Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
28.01.87
El líder de la izquierda socialdemócrata se pronuncia por
una estrecha cooperación con los 'verdes'
Oskar Lafontaine, el presidente del Estado federado del
Sarre, es la estrella política del momento en Bonn. Tras el fracaso de la
candidatura de Johannes Rau, líder del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), a
la cancillería federal en las elecciones celebradas el pasado domingo, las
esperanzas de la oposición en la República Federal de Alemania (RFA) se centran
en este joven político socialista de 43 años de edad, líder del ala
izquierdista del partido.
El lunes, Rau anunció su renuncia a suceder en la
presidencia del SPD al legendario Willy Brandt, que se retirará el año próximo.
Un día después de los comicios, quedaba así abierto el camino para que
Lafontaine tome en 1988 las riendas del partido, y se perfile ya como el
candidato socialdemócrata a la cancillería en 1991. Lafontaine es partidario de
la cooperación política del SPD con los verdes. Tras el fracaso de
Rau, opuesto a toda alianza con los ecopacifistas, y a la vista de los
excelentes resultados conseguidos por éstos el domingo, Lafontaine gana terreno
en el SPD. Él es el heredero que Brandt desea para hacer un nuevo partido
socialdemócrata, que afronte con respuestas de izquierda los nuevos problemas
de la sociedad posindustrial. Al no ser capaz de hacerlo, la izquierda
tradicional provocó el fenómeno verde. Tras la larga reunión celebrada el
lunes por la dirección del SPD, en la que Rau anunció su repliegue a la
política regional, sus dos principales adversarios políticos en el seno del
partido, Oskar Lafontaine y Gerhard Schroeder, líder socialdemócrata en la Baja
Sajonia, se fueron a beber cerveza a Provinz, una taberna que, por su
clientela, es todo un símbolo de la alianza entre verdes y
socialdemócratas.
Allí, justo enfrente de la cancillería federal, conspiran
con asiduidad y vocación los verdes Otto Schily y Joselika
Fischer, el primer ecopacifista que desempeña un ministerio en un Gobierno
regional, contra los intransigentes del Partido Verde, que se oponen a la
colaboración con el SPD. Provinz es un nido de ansiosos de una izquierda de
nuevo tipo, sin los anquilosamientos de la socialdemocracia tradicional ni las
veleidades mesiánicas de los verdes fundamentalistas.
Gobierno amplio de izquierdas
Lafontaine y Schroeder, los dos nietos preferidos de Willy
Brandt, demostraron allí su satisfacción por una correlación de fuerzas en el
SPD que parece favorecerles. "Podemos derribar esta coalición en 1991 y
establecer un Gobierno amplio de izquierdas en este país. La socialdemocracia
no tiene que hacerse con el mensaje de la derecha para buscar mayorías, sino
adecuar su mensaje de izquierda a la nueva estructura social, manifestó
Lafontaine a este corresponsal. "Podemos lograr una mayoría y gobernar-
¿por qué no?- con los verdes. No se puede descartar ninguna alianza
para acabar con este Gobierno".También Schroeder es partidario de una
cooperación con los verdes, como primera consecuencia de la derrota,
pide una firme aplicación de los acuerdos del congreso de Nuremberg,
especialmente el cierre de centrales nucleares, en los Estados con gobierno del
SPD.
En el otro extremo de la barra repleta de cervezas, la
diputada verde Antje Vollmer expresaba su esperanza en una nueva
linea socialdemócrata. "Con Lafontaine podríamos echar abajo este Gobierno
en 1991. Pero primero tendrá que imponerse en el partido".
Lafontaine apuesta por una nueva izquierda combativa. La
naturaleza es hoy una de las grandes víctimas de la explotación y es la
izquierda quien debe protegerla, señala. Lafontaine, doctor en física,
considera la energía nuclear como un "riesgo totalitario". Exige una
rápida retirada del armamento nuclear norteamericano del suelo alemán. Para los
observadores estadounidenses, es la bestia parda frente a los
planteamientos tradicionales del candidato Rau.
Lafontaine ganó en 1985 la mayoría absoluta en su Estado. El
otro Estado federado con mayoría absoluta del SPD es, sin embargo, Renania
Westfalia, y su jefe, Johannes Rau, de planteamientos muy distintos. Rau cuenta
con una base de 300.000 militantes, un tercio del total del SPD.
Lafontaine parece ser ya el hombre del mañana en
el partido, pero tendrá que demostrar que, con sus planteamientos radicales,
puede hacerse con una mayoría electoral. Para ello necesitará en todo caso al
sector moderado del SPD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario