Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
07.02.87
La coalición gubernamental de la República Federal de
Alemania (RFA) ha logrado en sus primeras negociaciones tras las elecciones del
pasado 25 de enero paliar sus divergencias iniciales, aunque se esperan duros
debates internos, especialmente en lo que respecta a la política fiscal, exterior y de seguridad interior. Los tres partidos que forman la coalición,
CDU (democristianos), CSU (socialcristianos bávaros) y FDP (liberales),
concluyeron ayer su primera ronda de contactos para establecer el nuevo programa
de gobierno.
Los secretarios generales de los tres partidos se
presentaron ayer ante la Prensa en Bonn para dar una imagen de armonía que,
según se desprende de las declaraciones que portavoces de los tres partidos
hacen por separado, no existe, al menos por el momento. Tras los duros ataques
que intercambiaron antes de los comicios la CSU y el FDP, y después la CDU y la
CSU, acusándose mutuamente del mal resultado electoral, el canciller Kohl
tiene dificultades para integrar en un programa común a unos liberales
reforzados y a la CSU, que, pese a su pérdida de votos, intenta adoptar
posturas de fuerza.
El secretario general de la CDU, Heiner Geissler, manifestó
que el diálogo transcurre en una atmósfera de "amistad" y que se han
logrado ya "considerables avances parciales en cuestiones
importantes". En este sentido, se refirió a la política fiscal, a la
agrícola y a medidas de protección del medio ambiente. No obstante, destacó que
respecto a la anunciada reforma fiscal existen aún divergencias.
Enfrentados en otros aspectos de la política gubernamental,
especialmente en la política exterior y de seguridad a practicar, los liberales
y los socialcristianos bávaros mantienen una alianza en sus esfuerzos por
conseguir una reducción fiscal que vendría a beneficiar a los ingresos más
altos.
La CDU considera que, con casi 2,5 millones de parados, el
anuncio de una desgravación fiscal para ingresos máximos será impopular e
inoportuno en un año en el que se celebrarán cuatro elecciones en otros tantos
Estados federados. No obstante, existe ya acuerdo en reducir la progresión
fiscal, elevar el tope de los ingresos no fiscalizados y aplicar mecanismos que
reduzcan los impuestos a la pequeña empresa.
En política exterior, el mal resultado electoral de
Franz Josef Strauss le deja descartado como alternativa al ministro liberal
Hans-Dietrich Genscher. No obstante, ya se perciben presiones de la CSU para
que este ministerio quede despojado de competencias en la política europea y
atlantista. También en cuestiones de interior y seguridad se esperan fuertes
choques entre conservadores y liberales.
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