Por HERMANN TERTSCH
El País, Viena,
31.01.87
LA URSS CAMBIA DE CARA
Los países socialistas de Europa del Este han reaccionado de
forma muy diferenciada, en algunos casos con cautela, al discurso del líder
soviético, Mijail Gorbachov, ante el pleno del Comité Central del PCUS. Destaca
la escasez de comentarios que responde, al parecer, a la confusión existente en
algunas capitales del Este ante la "osadía" de los cambios anunciados
por Moscú. En Hungría se ha percibido una lógica satisfacción, por ver
confirmadas en la URSS algunas iniciativas aplicadas ya por el régimen de
Budapest, como son la pluralidad de candidatos en las listas electorales y la
admisión de independientes. Hungría ya aplica estas medidas en sus elecciones
al Parlamento, mientras Gorbachov sólo las propuso para la democratización
interna del partido.
En Checoslovaquia, el órgano oficial del partido
comunista, Rude Pravo, expresó el incondicional apoyo de los comunistas
checoslovacos al proceso iniciado en la URSS y a las palabras de Gorbachov ante
el pleno del comité central. No obstante, es este país en el que más difícil se
presenta la aplicación de los criterios expuestos por el líder soviético. En
Praga, se mantiene un cuadro de dirigentes del más claro signo brezneviano,
atacado sin paliativos por la nueva dirección soviética.
Satisfacción en Polonia
En Polonia, el diario del Partido Obrero Unificado (POUP),
Tribuna Ludu, elogió el discurso de Gorbachov y las resoluciones del pleno
que, según señaló, dejan atrás actitudes triunfalistas con efectos negativos.
Es en la República Democrática Alemana (RDA) donde la
reacción a la intervención del máximo dirigente soviético da lugar a más
interrogantes. El diario oficial Neues Deutschland omitió en su
publicación del texto de Gorbachov los pasajes más duros con el pasado y la
actuación de la clase política soviética. El texto del secretario general del
PCUS, publicado habitualmente en su totalidad, fue considerablemente recortado
y los cuadros del partido no han tenido acceso más que a un resumen vago del
discurso.
En general, la dirección de Berlín Este no parece ver
motivos para autocrítica y cambios. Según insiste el periódico del partido casi
a diario, "la RDA sigue por su camino de probado éxito". Los
llamamientos de Moscú al cese del triunfalismo no han tenido eco en la RDA.
En todos los países de Europa del Este, la población observa
con gran interés las nuevas iniciativas de la dirección soviética que, por
primera vez en la posguerra, demuestra un dinamismo que muchos ya no esperaban.
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