Por
HERMANN TERTSCH
El
País, Bonn, 10.02.87
La primera coalición gubernamental entre el Partido
Socialdemócrata Alemán (SPD) y el Partido Verde, que ha gobernado 14 meses en
el Estado federado de Hesse, quedó definitivamente rota ayer. El presidente del
Estado, el socialdemócrata Holger Boernes, pidió ayer la dimisión al ministro
verde Joschka Fischer debido a las divergencias públicas entre ambos partidos
acerca de la política antinuclear.
Los verdes habían anunciado el domingo que abandonarían la
coalición en el próximo pleno parlamentario, dentro de 15 días, si el SPD no
suspendía de inmediato el permiso de funcionamiento a la fábrica de plutonio
Alkem, en la localidad de Hanau, en Hesse. El SPD, dirigido en Hesse por el
presidente Boerner, rechazó el ultimátum y anunció la destitución de Fischer.
Sin mayoría parlamentaria para gobernar, el presidente deberá convocar
elecciones en el próximo pleno, a celebrar en un plazo máximo de 60 días. El
conflicto, latente desde que se formó la coalición, brotó al hacerse pública
una carta del ministro de Economía del Gobierno de Hesse, el socialdemócrata
Urich Steger, al Gobierno de Bonn. En la nota se descartaba una ampliación del
permiso de fabricación de plutonio hasta 6.700 kilos anuales, solicitado por la
empresa, pero se admitía la posibilidad de una renovación del permiso que está
por vencer para que Alkem siga, durante un período limitado hasta 1996,
fabricando 460 kilos del combustible radiactivo al año. Los verdes
solicitaron entonces que se suspendiera todo permiso de explotación a Alkem. El
Gobierno federal ha insistido en que se permita a Alkem aumentar su producción
hasta los 2.500 kilos anuales.
Ocasión histórica
Joschka Fischer, ministro del Medio Ambiente del Estado y el
primer verde en ocupar una cartera ministerial en la historia de la RFA, acusó
al SPD de "frustrar una gran ocasión histórica por lealtad a la industria
nuclear", en referencia al fin de la cooperación en el Gobierno entre los
dos partidos de la izquierda del espectro político de la RFA. Fischer había
advertido que mientras él fuera ministro no se otorgaría un nuevo permiso de
explotación a Alkem. La ruptura de esta coalición es una victoria del ala
fundamentalista o radical de los verdes. Esta tendencia ha hecho todo lo
posible por demostrar la "inviabilidad" de una alianza con el SPD.
Destacados representantes de este ala solicitaron el domingo, en una asamblea
regional, la ruptura inmediata de la coalición. Los radicales consideran que
con este paso los verdes reafirman su identidad como único partido
antinuclear y podrán registrar un fuerte aumento de votos en las elecciones
anticipadas.
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