Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
27.01.87
El canciller de la República Federal de Alemania (RFA),
Helmut Kohl, tiene ante sí una legislatura en la que le será mucho más difícil
que hasta ahora gobernar, según se desprendía ayer de las reacciones de los
partidos parlamentarios a las elecciones del domingo. Tras la fuerte pérdida de
votos de su partido, la Unión Cristiana Democrática (CDU), y su homólogo
bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), el canciller se enfrenta a una
negociación para la formación del nuevo Gobierno en la que el partido liberal
(FDP), muy reforzado en las urnas, presentará nuevas exigencias. Los primeros
contactos comenzarán mañana.
El canciller federal manifestó ayer, después de estudiar con
la dirección de su partido el resultado electoral, que las "inesperadas
pérdidas" se debieron a un exceso de confianza, al mal tiempo y la
consiguiente abstención y a polémicas internas de la coalición. "La
coalición ha recibido un claro mandato para gobernar", dijo. Kohl añadió
que la negociación se hará sin prisas, pero que espera concluya pronto. En Bonn
se cree que pueda durar hasta Semana Santa. El partido liberal anunció que no
exigirá una cartera ministerial adicional a las tres que mantenía en la pasada
legislatura, pero que sí espera concesiones políticas importantes de la CDU
para formar coalición. El presidente del partido, Martin Bangemann, destacó
entre las condiciones la plena continuidad de la política exterior del ministro
liberal, Hans Dietrich Genscher. Bangemann señaló que su partido negociará con
firmeza la línea política futura de la coalición, pero que, no obstante, espera
que se llegue pronto a la constitución del Gobierno, ya que cuanto más dure la
negociación más riesgo habrá de que el público se irrite.
En medios políticos de Bonn se parte del supuesto de que
surgirán fricciones en cuanto se sienten a negociar los tres partidos de la
coalición, CDU, CSU y FDP. El canciller Kohl se verá más acosado que nunca por
los criterios radicalmente contrapuestos del FDP y CSU en las políticas de
seguridad, interior y relaciones exteriores. Los democristianos han tenido su
peor revés electoral desde 1949, con el 44%, cinco puntos menos que en 1983, y
Kohl, que parecía consolidado en los últimos meses, ha sufrido un grave e
inesperado golpe. El presidente bávaro, Franz Josef Strauss, ha encajado el
mayor retroceso electoral, al perder un 5,8% de los votos frente a su
resultado de 1983. Kohl responsabiliza de su revés a Strauss y a los sectores
de la CSU que, con tesis nacionalistas y derechistas, han mantenido una campaña
en contra de la política de distensión de Genscher, campaña que, finalmente, tan
sólo ha beneficiado a este último. Strauss achaca el retroceso a la falta de
claridad de los planteamientos democristianos y a la debilidad de Kohl a la
hora de imponer sus criterios frente a los del pequeño partido liberal.
Destacados miembros de la CSU sugirieron ayer que, de no lograrse imponer una
línea conservadora en la coalición, este partido podría romper la alianza con
la CDU y presentarse en las próximas elecciones en todo el territorio federal
como alternativa de derechas a los democristianos de Kohl. Strauss interpretó
el descenso de su partido como un voto de castigo por las ambigüedades del
Gobierno de Bonn, y anunció que, en las negociaciones, adoptará una posición de
fuerza. Strauss ha salido debilitado de las elecciones. Su última oportunidad, a
los 71 años, de ocupar el Ministerio de Asuntos Exteriores se ha desvanecido con
el fortalecimiento de Genscher. En la CDU y en su propio partido, aunque no se
diga en público, se le considera parcialmente culpable del mal resultado del
domingo, porque aseguró hace semanas que "todo está decidido".
Resultados definitivos
Los 497 escaños del nuevo Parlamento de la República Federal
de Alemania (RFA) quedarán distribuidos así, según los resultados definitivos
dados a conocer anoche: Democristianos de Helmut Kohl y Franz Josef Strauss
(CDU-CSU), 223 (244 en 1983); socialdemócratas (SPD), 186 (193); liberales
(FDP), 46 (34) y verdes, 42 (27).
La Cámara de Diputados de Berlín envía al Bundestag a 22
diputados -sin derecho a voto- en representación proporcional a la fuerza de
sus grupos parlamentarios. Esta fórmula especial equivale a un compromiso para
demostrar la unión de Berlín a la RFA, pero asimismo la situación jurídica
especial de la ciudad dividida. Los 22 designados para el nuevo parlamento son
11 de la CDU (antes también 11), 7 del SPD (9), 2 liberales (1) y 2 verdes (1).
En Berlín sólo se celebran elecciones del Estado, por lo que sus ciudadanos no
votan en las federales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario