Enviado Especial a Budapest
El País Sábado, 11.05.85
España y Hungría firmaron ayer un acuerdo de extradición que
incluye a los implicados en delitos de terrorismo. Es éste el primer acuerdo de
este tipo que España firma con un país miembro del Pacto de Varsovia. Asistió
al acto el vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, que hoy dará
por finalizada su visita oficial de tres días a Budapest.
Guerra se entrevistó ayer con el primer ministro húngaro,
Gyorgy Lazar, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Peter Varkonyi. También
acudió a un encuentro con la pequeña colonia española en Hungría, algunos
miembros de la cual son antiguos refugiados de la guerra civil española.
En conferencia de prensa, el vicepresidente español pasó
ayer revista a los temas tratados durante su visita, tanto de las relaciones
bilaterales como de la situación política internacional. Guerra manifestó que a
pesar de las evidentes diferencias entre los sistemas políticos vigentes en
España y Hungría, y "sin renunciar cada uno a la Europa a la que
pertenece", había podido constatar coincidencias de apreciación en
diversas cuestiones de la política internacional. También lógicamente diferencias.
Destacó que estuvo de acuerdo con sus interlocutores en la condena al embargo
norteamericano contra Nicaragua y en la evaluación de las consecuencias
negativas que para la pacificación de Centroamérica puede tener la decisión de
Washington. Sin embargo, Guerra recordó la enérgica condena del Gobierno
español a la intervención soviética en Afganistán.
Respecto a las relaciones bilaterales se buscaron fórmulas
de intensificación del comercio entre ambos países y de las relaciones
turísticas y culturales. En el aspecto económico destaca la intervención del
vicepresidente para la concesión a la compañía española Conayr de un contrato,
de 12 millones de dólares con destino a una planta de pintura de autobuses
Ikarus. También se estudió la posible cooperación de Ikarus con la compañía
española Pegaso en terceros mercados.
La 'idea europea'
La visita del vicepresidente español a Hungría se ha
caracterizado por sus intervenciones a favor de un reforzamiento de la idea
europea y del estrechamiento de relaciones entre los países de ambos bloques en
el viejo continente. En su brindis en la cena de gala ofrecida el jueves por el
viceprimer ministro Joszef Marjai, Guerra destacó que la concepción europea
está más arraigada en los pueblos que la actual división de bloques. Ninguna de
las dos Europas puede vivir de espaldas a la otra, ya que forman un todo
sellado por la historia. El papel de los países medianos y pequeños en el
acercamiento entre ambos bloques político-militares y en la búsqueda de puntos
de convergencia para las dos superpotencias fue destacado tanto por Guerra
como por sus interlocutores durante su estancia en Budapest. La celebración en
octubre próximo del foro cultural de la Conferencía de Seguridad y Cooperación
Europeas (CSCE) en Budapest será una oportunidad, según Guerra, para fortalecer
los vínculos necesarios para este fin. No obstante, Guerra calificó como
principal obstáculo para este acercamiento la existencia de la Alemania
dividida. "De este hecho surgen las diferencias entre los países de ambos
bloques". El vicepresidente elogió en la conferencia de prensa la política
de liberalización y occidentalización del sistema húngaro.
Antes de iniciar hoy su regreso a Madrid, el vicepresidente
inaugurará una exposición de pintura española contemporánea, con obras de
Salvador Dalí, Joan Miró, Antoni Tàpies, Quejido, Saura, y otros.
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