El País, Estambul,
09.05.04
La cumbre de la OTAN en Estambul llega en el momento de mayor agitación antioccidental
La cumbre de la OTAN en Estambul llega en el momento de mayor agitación antioccidental
La furia generada en el mundo islámico por las fotos de
torturas y humillaciones a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib amenaza
con dinamitar la cumbre de la OTAN del 28 y 29 de junio en Estambul. "La
reunión es, como poco, inoportuna; quizá se convierta en inviable. La
multiplicación de objetivos para ataques terroristas puede crear una situación
de inseguridad insostenible. Imagínese Estambul con las caravanas de
automóviles de [George W.] Bush y los demás líderes de la OTAN haciendo
centenares de desplazamientos al día por estas calles". Son palabras de
Rusen Cakir, experto en terrorismo y movimientos islamistas, pronunciadas en
una terraza del Cuerno Dorado en una Estambul primaveral espléndida y
tranquila. En apariencia al menos.
Porque la indignación de la población viene elevándose por
momentos desde hace días y semanas, según reciben nuevas imágenes de las
torturas, nuevas pruebas de que lo peor es cierto. "Comprendo a los
jóvenes turcos que sólo piensan en cómo vengar las humillaciones con ataques de
todo tipo contra intereses de EE UU e Israel, pero también contra nuestros
intereses. La situación era alarmante. Pero los últimos acontecimientos, y
especialmente esas fotos de Abu Ghraib, la convierten en explosiva. Las
consecuencias serán devastadoras. Si fuera joven, quién sabe si no estaría
organizando una célula terrorista".
Quien así habla no es radical islamista ni un fanático del
antiamericanismo. Cakir es uno de los mayores expertos en terrorismo de
Turquía, prestigioso periodista y miembro de Tessev, el principal centro de
estudios de política de seguridad del país. Tessev ha trabajado siempre
estrechamente ligado a los Gobiernos europeos y al norteamericano en la
cooperación en política de seguridad.
Turquía está, en todos sus estamentos, conmocionada ante las
noticias e imágenes que llegan de Irak. Todos temen lo peor: radicalización
multitudinaria y nuevos atentados como los de noviembre en Estambul que
costaron decenas de muertos. Quienes han de estar frotándose las manos son
aquellos que en universidades, comunidades radicales islámicas y decenas de células
durmientes vinculadas a Al Qaeda se felicitan por la ola de popularidad, apoyo
y reconocimiento que disfrutan, dice Cakir. Hace una semana, la policía turca
detuvo a un número indeterminado de miembros de Al Qaeda que tenían al parecer
planes bastante elaborados para atentar durante la cumbre. Nada se ha sabido de
los objetivos específicos. Pero hay cientos de posibilidades.
Pero ya no son sólo las células dormidas que Al Qaeda tiene
en Estambul la gran preocupación de las autoridades. Porque lo que bulle es la
población en general. El Gobierno islamista moderado de Recep Tayyip Erdogan,
que había logrado mantener un difícil equilibrio entre las demandas de los
cuadros combativos de su partido y los intereses nacionales de cooperación
tradicional con la OTAN, Israel y EE UU, ve desarbolada su estrategia de
discreta cooperación con Washington y teme grandes presiones en las próximas
semanas. Según otras fuentes, los defensores de la cooperación militar en Irak
con EE UU han quedado hundidos y son cada día menos, en una Administración
civil y militar formada en el seno de la OTAN.
Comienza a hacerse fuerte la impresión de que es mucho más
peligroso ser amigo de Washington que no serlo. Según comentan, es generalizada
la impresión de que la actuación de los torturadores norteamericanos como de la
Administración de Bush es una deslealtad tan brutal con los aliados que, en el
caso de países tan expuestos como Turquía, raya en la traición. En el
Parlamento han surgido las voces de miembros del partido islamista gobernante
que exigen que el presidente Bush y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld,
sean acusados junto a los torturadores de Abu Ghraib ante la Corte Penal
Internacional de La Haya. Y las pequeñas manifestaciones espontáneas se han
sucedido ante todo aquí en Estambul. Para hoy, domingo, hay convocada una que,
según algunos medios, podría suponer un aviso serio para las autoridades. Una
respuesta masiva en esta ciudad de más de 14 millones de habitantes podría
inducir al replanteamiento de una cumbre de la OTAN proyectada en lo que ahora
es el peor sitio en el peor momento.
"Las autoridades no dicen nada para no extender la
alarma. Pero somos un objetivo prioritario por muchas razones, por nuestra
vocación occidental, por nuestro sistema secular de Gobierno, por nuestra
participación en la OTAN. Al Qaeda lleva aquí mucho tiempo con, como poco,
varios cientos de militantes y, desde luego, después de lo sucedido en estas
semanas y las fotos, tiene cada vez más simpatizantes y militantes potenciales.
Con los terroristas, por su propia naturaleza, sucede que no se sabe si uno lo
es o no lo es, pero tampoco si lo va a ser o no mañana. Y aquí no están en las
mezquitas que ellos desprecian porque las consideran colaboracionistas del
Estado laico. Ellos están en otras partes. Pero tenga por seguro que hoy son
más que ayer".
APOYO EUROPEO A LOS MODERADOS
"No quiero ni imaginarme lo que puede suceder en este
país si la UE cerrara en diciembre las puertas a la apertura de negociaciones
para nuestro ingreso". Ishak Alatón es muchas cosas en Turquía, además de
multimillonario sefardí y sabio. Su compañía Alarco se dedica tanto a
macroproyectos (renovación de la línea férrea Ankara-Estambul en cooperación
con la española OHL) como a la industria hotelera y un sinfín de actividades.
Alatón es quizá el máximo embajador no político del país y
trabaja con el primer ministro del partido islamista moderado de Justicia y
Bienestar para que Europa no cometa "el disparate" de cerrar las
puertas a la apertura de negociaciones.
Alatón, presidente del grupo de estudios Tessev que trabaja
en la organización de la cumbre de la OTAN, sabe del violento sentimiento
antinorteamericano omnipresente e insiste en la gran responsabilidad que recae
sobre Europa para mantener y fomentar en Turquía el único ejemplo de
convivencia de democracia y sociedad musulmana. "No se trata del ingreso a
muy largo plazo, se trata de abrir la carretera, que es mucho más importante
que el destino".
Ayer concluía en Estambul una conferencia sobre Turquía y la
UE organizada por la Comisión Europea y su balance venía a ser el mismo que
hace Alatón: en su camino hacia una democracia homologable a las de la UE,
Turquía ha avanzado más en los últimos tres años que en los anteriores ochenta,
las negociaciones serán muy largas y no se habla de años, sino de lustros. Pero
una negativa taxativa de la UE a las negociaciones "haría caer al
Gobierno", según Alatón. Si a la aversión hacia EE UU a medio plazo
irreversible se uniera el rechazo a la UE, "estaríamos ante un desastre de
dimensiones que da miedo imaginar", concluye.
Manifestación en Estambul contra la ocupación estadounidense
y británica en Irak. EFE
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