El País, Madrid, 12.04.85
ENTREVISTA
"La tradición socialista y la tradición democrática son
favorables al sistema proporcional" "La política de la Administración
Reagan no se adapta en absoluto a los intereses de Europa"
Lionel Jospin, primer secretario del Partido Socialista
Francés (PSF), asistió en Madrid al XIV Congreso de la Unión de Partidos
Socialistas de las Comunidades Europeas, clausurado el miércoles. A pesar de
sus reticencias a hacer declaraciones sobre la política interior francesa en el
extranjero, Jospin respondió a preguntas de EL PAÍS sobre la situación creada
con la presentación de la nueva ley electoral francesa y se manifestó sobre
algunos aspectos de las relaciones Este-Oeste.
Pregunta. ¿Cómo evalúa la controversia abierta por la
oposición conservadora ante la presentación de la nueva ley electoral francesa?
Respuesta. Considero que la tradición socialista y la
tradición democrática son favorables al sistema proporcional, como lo tienen la
mayoría de las democracias. Todas las grandes democracias europeas lo tienen, a
excepción del Reino Unido, que tiene un sistema mayoritario. Pienso que el
sistema proporcional es más justo y más igualitario. Los socialistas estarán
unidos ante la proposición que se llevará al Parlamento -ésa es mi impresión- y
obtendremos la mayoría en la Asamblea Nacional frente a los partidos
conservadores.
P. ¿Qué repercusión ha tenido en el PSF la salida del
Gobierno de Michel Rocard, a quien se atribuyen intenciones de preparar su
candidatura para las elecciones presidenciales?
R. No me gusta abordar problemas de política interior
francesa en un país extranjero, y mucho menos abordar los problemas internos
del Partido Socialista Francés. No obstante, como persona y como responsable
político el señor Rocard es libre de decidir lo que quiera, especialmente en
relación al Gobierno, y yo lo respeto. Creo que esta decisión no afectará a la
unidad de los socialistas ante la presentación de la nueva ley electoral en la
Asamblea Nacional.
P. En lo que respecta a las relaciones Este-Oeste, ¿cree
posible, como se ha dicho en la reunión de Madrid, que es viable un
acercamiento a Europa oriental con miras a un espacio político conjunto?
R. El modelo de civilización de Europa occidental, de la
Comunidad Económica Europea, es claramente diferente del que existe en los
países del este de Europa. Se trata de un modelo basado en la democracia
política, en los derechos del hombre y en el compromiso entre la eficacia
económica y la justicia social. Por ello, la vía de Europa occidental es muy
distinta de la de los países del Este. En cuanto a Estados Unidos, pertenecemos
a la misma civilización del mundo occidental y del mundo democrático, pero hoy
se está dando lo que podemos llamar una revolución conservadora en
Estados Unidos. La política de la Administración Reagan, esa política
reaccionaria, ese ultraliberalismo en el plano económico, no se adapta en
absoluto a los intereses y las tradiciones de Europa. En este sentido, si bien
debemos mantener relaciones amistosas en la Alianza Atlántica, considero que
Europa necesita por ella misma -y puede proponérselo a otros pueblos en base de
igualdad- un modelo de desarrollo, un modelo de civilización más adaptado y
diferente del que sigue Estados Unidos bajo el mandato del presidente Reagan.
Existe, pues, una tercera vía, pero no sería justo decir que ésta se encuentra
equidistante entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Estamos más cerca de
Estados Unidos por la tradición democrática y por la Alianza.
P. ¿Considera que esta política norteamericana supone un
obstáculo para el desarrollo económico de la Comunidad Económica Europea?
R. La política de déficit exterior, de déficit
presupuestario masivo, la política de tasas de interés elevadas de Estados
Unidos, tienen consecuencias sobre el dólar, y a través del nivel del dólar,
los precios del petróleo tienen consecuencias negativas para los países en vías
de desarrollo y para los países europeos. En particular, son dramáticas las
consecuencias del aumento del dólar sobre el endeudamiento de los países en
vías de desarrollo, sobre la situación de América Latina. Nosotros pensamos que
la mayor potencia del mundo debe integrar en su visión económica y del mundo los
problemas de los otros países y particularmente los problemas de sus aliados y
no comportarse de forma egoísta. Hay que recordar a Estados Unidos que una
potencia mundial tiene responsabilidades mundiales. Y esto podrá hacerlo Europa
si en este terreno habla con una sola voz.
Seguridad y defensa
P. ¿Cree que existen intereses específicos europeos en
materia de seguridad, y, en caso afirmativo, qué fórmulas considera viables
para defenderlos?
R. Hay intereses específicos de Europa en materia de
seguridad y de defensa. Los intereses europeos no sólo deben preservarse en las
conversaciones entre las dos grandes potencias. Hay que tomar conciencia de la
necesidad de defender nuestros propios intereses, pero a nivel de las
relaciones con la Alianza hay todavía importantes diferencias entre los
Gobiernos. Europa siente que debe ocuparse más de su seguridad -aunque creo que
no sabe muy bien cómo hacerlo-, y esto ha sido objeto de reflexión en esta
reunión.
P. ¿Qué opina de la reciente propuesta del máximo dirigente soviético,
Mijail Gorbachov, pidiendo la paralización del despliegue de los euromisiles
como respuesta a la moratoria nuclear unilateral anunciada por la URSS?
R. El desequilibrio en Europa en materia nuclear ha sido
creado por la URSS en los últimos años. Será necesario que la URSS haga
propuestas más ambiciosas para convencer a los Gobiernos europeos de su
voluntad de llegar a un equilibrio en Europa. En mi opinión, se trata de una
propuesta muy modesta todavía. Sí parece ser un indicio de la disposición a
negociar.
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