Por HERMANN TERTSCH
El País, Bonn,
10.01.87
El presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD),
Willy Brandt, pidió ayer a la opinión pública que haga frente a los intentos de
la derecha de cambiar los pilares de la política exterior de la República
Federal de Alemania y las bases del funcionamiento democrático del Estado. En
una conferencia de prensa en la sede central de su partido, Willy Brandt no se
refirió más que marginalmente al candidato socialdemócrata a la cancillería,
Johannes Rau, cuya derrota se da por segura en las elecciones generales del
próximo 25 de enero. El viejo líder del SPD expuso su "profunda
preocupación" por los intentos de los círculos más derechistas de la Unión
Democristiana (CDU) y de la Unión Socialcristiana (CSU) de poner fin al
diálogo con los países del Este y buscar la confrontación ideológica. Estas
tendencias, representadas por él presidente bávaro, Franz Josef Strauss,
podrían imponer su criterio si se consuma una arrolladora victoria
cristianodemócrata," que se perfila como probable, en los comicios.
De alcanzar estos dos partidos una mayoría absoluta para
poder prescindir de una coalición con el Partido Liberal (FDP), sería segura la
ruptura con la política exterior alemana de los últimos 16 años, desde la firma
de los tratados con el Este, y el final de la ostpolitik, que determinó la
distensión en Centroeuropa. "La política exterior alemana no puede
permitirse este viraje reaccionario", señaló Brandt.
Según el presidente del SPD, algunos dirigentes de la
derecha, entre ellos el canciller, Helmut Kohl, están intentando hacer
reversible la clara ruptura de la RFA con el pasado nacionalsocialista alemán,
y esto "es peligroso para la democracia alemana". "Quien
destruye las bases comunes democráticas adquiere una grave responsabilidad.
Quien trata de pescar electores en la ultraderecha tendrá que pagarlo con su
política", dijo.
Brandt advirtió que los intentos de trivializar los crímenes
nacionalsocialistas y las actitudes revisionistas que están proliferando en la
campaña electoral pueden destruir el consenso básico de la democracia en la RFA.
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