Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
12.01.87
NUEVO REAJUSTE DEL SISTEMA MONETARIO EUROPEO
La aceptación por la República Federal de Alemania (RFA) de
un 3% de subida en el marco, anunciada anoche por la segunda cadena de la
televisión alemana (ZDF), puede ir acompañada de un conjunto de medidas de
apoyo a su industria y su agricultura. La noticia de la revaluación fue
difundida cuando aún continuaba sin llegar a un acuerdo la reunión de ministros
de Finanzas y Hacienda de los países miembros del Sistema Monetario Europeo
(SME).
El portavoz del Gobierno alemán manifestó ayer que Bonn
estaba dispuesto a una revaluación, siempre que fuera encuadrada en una
solución consensuada que incluyera medidas de apoyo a la industria alemana,
extremadamente dependiente de la exportación, y a la agricultura. Bonn expuso
también la necesidad de otras medidas, como la baja de los tipos de interés en
los países con monedas más fuertes. Tanto los agricultores alemanes como la
federación de la industria alemana se manifestaron hace días contra la
revaluación, que les supondría dificultades adicionales. Pese a su enorme
superávit en la balanza comercial, que alcanzó los 110.000 millones de marcos
en 1986, en la RFA han comenzado a sentirse ya en diciembre las barreras que
para la exportación supone la fortaleza del marco. También en la bolsa se han
registrado pérdidas sensibles en los últimos días por la preocupación de los
inversores ante una medida que, pese a los desmentidos, muchos daban por
segura.
Observadores políticos han quitado importancia a los efectos
negativos que esta concesión pueda tener para la actual coalición gubernamental
alemana en las elecciones federales del próximo día 25. Ayer la revaluación se
presentó como una prueba de solidaridad europea. También se han resaltado los
beneficios para la capacidad adquisitiva de los turistas alemanes en el
extranjero.
No obstante, para los agricultores, el Gobierno federal
tendrá que lograr concesiones de la CE, y posiblemente compensaciones propias
para paliar los perjuicios que acarreará la caída de la competitividad de los
productos alemanes. La población agrícola, un electorado tradicionalmente
cristianodemócrata, puede reaccionar con la abstención en los comicios si no se
le prometen compensaciones aceptables.
Observadores en Bonn consideran sin embargo que la posición
de la RFA en la CE y en sus relaciones con Francia se verá robustecida con esta
concesión hecha a dos semanas de las elecciones. Con este paso podrá restar
fuerza a las críticas sobre la gestión financiera y monetaria del Gobierno de
Bonn, que está causando serias dificultades a otras monedas y no sólo al
franco.
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