador del bloque comunista. Ayer se supo asimismo en Praga que cuatro ministros del Gobierno de Dubcek en 1968 han escrito una carta a Gorbachov en la que aplauden su política, que, según dicen, servirá para la democratización no sólo de la URSS, sino también de Checoslovaquia y otros países socialistas.

La jubilación de Dubcek
Gorbachov se entrevistará con otros miembros de la cúpula del partido, como los secretarios del comité central, Vasil Bilak y Milos Jakes; aquél, máximo exponente de la ortodoxia ideológica, y éste, uno de los dirigentes que, según fuentes checoslovacas, podría tomar la dirección tras Husak. El primero desempeñó un destacado papel en derribar a Dubcek en 1968, y en los últimos meses ha advertido contra los oportunistas que quieren utilizar la política de renovación soviética para "reavivar el revisionismo y los afanes antisocialistas de círculos derechistas checoslovacos y del extranjero". El sábado, Gorbachov viajará a Bratislava, donde reside, jubilado, Dubcek. Insistentes rumores sobre el deseo de Gorbachov de encontrarse con el dirigente de la primavera de Praga circulan por la ciudad. El que fuera ministro de Asuntos Exteriores de Dubcek, Jiri Hajek, manifestó a EL PAÍS que no cree en la posibilidad de este encuentro durante la visita. Pero no descartó que se hayan producido contactos entre Dubcek y Gorbachov.

La población checoslovaca demostró ayer un entusiasmo ante la llegada de Gorbachov que supera todas las previsiones y que tendrá efectos sobre el contenido político de la visita. Ayer demostró Gorbachov que se ha convertido en la esperanza de los checoslovacos por lograr reformas políticas y económicas reales tras 19 años de estancamiento, despolitización y resignación.

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