Por HERMANN TERTSCH
El País, Viena,
31.01.87
LA URSS CAMBIA DE CARA
Unión Soviética anunció ayer en Viena, en el marco de la
Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), la revisión global de
su Código Penal, incluidas las leyes contra actividades antisoviéticas,
agitación y propaganda política, y la abolición de "ciertos
artículos". La desaparición de determinados artículos creados en su día
para la represión de la oposición política y la libertad de expresión e
información dejaría al régimen soviético sin los recursos legales utilizados
generalmente para encarcelar a la disidencia.
El ministro de Justicia de la URSS, Boris Krawzow, hizo
pública esta reforma legislativa en una conferencia de prensa, sin especificar
qué artículos desaparecerán. Según manifestó Krawzow, la abolición de algunos
artículos del Código Penal implantados en la posguerra se debe a que están
superados por el desarrollo de la sociedad soviética. El ministro soviético
insistió en que esta reforma se realizará en el marco de la "renovación
económica, política y espiritual" de la URSS.
Según el viceministro de Asuntos Exteriores soviético,
Anatoli Kovaliov, el pleno del Comité Central reunido esta semana en Moscú
trató "abiertamente sobre las sombras del pasado, los errores, el
estancamiento y la recesión de los años setenta y principios de los
ochenta". "El proceso de renovación está sólo empezando",
señaló, al advertir que, sin embargo, "es ya irreversible" y se
profundizará.
Kovaliov rechazó las informaciones sobre supuestas
resistencias en el Comité Central a las intenciones de Mijail Gorbachov.
"El Comité Central decidió la resolución por unanimidad y con sentido de
su responsabilidad histórica. No hay vuelta atrás". También rechazó
supuestas divergencias entre el discurso de Gorbachov y el texto de la
resolución del Comité Central. Entre los periodistas cundió cierta decepción, ya
que existía la convicción de que la conferencia de prensa había sido convocada
para dar el gran golpe con el anuncio de una amnistía para todos los
presos políticos en la URSS, que el premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov y
otros destacados disidentes han pedido como confirmación de las intenciones
de democratización del máximo dirigente soviético.
Por el contrario, el ministro de Justicia, asediado por dos
centenares de periodistas, en su gran mayoría expertos en cuestiones de los
países socialistas recurrió a la manida tesis de que no existen prisioneros
políticos en la Unión Soviética. Según dijo, hay unas 200 personas que cumplen
condena por crímenes contra el Estado, entre los que figura la propaganda
antisoviética. Entre los asistentes a la conferencia en el palacio imperial de
Viena se hallaba también Irina Ratushinskaia, poetisa rusa liberada a finales
del pasado año de un campo de trabajo por intervención ante Gorbachov del
presidente norteamericano, Ronald Reagan, en la cumbre de Reikiavik.
Ratushinskaia había celebrado poco antes su propia conferencia de prensa, en
la que calificó a Gorbachov de "gran realista". "No
obstante", manifestó, "mientras siga habiendo unas 4.000 personas
encarceladas por motivos políticos, sólo podemos hablar de medidas
cosméticas". Por otra parte, Samuel Zivs, jefe del Comité Antisionista Soviético,
declaró a la televisión norteamericana que el Gobierno soviético ha ordenado la
revisión de 10.000 peticiones de emigración presentadas por judíos que fueron
rechazadas en el pasado. En medios de la disidencia moscovita se comentaba
también ayer que es probable que Anatoli Koriagin y Sergei Jodorovich,
conocidos opositores al tratamiento psiquiátrico de los disidentes, sean
liberados por las autoridades soviéticas.
[Los embajadores de Israel y la URSS en Washington se
entrevistaron la semana pasada para tratar sobre el problema de los judíos que
quieren emigrar de la URSS, según noticias de la radio israelí recogidas por la
agencia Reuter.]
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