Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
18.01.87
Carl Dieter Spranger, secretario de Estado del Ministerio
del Interior de la República Federal de Alemania, ha solicitado medidas
drásticas para frenar la expansión del síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA), tales como el control obligatorio para todos los ciudadanos entre 16 y
60 años y la reclusión forzosa de los enfermos en centros cerrados.
Spranger defiende el análisis médico obligatorio de todos
los ciudadanos "sexualmente activos" entre los 16 y los 60 años para
determinar quiénes son portadores del virus del SIDA. Según señala Spranger,
miembro de la Unión Socialcristiana bávara (CSU), en una entrevista que ayer publicó
el diario sensacionalista Bild, ésta es la única vía para evitar que
mueran millones de alemanes. Spranger apoya expresamente la solicitud hecha por
el profesor de Virología de la universidad de Múnich, Froesner, al ministro del
Interior, Friedrich Zimmermann, y a la ministra de Sanidad, Rita Suessmuth,
para que se imponga la declaración obligatoria y persecución penal en caso de
omisión para los enfermos del SIDA, así como el internamiento de los mismos.
Spranger señala que se deben tomar muy en serio las
advertencias de los expertos, antes de que el SIDA se convierta en una epidemia
nacional, y añade: "Las imposiciones legales a los infectados no pueden
rechazarse". El secretario de Estado del Interior indica asimismo que hay
que encontrar la forma de impedir la entrada en el país a emigrantes del Tercer
Mundo infectados por este virus, que en África ha adquirido ya carácter de
epidemia.
Las manifestaciones de Spranger coinciden con el comienzo de
una amplia campaña contra el SIDA y a favor del uso de preservativos. Algunos
partidos de extrema derecha, como Patrioten für Deutschland (Patriotas por
Alemania), han hecho de la lucha contra el SIDA su lema electoral central ante
los comicios del próximo 25 de enero y piden controles obligatorios y el aislamiento
impuesto para los infectados.
38.000 casos, según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado un
total de 38.401 casos de SIDA en 85 países hasta el 14 de enero de este año, de
los cuales 29.003 se han detectado en Estados Unidos, según informa Efe. Francia
ocupa el segundo lugar, con 997 casos, seguida de Canadá, con 786; República
Federal de Alemania, con 771; Uganda, con 766; Brasil, con 754, y Reino Unido,
con 610 casos. España ocupa el decimotercer lugar, con 201 casos de SIDA comunicados
a la OMS.
Por otra parte, en Verona (Italia) un camionero de 29 años,
Bruno Anselmi, mató a su esposa, Antonella, de 26, que se encontraba embarazada
de tres meses, y a su hija Andrea, de dos años, y se suicidó a continuación,
porque pensaba que estaba enfermo de SIDA. Anselmi no se había hecho ningún
análisis médico que confirmara sus temores, sino que había oído un programa
radiofónico sobre el SIDA y realizó su propio diagnóstico, según explicó en una
carta. Anselmi había tenido hacía cuatro años una relación amorosa con una
joven que hacía autoestop.
En Estados Unidos se ha experimentado con eficacia limitada
un nuevo medicamento, la azidothimidina (AZT), en enfermos con SIDA,
pero su alto grado de toxicidad y la escasez de la producción han aconsejado un
cuidadoso programa de distribución.
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